INDEX

PORTELL ( 1200-1300)


 

[NOTA IMPORTANT: Quan llegim documents antics, cal tenir en copte com estan datats, perquè no serà lo mateix que siguen “1200 anys de la Era” que “1200 A.D. o Annus Dominus”. El primer calendari citat correspon a l’Era Hispànica i el segon a l’Era Cristiana. Entre un i altre hi ha una diferència de 38 anys, per tant, quan trobem una data referida a “la Era”, s’ha de convertir al calendari actual restant-li 38 anys, per tant si, per exemple, tenim una data (que segurament anirà en números romans) corresponent a 1277 de la Era Hispànica, li restarem 38 i així sabrem l’any corresponent a l’Era Cristiana, o sigue, la nostra. En aquest cas, l’any del document serà el 1239 (perquè 1277-38 = 1239)]

 

ANY

REFERÈNCIA BIBLIOGRÀFICA

 
   
s.XIII Aquest és el segle de la conquesta cristiana i el repartiment del territori. Ací trobareu un llistat d'algunes de les CARTES-POBLA
   
s.XIII

En el llibre "Maestrazgo, laberinto de silencio", es fa un bon repàs a la història de les nostres terres, i Carlos Laliena, a més de donar-no una visió de com degueren ser aquells anys en aquestes terres frontereres, que podeu consultar en l'apartat dedicat al segle XII, s'endinsa analitzant els canvis que tenen lloc en el segle XIII:

<<Durante el siglo XIII se produjo en el Maestrazgo un crecimiento demográfico notable, que se tradujo en una intensificación del aprovechamiento agrario. Las roturaciones afectaron a zonas cada vez más lejanas de los lugares y pueblos, en las laderas montañosas. La fragmentación de los terrazgos imponía largos desplazamientos a los campesinos o, como alternativa, el establecimiento de hábitats temporales vinculados a las explotaciones. Estos caseríos se consolidaron progresivamente, con una fisonomía muy diferente a las localidades creadas antes de 1200. Con el nombre de "mas" o "masada" se formó una constelación de asentamientos dispersos que se distribuía alrededor de los hábitats agrupados. En ocasiones, algunos de estos mases se hallaban próximos entre sí y originaban una especie de aldeas semidispersas, que carecían de rasgos identificados para las villas [com la nostra Albareda], pero la mayoría de ellos se esparcían por todo el término. Este fenómeno, relacionado con la fase más avanzada de la expansión agraria responde, pues, a una adaptación al medio geográfico de montaña ibérica y su combinación armónica con el poblamiento agrupado constituye uno de los aspectos más originales de la región.>>

[LALIENA, Carlos. Maestrazgo, laberinto de silencio. Capítulo: Historia medieval. pàg. 55-56. Parque Cultural del Maestrazgo. Plan de Dinamización Turística del Maestrazgo. Teruel. 2003]


 

En el llibre "Maestrazgo, laberinto de silencio", a més de fer un bon repàs a aquells anys de transició entre la dominació àrab i la cristiana, Carlos Laliena ens parla de les concessions de franquícies i el desenvolupament de les comunitats camperoles:

<<El factor más interesante de la evolución de las relaciones entre los 'freiles' y los campesinos fue, sin duda, el desarrollo de las instituciones de autogobierno locales. La impresión que producen los textos es que las comunidades rurales de esta zona disfrutaban desde principios del siglo XIII de una amplia capacidad para generar sus propias autoridades que, en el Maestrazgo, adoptaron las designaciones de "justicia" (para el juez), "jurados" (para los representantes de la comunidad) y "consejeros" (el grupo de notables entre los que se reclutaban los oficiales del concejo). No obstante, la definitiva cristalización de los mecanismos de elección de los cargos públicos no se produjo hasta los años 1250-1270 (tal vez con la excepción de Aliaga, donde estaban reconocidos oficialmente desde 1216), vencida la resistencia opuesta por los dirigentes de las Órdenes. Las fórmulas, en cualquier caso, fueron siempre cooptativas: los jurados y consejeros salientes elegían a los entrantes, con relevos efectuados en periodos anuales. Los señores se reservaban algunas prerrogativas, como aprobar los nombramientos o seleccionar a los jurados entre los consejeros, pero, en general, se puede considerar que las comunidades lograron una clara personalidad jurídica y una elevada autonomía en la gestión de sus asuntos, incluidas las relaciones con los señores.

El siglo XIII fue, por tanto, una larga etapa de prosperidad, en la que la fuerza de las comunidades campesinas alcanzó un grado tal que pudieron contrarrestar con eficacia los factores que favorecían el crecimiento demográfico y la necesidad de tierras de los inmigrantes. Así, entre 1255 y 1260, los jurados de Castellote se arrogaron la potestad de entregar lotes de tierra y solares para casas a los recién llegados, al margen del comendador templario. El esfuerzo que la Orden hizo para revertir la concesión hecha al concejo indica claramente hasta qué punto este aspecto debilitaba su poder local. Sin embargo, la cascada de franquicias, que percibimos mal por las pérdidas documentales derivadas de los conflictos civiles de los siglos XIX y XX, autoriza a pensar que los concejos obtuvieron avances apreciables en múltiples terrenos. Algunos de los más relevantes han sido destacados, puesto que conciernen a la institucionalización de los concejos y sus asistentes de gobierno. Es probable que la estabilización de los poderes locales incluyera la renuncia al ejercicio de la justicia por parte de los comendadores de las Órdenes (como ocurre en Fortanete, en 1302, cuando se aceptó designar al justicia de entre los puestos por el consejo, siguiendo la pauta común en la mayoría de las localidades). Los señores se esforzaron por preservar su derecho a reclamar servicios militares a los campesinos, pero, en otros campos, por ejemplo, la exigencia de rentas, se conformaron finalmente con las modalidades más restringidas de las exigencias planteadas en el inicio del siglo XIII. Es probable que la propia expansión fuera suficiente como para colmar las expectativas de ingresos de los señores, pero es indudable que las comunidades de la zona estaban lejos de hallarse inermes ante el poder señorial: sus milicias habían participado activamente en la conquista de Valencia y siguieron estando bien organizadas en el transcurso de la segunda mitad de este siglo. En este contexto, la negociación a la baja de las exigencias señoriales estaba asegurada.

