Esa que ves, la del amor dormido
En la mirada espléndida y suave,
Es un jazmín de Arabia comprimido
En voz de cielo y en contorno de ave.
La rubia Adela, en cuya trenza dora
Su rayo el Sol, del brazo de María
Copia es feliz de Rut la espigadora
Ciñendo el talle a la arrogante Lía.
Si en la fiesta teatral - corrido el velo
-
Desciende la revuelta escalinata,
Su pie semeja cisne pequeñuelo
Que el seno muestra de luciente plata.
Quisiera el bardo, cuando al sol la mece,
Colgarle al cuello esclavo los amores;
¡Si se yergue de súbito, parece
Que la tierra se va a cubrir de flores!
¡Oh! Cada vez que a la mujer hermosa
Con fraternal amor habla el proscrito,
Duerme soñando en la palmera airosa,
Novia del Sol en el ardiente Egipto.