Estas franquicias se insertaban, por otra parte, en el marco normativo admitido por los maestres de las Órdenes al constituir las relaciones básicas con los campesinos a finales del siglo XII y principios del XIII. Este marco se basaba en los Fueros de Zaragoza (aplicados en Castellote, Cantavieja, con sus aldeas, y en los lugares de la Orden de Calatrava) y los [Fueros] de Daroca (que afectaban a Aliaga). Como es sabido, desde 1247, Jaime I transformó esta imprecisa legislación en la más sistemática constituida por los Fueros de Aragón, único código legal vigente en el reino, si se exceptúan las Comunidades de Teruel, Daroca y Calatayud. Tanto en los Fueros de Zaragoza como en los [Fueros] de Aragón se incluían algunos elementos fundamentales en los estatutos jurídicos y políticos de los campesinos. Así, entre ellos, figura el reconocimiento de que las reclamaciones legales que afectaban a cualquier vecino de estas localidades debían ser resueltas por jueces locales y (gracias a que se trataba de señoríos eclesiásticos) que eran factibles las apelaciones ante los tribunales reales, en particular ante el Justicia de Aragón. [...] Es innecesario extenderse sobre la importancia de los procedimientos judiciales y la protección que otorgaba a los campesinos.

Los Fueros estipulaban además la posibilidad de eludir la prisión mientras duraba el litigio presentando fiadores, algo muy valorado desde mediados del siglo XIII. Contenían igualmente otros detalles interesantes, como el control de las actividades mercantiles, vinculado a los jurados y a los oficiales nombrados por ellos.

Un elemento esencial se refería a la posesión de bienes (o más bien, a la prescripción de los derechos legales de reclamación, tanto sobre aquellas tierras que habían sido vendidas como sobre las roturadas) que se limitaba a un año y un día. Dicho de otra forma, pasado ese tiempo (muy breve por comparación con los plazos habituales en otros sistemas legales, que llegaban hasta los treinta años) la propiedad se consolidaba definitivamente. En áreas de colonización, esto suponía una enorme facilidad de acceso a la tierra y, a medida que transcurría el siglo XIII, en una sólida definición de la propiedad, visible claramente en la documentación del periodo final de la Edad Media.

Merece la pena resaltar que existían diferencias apreciables entre los fueros de frontera, como los [Fueros] de Daroca, vigentes en la bailía de Aliaga, y los [Fueros] de Zaragoza/Aragón, pero que tales diferencias eran poco importantes en los aspectos citados. Es suficiente con recordar las extensas facultades judiciales del concejo o la reducción a medio año de la prescripción de las reclamaciones sobre la tierra para ver que, en estos dos puntos, había sensibles coincidencias entre ambos regímenes forales.

Al hilo de estas cuestiones, es preciso subrayar un aspecto que individualiza el Maestrazgo (juntamente con las Comunidades de Teruel, Daroca y Calatayud) en el contexto de la Corona aragonesa: la preponderancia del poder real. La imagen que produce la dependencia de numerosos lugares de la autoridad de las Órdenes Militares es, hasta cierto punto, engañosa, puesto que estas instituciones eclesiásticas se hallaban estrechamente supervisadas por los monarcas desde la época de Alfonso II, una tutela que no cesó de crecer nunca, pero que tuvo un salto cualitativo fundamental en la época de Pedro IV, a mediados del siglo XIV. He indicado ya que los campesinos de la región podían apelar a los tribunales reales, pero este derecho es únicamente una parte de los nexos entre estas comunidades rurales y el soberano que las fuentes procedentes de la Cancillería real dejan entrever. La intervención real se superponía en muchas facetas a la señorial y, en otras, la substituía. Quizá el mejor símbolo de esta peculiar relación entre los hombres del señorío de las Órdenes y el rey sea la división en partes iguales de los impuestos (fogajes, monedajes) que pagaban entre los 'freiles' y los reyes desde la segunda mitad del siglo XIV. En conclusión, se puede decir que la autoridad real alcanzaba niveles muy elevados en el Maestrazgo medieval.>>

[LALIENA, Carlos. Maestrazgo, laberinto de silencio. Capítulo: Historia medieval. pàg. 57-60. Parque Cultural del Maestrazgo. Plan de Dinamización Turística del Maestrazgo. Teruel. 2003]


s.XIII 

En el catàleg de jaciments de la Conselleria de Cultura apareixen diversos jaciments de Portell, i parla del Castell de Portell, la torre del qual és actualment campanari. Està catalogat com a BIC.

"Se conoce que Portell fue un poblado árabe. La primera noticia histórica conocida es la conquista por D. Blasco sobre 1233, pasando más tarde por donación real a manos de los templarios, debido a la ayuda que el rey había recibido de la Orden, pues éstos ya estaban establecidos en los pueblos limítrofes de Aragón, Iglesuela y Cantavieja desde 1180. Fueron ellos quienes se encargaron de su organización y posterior repoblación. Es la Orden del Temple la que construye el castillo, que posteriormente condiciona todo el crecimiento urbano que a sus pies se forma. A la disolución de la Orden en el año 1312, pasó Portell a formar parte de la Bailía de Morella. En 1691 Carlos II la segregó de Morella, junto con todas las demás poblaciones y la elevó a la categoría de villa.

Portell de Morella se halla enclavado en la comarca de Els Ports, siendo con sus 1275 [són en realitat 1075] metros de altitud, la población más alta. El primitivo recinto del castillo se encuentra sobre un montículo, orientado a sur, según la ladera de la montaña, condicionando el desarrollo posterior de la trama urbana de Portell. El castillo de Portell estaba conformado por una torre y un recinto amurallado. La torre actualmente se encuentra reutilizada como torre campanario y del recinto amurallado se conserva el tramo norte con cinco torres y una puerta. El resto de la muralla desaparecida iría por la calle de la Iglesia hasta el encuentro con la calle Nueva, siguiendo después el límite de la parcelación hasta enlazar con la torre del extremo oeste. La puerta se encuentra defendida por dos de las torres y se encuentra desplazada con respecto de la puerta de la torre, como es habitual en el diseño de este tipo de fortificaciones.

Los edificios y espacios urbanos incluidos en el antiguo recinto del castillo son: la iglesia, la casa-abadía, la muralla, el corro y la plaza.

La plaza y el corro se encuentran separados por una diferencia de cotas de 6,50 m, estando aquella más elevada, y, a su vez, se encuentra 4 metros por encima de la calle de la Iglesia.

La Iglesia Parroquial es una construcción del siglo XVIII, que se ubica en el recinto del antiguo castillo, reutilizando por una parte restos de la anterior fábrica gótica, e incorporando la antigua torre defensiva. No se conoce la localización exacta de la antigua ermita gótica, sin embargo, la fachada lateral recayente a la calle recoge una dovela con el escudo de Portell tallado, dos claves de bóveda decorada, un canecillo de arranque de un arco y una clave de arco decorada con un jarrón. Quizá la más interesante de estas piezas es la que representa un rostro humano, que se localiza en la estancia lateral junto al paso que comunica la plaza de la iglesia con el conjunto del coro. Todos estas piezas son restos de la primitiva ermita. La iglesia se puede adscribir al barroco académico, según el cual el espacio pese a su monumentalidad conserva una gran dosis de austeridad que se ve compensada por la rica decoración interior con estucados y pinturas y por la portada retablo en el exterior. Posee planta de cruz latina, tres naves y cuatro tramos. La nave principal se resuelve con una bóveda de lunetos con arcos fajones, mientras que las laterales disponen de una bóveda de arista por tramo. En el crucero hay una cúpula de media naranja achatada, sobre pechinas. El ábside, de planta pentagonal está cubierto por una bóveda poligonal de cinco paños.

La torre campanario es la antigua torre del castillo medieval y está situada a los pies de la iglesia, con una posición central respecto a la nave principal. Consta de tres plantas. La baja sirve de atrio de entrada y está cubierta con bóveda de crucería. Una escalera lateral de dos tramos conduce al coro, que ocupa el primer piso de la torre y que recibe iluminación natural a través del óculo de la fachada. En la parte superior, los muros que configuran la torre aparecen con la mampostería desnuda, sin recubrimientos ni pintura. El cuerpo que remata actualmente la torre es una ampliación posterior que alberga las campanas, al cual se accede a través de una tosca escalera de madera. La cubierta es de teja árabe, a dos aguas, con estructura portante a base de vigas de madera.

La casa abadía es una edificación de dos plantas que se sitúa en el extremo este del antiguo recinto del castillo, ocupando una torre de esquina de la muralla medieval, y yuxtaponiéndose a la iglesia por la parte de la sacristía. El acceso se produce a través de un patio abierto a distinta cota que la calle, al que se llega mediante una escalera de un solo tramo. En su estado original, este patio no era sino el final de la propia calle, que acababa allí como en un fondo de saco, dejando en su margen derecho la cerca del antiguo cementerio. La estructura del edificio no tiene ningún elemento de particular interés, aunque destaca el porche de la entrada, que tiene su importancia como elemento de la arquitectura popular de la zona, y por otra el hecho de que la ligereza de su composición resalte y deje intacto el volumen de la torre. La torre, al incorporarse al conjunto de la vivienda, alberga tres dependencias de estar, una por cada planta, manteniendo básicamente las alturas iniciales de los forjados y también la puerta que accede a la planta primera, de piedra con arco de medio punto adovelado. Su sistema constructivo es el de muros de mampostería con esquinas de sillería. La conexión de la casa abadía con la iglesia se produce a través de un patio situado en planta baja y en la planta piso de la torre por medio de una escalera de caracol que conecta con la sacristía.

De la antigua muralla que rodeaba el recinto del castillo de Portell, se conserva el tramo norte, que con una longitud de 100,50 m, contiene en su desarrollo cinco torres de planta cuadrada: dos en los extremos y de las tres intermedias, dos de las cuales flanquean la puerta de acceso. Las dos torres de los extremos están integradas en senda edificaciones, la del lado este conserva sus cuatro fachadas, forma parte de la casa-abadía, tiene cubierta a un agua y es la más esbelta de todas. La situada en el extremo oeste, tiene igualmente adosada otra edificación que apoyada en ella vierte su fachada principal a la calle de la Iglesia. De las tres intermedias, sólo la del centro conserva todo su perímetro, mientras que las otras han perdido los lados que dan al interior del castillo. Ninguna de las tres tiene forjados intermedios, aunque se ha colocado uno en la torre central siguiendo las marcas que dejara el primitivo. En otros tramos de la muralla, se ha producido una alteración de la rasante original del terreno dejando al descubierto la roca sobre la que se cimienta el lienzo de muralla y haciendo a su vez que ésta parezca más alta. No ocurre lo mismo en el tramo que va desde la puerta de la calle Nueva hasta la torre del oeste, en el que se han mantenido las rasantes originales. Las torres no están situadas equidistantes entre sí, de los cuatro paños intermedios, sólo los dos centrales son de la misma longitud, el situado más hacia el este, alberga la puerta de acceso al antiguo castillo, en la que se ha realizado recientemente, obras consistentes en el ensanchamiento de la misma, para posibilitar el acceso rodado al interior del recinto. La puerta se remata con dos jambas de sillería y dintel y hojas de madera de pino melís. La construcción es de muro de mampostería, de aproximadamente de un metro de espesor, con sillería en las esquinas. La piedra utilizada para labrar los sillares es una arenisca de la zona, por lo cual las partes más bajas se encuentran muy erosionadas. En el encuentro de la muralla con la calle Nueva, se ven señales de roturas. Cuando en su día se produjo la apertura de esta calle, se resolvió el encuentro con la muralla mediante la construcción de un arco de medio punto, el cual quedó derruido hace un par de décadas, para facilitar el acceso rodado. El único resto que se mantiene es la dovela del arranque izquierdo.

El Corro Se conoce con la denominación de El Corro al espacio, de forma redondeada, rodeado por una cerca de piedra en seco, que está situado en el interior del antiguo recinto, que tiene parte de su graderío adosado a la antigua muralla y que en la actualidad se utiliza como placilla de toros. Posiblemente fue construida como corral para guardar el ganado. Su altura original era menor que la actual, la cual se ha conseguido mediante un rebaje de unos 50 cm, bajo la rasante del terreno. Se han producido recientemente obras consistentes en el rejuntado de la piedra en seco con mortero de cal; la reconstrucción de las zonas caídas y la reposición de las losas de piedra en la formación del graderío.

La plaza es un espacio de forma irregular, que queda entre la muralla, la iglesia, la casa abadía, el corro, y las traseras de la edificación que se abre a la calle Nueva.

La plaza, el corro y las murallas se restauraron según proyecto del arquitecto Juan Antonio Rallo Guinot, y el informe de Rafael Culla. En el mismo se contemplaba: -La ampliación de la puerta principal de acceso al corro, desmontando la mampostería y colocando un marco para la puerta de dos hojas de madera maciza de pino melís. -La reconstrucción de la muralla, por la parte superior de la misma y nivelando con la zona más alta en buen estado. El resto de la muralla se consolidaba en los puntos en que fuera necesario. -El corro se excavaba y nivelaba hasta la cota del nivel primitivo, rellenándose con una capa de 20 cm de arena, mientras que en el resto se extendía una capa de garbancillo triturado en capa de 10 cm. -Las gradas de mampostería se limpiaban de arbustos, rejuntando la mampostería suelta, con reposición de las faltas o deterioros. -Se disponía de un forjado en la zona del toril. (C.Pérez-Olagüe)"

[Web de la Conselleria]


s.XIII 

"El ínclito rey, D. Jaime I -dice Balbas en su libro- aun antes de conquistar el Reino de Valencia, había ya repartido para después de la victoria las tierras y lugares que pertenecían á los moros, entre los ricos-hombres, barones y caballeros, que le acompañaban en aquella heroica empresa.

Después de la capitulación de Valencia (28 de septiembre 1238), continuó el repartimiento; así que la mayor parte de las donaciones llevan la fecha de 1237 á 1249, si bien aún se encuentran también algunas en los años sucesivos.

En los trescientos ochenta personajes aragoneses y catalanes que acompañaban al Rey, llamados caballeros de conquista, recayó la mayor parte del botín; entre ellos figuraban algunos mallorquines, navarros y del condado de Montpeller. También participaron del repartimiento clérigos, soldados, industriales y artesanos (catalanes en su mayor parte, moros pacíficos y otras muchas personas). Estas donaciones se hacían unas sin censo ni tributo alguno, otras á censo anual, que solía ser de diez sueldos por yugada y en otras se retenía el Rey la mitad ó una tercera parte de la ganancia líquida. En unas se exigía que no pudiese ser vendida la propiedad á nobles y eclesiásticos; en otras, que no pudiera enajenarse durante la vida del donatario, notándose, además, otras muchas particularidades que sería prolijo enumerar.

FUEROS Y CARTAS PUEBLA.- El cronista [Balbas], á quien seguimos en estas notas, pudo reunir una regular colección de cartas-pueblas referentes á poblaciones de esta provincia [...] Son documentos que reflejan el carácter, instituciones, costumbres y manera de ser de los pueblos, elementos dignos de tenerse en cuenta para conocer su desenvolvimiento moral y material. La fuerza adquirida durante la Edad Media por los municipios para enfrenar la tiranía que servía de rémora á su progreso social, así como la misma institución de los municipios, nacida en el siglo XII, tienen su cuna precisamente en estas cartas-pueblas, base de su autonomía y progreso. ¡Lástima grande que muchos de tan preciados documentos hayan perecido entre las llamas de los incendios ó en manos de la ignorancia!

Referentes a la provincia de Castellón, se conservan las de los pueblos siguientes, por orden alfabético: [només citem els més propers a Portell] Ares del Maestre, Benasal, Castellfort, Catí, Culla, Forcall, Herbés, Morella, Olocáu, Todolella, Villafranca del Cid, Zurita [...]"

[SARTHOU CARRERES, Carles. Geografía general del Reino de Valencia: Provincia de Castellón. p.158. Barcelona. Ed. Alberto Martín. 1913; edició de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón. Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). 1989]


s.XIII

Sarthou ens parla de les demarcacions historico-naturals de Castelló:

"Independientemente de las divisiones administrativas legales, que no suelen responder á ninguna razón histórica, podemos señalar en nuestra provincia tres comarcas bien delineadas por sus tradiciones, costumbres, dialectos y especial idiosincrasia. Son éstas:

LA PLANA, que comprende desde las últimas estribaciones de la sierra de Espadán hasta el mar y todo el litoral en la parte SE. de la Provincia, alrededor de la desembocadura del Mijares y hacia el S. de la Capital.

EL ARAGÓN CASTELLONENSE, es la región montañosa de Poniente, abarcando la sierra de Espadán y cuenca del Palancia en el extremo SO. de la Provincia y llano de Segorbe, caracterizándolo especialmente el dialecto aragonés en los distritos de Viver y Segorbe.

EL MAESTRAZGO DE MONTESA, que ocupa la mayor parte de la Provincia, extendiéndose ó abarcando más de su mitad en la parte Norte.

[SARTHOU CARRERES, Carles. Geografía general del Reino de Valencia: Provincia de Castellón. p.160. Barcelona. Ed. Alberto Martín. 1913; edició de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón. Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). 1989]


Parlant del "Maestrazgo de Montesa", el propi Sarthou ens fa una revisió de les ordres religioses que ací teníem:

Las villas y lugares que perenecían al Maestrazgo ó Mesa Maestral, eran los siguientes:

EL BAILIO DE CERVERA, que se componía de las villas de Cervera, San Mateo, Trahiguera, San Jorge, Chert, Canet, La Jana con el Carrascal, Rosell y Cálig. Esta bailia hallábase gobernada por un caballero de la Orden, con el título de Lugarteniente y Capitán del Maestrazgo viejo de Montesa y residía en el palacio que poseía el maestre en San Mateo, y por eso se le solía llamar también gobernador de San Mateo.

LA BAILIA DE MONTCADA, que comprendía la villa de este nombre y las de Carpesa, Borbotó y Masarrochos.

LA BAILIA DE SUECA (opulenta y rica), las villas de Montesa y Vallada.

LA ENCOMIENDA DE SILLA, que pasó al Maestrazgo por Bula de Clemente XIII de 9 de Mayo de 1761.

EL CASTILLO DE PEÑÍSCOLA, que primero fué encomienda, después se incorporó á la Corona, más adelante perteneció al Maestrazgo, y, por fin, incorporada á la Corona como plaza fuerte. [i una mica més avall afegeix:] (La encomienda de Peñíscola era la principal de la Orden y pertenecía al Comendador Mayor, al que se le dió, cuando aquella villa de incorporo á la Corona, la encomienda de Culla, que se cambió después por la de las Cuevas.)

Las 'encomiendas' eran las sigüientes:

LA DE LA TENENCIA DE LAS CUEVAS DE VINROMÁ, que se componía de la villa de este nombre y las de Albocácer, Salsadella, Tírig, Villanueva de Alcolea, Torre d'En Doménech y Sarratella.

LA DE LA TENENCIA DE CULLA, en la que radicaban siete villas ó lugares: Culla, Vistabella, Adzaneta, Benafigos, Molinell, Torre d'En Besora y Villar de Canes.

LA (ENCOMIENDA) DE BENASSAL , con esta villa y Torre d'En Besora.

LA (ENCOMIENDA) DE ARES, reducida tan solo á esta villa y su término.

LA (ENCOMIENDA) DE VINAROZ Y BENICARLÓ.

LA (ENCOMIENDA) DE ALCALÁ DE CHIVERT con los antiguos territorios pertenecientes á las villas de Xivert y Pulpis.

LA (ENCOMIENDA) DE ONDA con sus lugares anexos Tales y Artesa.

LA (ENCOMIENDA) DE VILLAFAMÉS Y LA DE BURRIANA.

Fuera de esta provincia posíea también la Orden de Montesa otras encomiendas, como MONTROY, PERPUCHENT y ADEMUZ y CASTELLFABIB.

Además del PRIORATO DEL SACRO CONVENTO, poseía la Orden otros doce, de los que siete pertenecían á la provincia de Castellón. De éstos, tres eran de los Templarios: el de Torre d'En Besora (bajo el título de San Bartolomé), el de Peñíscola (bajo el título de San Jaime) y el de Xivert (bajo el título de Nuestra Señora). Los otros cuatro, que pertenecían a los Hospitalarios, eran los sigüientes: Burriana (bajo el título de San Juan Bautista de Jerusalén), Cervera (bajo el de Nuestra Señora de la Costa), Onda (bajo el de Santa Magdalena), y Villafamés (bajo el de Nuestra Señora).

[Com veiem, ni Portell ni cap poble del castell de Morella apareix ací i és que el castell de Morella no pertanyia a cap ordre religiosa, i per tant, històricament no tenim res a veure amb EL MAESTRAZGO, que durant tants anys se'ns ha fet pensar que formavem part]"

[SARTHOU CARRERES, Carles. Geografía general del Reino de Valencia: Provincia de Castellón. pp.160-162. Barcelona. Ed. Alberto Martín. 1913; edició de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón. Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). 1989]


s.XIII

"Conquistados por D. Jaime los lugares de estas comarcas, sumaron confuso conglomerado de reinos, condados y señoríos, cuyas líneas divisorias se borraban de continuo, motivando pleitos y disputas. Ello obligó al Rey Conquistador á designar los límites de su Reino (publícanse estos antiguos límites en el trabajo del Sr. Muga: 'Descripción física del antiguo Reino de Valencia', en el volumen Reino de Valencia de la presente publicación).

Más tarde, en el reinado de Jaime II, hubo algunas mudanzas. Se dió á Aragón un trozo de terreno con Rubielos, Alventosa y algún que otro pueblo; y en justa compensación, se le añadió a Valencia terreno por parte de Murcia.

El maestro Balbas nos dice lo siguiente: <<En la época foral hallábase el Reino de Valencia dividido en cuatro gobernaciones: la de Orihuela, la de Játiva, la de Valencia  y la de Castellón de la Plana (y al frente de cada una había un lugar-teniente general gobernador). La de Castellón compendía por la parte de la costa desde el río Cenia, que era mojón de Cataluña, hasta el río Uxó; y por la parte montañosa, todo el territorio del Maestrazgo y de Morell, hasta el mojón de Aragón."

[SARTHOU CARRERES, Carles. Geografía general del Reino de Valencia: Provincia de Castellón. p.157. Barcelona. Ed. Alberto Martín. 1913; edició de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón. Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). 1989]


s. XIII-XVI

Ramon Huguet Segarra, en el llibre de geografia general del Regne de València de Sarthou Carreres, parlant del moviment artístic al llarg de la nostra història, ens parla del romànic, del gòtic, de l'art ojival, de l'estil renaixentista i, finalment, del barroc. Pel que fa a l'ojival, diu:

"El arte ojival, que comienza á manifestarse en los reinos españoles cuando acaba el siglo XII y se extiende hasta los inmediatos sucesores de los monarcas que realizaron la unión nacional, coincide con un momento de grandeza histórica de esta provincia. Durante los tres siglos comprendidos desde el XIII al XVI, las artes alcanzan en esta tierra un relativo esplendor y una cierta personalidad. Dentro de esta época se elevaron importantes monumentos religiosos, se reconstruyeron y se edificaron de planta muchos de los castillos y fortalezas de que ahora contemplamos las ruinas, y adquirieron cierto florecimiento nuestras industrias artísticas; las cerámicas con los valiosos elementos que les aportaba la población morisca, las suntuarias y de orfebrería con influencias francesas, italianas, etc., merced á la frecuencia de relaciones existente con estos países." I ens dóna algun exemple d'art ojival: "la iglesia de Burriana [...] de la que todavía existe algún escondido detalle de su primitiva fábrica; la iglesia arciprestal de Morella [de la que fa una ampla descripció]; "la iglesia mayor de Castellón"; "la iglesia de San Mateo"; "el claustro de la iglesia de Segorbe"; "la Cartuja de Valdecristo, que se halla en las afueras de Segorbe", i afegeix un gran nombre de referències a retaules i objectes de culte de l'época."

[SARTHOU CARRERES, Carles. Geografía general del Reino de Valencia: Provincia de Castellón. pp.209-210. Barcelona. Ed. Alberto Martín. 1913; edició de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón. Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). 1989]


1202

En el llibre "Maestrazgo, laberinto de silencio", Carlos Laliena diu:

"Hay poco que decir de la suerte de los habitantes de esta zona, puesto que no subsistió ninguna comunidad mudéjar en ella, a diferencia de lo ocurrido en el Valle del Ebro. La escasa población campesina fue desalojada o deportada, en un movimiento que concluyó con seguridad antes de 1200. Las condiciones de una tierra de frontera no eran las más idóneas para una coexistencia pacífica similar a la ensayada en los inicios del siglo XII en otras comarcas. Diversos testimonios subrayan las dificultades y peligros que suponía la instalación de pobladores dentro del radio de acción de las fortificaciones musulmanas del norte de Valencia. Al mismo tiempo, dejan claro que la <<confusión de los sarracenos>>, que debían procurar los inmigrantes de las nuevas localidades creadas en este periodo, era el fruto de las cabalgadas de saqueo organizadas por los concejos y los grupos de caballeros de las Órdenes Militares instalados en el arco montañoso de las sierras de Javalambre y Gúdar. El pillaje de los musulmanes tenía plena legitimidad y no sólo incluía el ganado o los bienes transportables, sino también el territorio. así, en 1202, Pedro II concedió a la Orden del Hospital de San Juan un castillo llamado Fortanete, al que atribuyó como límite meridional <<de la parte, que va hacia la tierra de los sarracenos, cuanto podáis los frailes apoderaros y extenderos>>, un ejemplo que dista de ser el único en esta zona: los límites meridionales del territorio de estas comunidades se mantuvieron abiertos hasta la ocupación de Valencia, entre 1233 y 1238."

[LALIENA, Carlos. Maestrazgo, laberinto de silencio. Capítulo: Historia medieval. pàg. 51. Parque Cultural del Maestrazgo. Plan de Dinamización Turística del Maestrazgo. Teruel. 2003]


1212

Pedro II fa marcar la frontera entre la Bailia de Cantavella i el castell de Morella. José Altaba Escorihuela, en un llibre de nom “Cantavieja y su baylía” -Madrid, 1978, pàg. 51- diu: “El barranco en dirección a Portell (Castellón) consta de unas treinta masías y el barrio de San Juan con solo tres casas abiertas actualmente; dista de 10 a 12 kilómetros del pueblo”. “Muy cerca de este barrio, otro llamado de La Albareda en término de Portell, la Alcantarella que ya mencionaba Pedro II en 1212 al hablar de las confrontaciones de los términos, nombre que se aplicaba a toda esta zona”. “Así vemos que el cronísta Espés (folio 592, arch, de la Seo de Zaragoza): En 1409, de licencia del Arz. D. Gonzalo de Funes, el Comendador (Sanjuanista) de Cantavieja edificó la ermita de San Juan Bautista en el término de dicho lugar en la partida de Las Albaredas”.

  (GRAU MONSERRAT, Manuel. “Termenals Portell - l’Anglesola”, en nota núm. 1, pàg. 88. Butlletí d’Amics de Morella i Comarca (A.M.Y.C.), any XI, Morella, 1989-90)


1212 aprox.

Vicent Forcada ens dóna un possible origen de Portell abans de la reconquesta de Morella (1232), basant-se en el fet de que estiga fortificat. Diu el següent:

<<La presencia de "poblaciones cerradas" en la Comarca morellana estriba en que Morella nunca consintió que sus "Aldeas" se fortificaran por cuanto ello iba en contra de su propia soberanía, y, si en algún caso concreto hay presente en su demarcación de "población cerrada o amurallada", ésta lo es por cuanto en algún momento estuvo fuera del alcance de su dominio señorial. Es el caso de Vilafranca como también el de Portell de Morella, ya que la primera llegó a depender directamente de D. Blasco o del "Castell de Culla", mientras que la segunda, posiblemente lo fuera de la Orden templaria alrededor de 1240, cuando los acontecimientos ocurridos con relación a D. Blasco de Alagón o, quizá mejor, alrededor de 1212, cuando de forma esporádica, antes de nuestra reconquista, llegó a ocupar parte de nuestras tierras a tenor de lo indicado en los lindes jurisdiccionales de la Carta de población dada al Castillo de Cantavieja por Pedro II de Aragón. Caso semejante es cuanto ocurre con los castillos, pues los existentes en tierras de Morella lo son simplemente señoriales, salvo los de Olocau del Rey, Vilafranca, Castellfort y Benifassà, por cuanto ya existían antes de entrar en el campo del dominio del Castell morellano. Ahora bien, el establecer portales y poderse cerrar a voluntad de su poblamiento era algo mucho más sencillo e incluso consentido por Morella.>>

[FORCADA MARTÍ, Vicente. Torres y Castillos de la Provincia de Castellón. Síntesis histórico-estructural. Pàg. 220. Primera edició, 1992, Societat Castellonenca de Cultura. ISBN 84-86113-12-1]

*El podeu trobar en versió PDF en www.vicente-forcada.com o en http://homepage.ntlworld.com/forcada/


En un altra publicació del mateix autor, "La obra castrense en la provincia de Castellón", parlant de les nostres muralles ens diu:

<<"Población fortificada". Más que "Castillo de Portell" hay que considerar sus defensas como propias de una población excelentemente fortificada en su día como ninguna de la demarcación morellana salvo, como es natural, la propia capital del Distrito: Morella. Se halla a 1074 m. de altura dominando los pasos de Iglesuela hacia la primera población de "Els Ports" cual es Morella. Sus antecedentes, en obra de fortificación, hay que relacionarlos con la donación, por parte de Pedro II de Aragón en 1212, del territorio comprendido entre los montes que cercan el Cantavieja a la Orden del Temple poseedora del vecino Castillo de Cantavieja, a la cual se le deben las formidables defensas que, todavía hoy, pregonan y cercan, en buena parte, esta población de Portell.

Históricamente, sin embargo, se englobó Portell, como "Aldea", en los dominios territoriales del castillo morellano tras su conquista llevada a cabo por D. Blasco de Alagón en 1231 y, muerto éste en 1240 continúa Portell como Aldea morellana hasta que, en 1691, alcanza su independencia de la villa matriz al igual que el resto de las Aldeas.>>

[FORCADA MARTÍ, Vicente. La obra castrense en la provincia de Castellón. 191.2. Aula Militar "Bermudez de Castro". 2005]


1212

Desembre, 4. Finalment, trobem una traducció d'aquesta famosa confirmació per part de Pedro II d'Aragó a de la donació del territoris que formarien part de la batllia de Cantavella feta per son pare Alfons II d'Aragó el 1195 (o 1194?) al pare Gasco dels Templers. I, sembla ser que efectivament estaríem dins, tal i com ja apuntava Forcada. Aquest document de ratificació ens el dóna ja traduit Puig en el seu llibre de la Iglesuela i diu així:

<<A don Alfonso II de Aragón sucedió su hijo don Pedro II, que confirmó la donación a la orden del Temple que su padre había hecho a la religión del Sant Redemptor, como constaba en un documento existente en el archivo parroquial según J. Salvador y B. [ENCARA DEU EXISTIR AQUEST DOCUMENT??] y que decía así: "En el día 4 de las Kalendas del mes de diciembre, de la era 1250, que corresponde al año de N.S.J.C 1212, el rey don Pedro II de Aragón y conde de Barcelona, queriendo poblar sus tierras, mayormente las que estaban en las fronteras de los sarracenos, confirmó por su carta de dicha fecha la donación hecha por su padre el rey don Alfonso de Aragón a Fray Guillermo Catellí, de Cantavella, que ya por su padre había dado y concedido a los religiosos del Sant Redemptor en sus cartas". En dicha carta se establecen los términos o límites siguientes, que copiamos literalmente traducida del latín:

"...desde la hoya de Cornelio, a saber, así como se va a la Cueva de Moncimo, y así como los predichos términos se dirigen a la Peña de Ovellera y a la Cueva de Candela y a la torre de Codoñera, debajo de las que concluye; toda la posesión de Domingo Fortuño así como se dirigen a la Torre Malefas, comprendida dentro y estando toda la propiedad de Entio Sancho (¿?) [el que els historiadors valencians interpreten com La Mata perquè apareix en molts documents com <<la mata d'Ennech Sanz>>], y después así como se va a la Muela de Sariñena y el castillo de Celumna y salen a la Alcantarela, y así como corre el río de las Truchas y la Iglesia del Cid y las Cuevas del Cid, se hallan comprendidas dentro del mismo modo, y así como corre por el río de las Truchas hacia arriba y siguen los predichos términos a las casas de Actorella, y desde allí salen a la Laguna o Balsa negra, situada debajo de la finca de la Actorrella, y así como sigue hasta el Collado de la Mora, Umbrías de Fortuño Tena, que están debajo, y desde el Collado de Mora así como las aguas vierten hasta Cantavieja y hasta la hoya de Cornelio, etc. Zaragoza el 4º de las Calendas del mes de Diciembre, Era 1250 [= 1212 Annus Dominus].">>

I afegeix: "Alcantarella y Actorella, ¿Se referirán a las que conocemos hoy por Albareda y Masía de las Torrecillas? [l'Alcantarella, encara que podia ser qualsevol barranc, no sembla que siga l'Albareda perque aquesta delimitació ve de la Mata i de la mola de Saranyana a la Todolella, i passaria pel Castell de Celumna, que posiblemente siga, o bé el nostre, que encara no queda clar, o la fortalesa que hi havia a la Roca Roja, i després va rambla Sellumbres amunt fins a l'ermita del Cid (Iglesia del Cid i Coves del Cid). Per un altre document de delimitacions que es fa cinc anys més tard, el 1217, que va servir per a que en 1407 es posaren fites a la frontera entre el Castell de Morella i la batllia de Cantavella, queda clar que aquesta delimitació va pel barranc dit de l'Alcantarella, que és el ara conegut per Barranco del Peral o Barranc del Mas de las Peñas, que baixa des de les Cabrelles fins a la Rambla Sellumbres, coneguda més amunt com a Riu de les Truites; per tant, si l'Alcantarella és aquest barranc no pot ser l'Albareda]

[PUIG IZQUIERDO, Fidel Alejo. La Iglesuela del Cid y su ermita. Datos geográficos e históricos. pàg. 49. Imprenta Ferrando. Alcañiz. 1991]


I Fidel ens dóna una altra informació, que és on hi havia documentació sobre la batllia de Cantavella, que era, sorprenentment, en Miravet de Ebro. Diu:

"En la posesión de las tres bailías de Cantavieja, Castellote y Monzón sucedió a los Templarios la orden de caballeros de San Juan, llamada también de los Caballeros del Hospital u Hospitalarios, que creada en 1104 con el objeto de suministrar lo necesario a los que iban a Jerusalén a visitar el Santo Sepulcro y de cuidar del arte militar en lo referente a las guerras contra los moros, se fue apoderando poco a poco de todas las posesiones que tenían sus anteriores. Estos pusieron priores a la orden para que el gobierno de la iglesia y varios conventos en distintas poblaciones, siendo uno de los comendadores más notables de esta orden Freyre Arnal de Castellví, que en 1367 cedió a treudo varios terrenos de la orden, sin perjuicio de que su castellán de Amposta siguiese nombrándoles el justicia, jurados y otros oficios anexos a su cargo. De aquí que las actas de todo lo que se refiere a la bailía de Cantavieja y de sus lugares se hallasen en Miravet de Ebro en 1710, según Piera, y de aquí que hayamos visto tantos recibos o albaranes en el archivo municipal de la Iglesuela firmados por el castellán de Amposta y referentes a los cobros de derechos sobre dichas bailías [ENCARA ESTARAN ALLÀ??]. El escudo de armas de San Juan, o de Santiago, o de San Jorge, como se llama en Aragón, está grabado en lo más alto del portal del muro, encima del que se halla la cruz de San Jorge. Parecen <<estelas funerarias>> de algún maestre templario. [A CANTAVELLA?? ENCARA DEU D'ESTAR??]"

[PUIG IZQUIERDO, Fidel Alejo. La Iglesuela del Cid y su ermita. Datos geográficos e históricos. pàg. 49. Imprenta Ferrando. Alcañiz. 1991]


1216

En el llibre "Maestrazgo, laberinto de silencio", es fa un bon repàs a la història de les nostres terres, i Carlos Laliena ens dóna una mostra de carta de poblament, concretament de la de Aliaga, coneguda com a "Fuero de Aliaga":

<<El historiador James Powers ha definido esta situación diciendo que se trataba de "una sociedad organizada para la guerra", pero también se podría decir que era una sociedad organizada por la guerra. En efecto, la frontera se convirtió en lugar de acogida de gentes que huían de su pasado: homicidas, ladrones, hombres violentos, deudores, al igual que muchos que carecían de familia o e lazos de parentesco. Las cartas de fundación de La Cañada de Benatanduz o Aliaga recogen la inmunidad de los malhechoresy asesinos que se refugian en estas localidades: "si algún homicida (por citar una) se asentase en Aliaga y después de él vinieran a instalarse sus enemigos, que reciban en su amistad al homicida o que salgan de la villa".>>

Si voleu més detalls d'aquesta carta pobla, podeu consultar-la entrant en: FUERO DE ALIAGA

[LALIENA, Carlos. Maestrazgo, laberinto de silencio. Capítulo: Historia medieval. pàg. 52-58. Parque Cultural del Maestrazgo. Plan de Dinamización Turística del Maestrazgo. Teruel. 2003]


1217

 Segons Grau l'any 1217 es va fitar la frontera entre el que seria el Castell de Morella i la batllia de Cantavella. Per més informació, podeu consultar el document transcrit: [termenals portell - la iglesuela]

 “En 1407 fou fitat, segons mollons que allí havie d’antic, el terme de Portell en la seua delimitació amb l’Anglesola, que és el mateix que dir entre els Térmens Generals del Castell de Morella i la batllia de Cantavella; fou àrbrit l’arquebisbe de Saragossa, Garcia Fernández de Heredia. Varen seguir-se, provablement, les fites establertes en 1217 pel rei Pere II.”

[GRAU MONSERRAT, Manuel. “Termenals Portell-l’Anglesola”. Butlletí d’Amics de Morella i Comarca (A.M.Y.C.), any XI (1989-90), p.83; basats en un document de l’Arxiu Històric Notarial de Morella (AHNM) fet pel notari Antoni Esquerdo (1407)]


1225

Abril. En la Carta pobla de Cantavella feta per l’Ordre del Temple, en abril de 1225, apareix l’Albareda, i Martínez Calvo ens la dóna traduïda. Entre altres coses, diu:

“...Yo Fray Falcó de Montpesat, humilde ministro de las Casas de la Milicia del Temple en la Provenza y algunas partes de España, una vez tomado consejo y asentimiento de todo nuestro capítulo general celebrado en Monzón, y con el asenso y voluntad de todos los freires de Cantavieja.. .damos y concedemos a todos los pobladores y sus sucesores Cantavieja con todas sus pertenencias, exceptuadas nuestras dominicaturas, para que la posean y retengan libre ingenuamente, con derecho perpetuo, por todos los siglos de los siglos amén: con sus ademprios, a saber: de aguas, caminos, montes, bosques, pastos, carrascales [...] Los términos de Cantavieja son éstos: del collado de la Mora hasta la muela Monchén, y sale a la hoya de Cornelión, se alarga hasta el collado del Barranco hondo  [un altre Barranc Fondo?] sobre Mirambel, por el barranco abajo, como corre el agua que sale de la fuente Mala, y de allí sigue hasta la torre de Sarrín, y de allí sale al Horcajo de la Cogullada, entrando al río de Las Albaredas y rio arriba hasta Nogueruelas (mas), y por la Umbría debajo de las Nogueruelas hasta subir a la fuente de la Peña, y de allí se alarga hasta la cabeza de las Carellas, y de la cabeza de las Carellas sigue hasta la Laguna Negra, y de allí sube hasta el cerro de la Dehesa, y de allí hasta el cabezo de la Mora.”

  -AHN. Orden San Juan. Lengua de Aragón, carp. 651, nº 3 (Copia coetánea en pergamino de 31 x 21 cm.)

-AHN, idem, leg. 231, nº 1. Códice 660-B, pp. 3-6. Códice 661 B, pp. 1-4

-Publ. Benito Ruano, E. “La encomienda templaria de sanjuanista de Cantavieja”, en “Homenaje a D.J.Mº. Lacarra en su jubilación...”, III (Zaragoza, 1977) pp. 161-163.

  (MARTÍNEZ CALVO, Pascual. Historia de Castellote y la comarca. Antiguo partido, La Ginebrosa y Olocau del Rey. Pàg. 80. Editorial Hechos y Dichos. Zaragoza, 1992)


1232 - 1334

Sarthou, segurament fent-se ressó de la publicació en 1868 del llibre "Morella y sus aldeas" de José Segura y Barreda (que per cert, no sabem fins a quin punt és creïble, com ja se n'adona Sarthou: "obra en tres tomos, á la que remitimos al lector, no sin reconocer que no está exenta de algunos errores"), i que citem ací per la repercussió que en el nostre poble ha tingut sempre el que passava a Morella, tant si érem aldea o no. Diu:

<<En los albores del año 1233 comenzaba por Morella la conquista del Reino valenciano. D. Blasco de Alagón, abusando quizás de la promesa hecha por Jaime I de darle los castillos que conquistase á los moros, armó sigilosamente á los suyos, y pactando secretamente con los hijos de Abu-Zeyt (á cuyo servicio estuvo dos años), se apoderó por sorpresa del castillo y plaza de Morella, entrando á traición por la "puerta ferrissa" en Octubre 1232 y bendijeron el templo en 7 Enero 1233. Al dirigirse D. Jaime de la sierra de Albarracín á Ares, supo lo ocurrido  se dirigió veloz á apoderarse de su triunfante mayordomo. A media noche y nevando llegó á "les roquetes del Puig del Rey", permaneciendo un día y dos noches sin comer, escondido en una de sus cuevas. Al tercer día, cuando salió de la fortaleza el de Alagón, fué sorprendido por los del Rey y conducido á su presencia. Tras un interesante diálogo, se convino en que D. Blasco entregaba al Rey la plaza, pero la tendría por él y para él, prestándole de rodillas homenaje de manos y boca ante testigos en el mismo mes y año (D. Jaime entró en la plaza á las dos de la tarde entre las aclamaciones de las gentes). Pero D. Blasco fué olvidando su dependencia del Monarca, enseñoreándose por estos lugares; pobló las sierras de Olocau, Zurita, Herbés, Catí, Villores, Cinchtorres, Forcall, Ortells, Ares, Culla, Cuevas y Benassal, repartiendo entre sus caballeros los pueblos citados. En 1238 se apoderó de la formidable fortaleza de Galintort (último baluarte de los moros), y fundó á Castellfort, Villafranca y Albocácer. [de Portell no diu res, segurament perquè com està en poder dels templers, no li pot posar mà]. Dice la interesante monografía de Matías Pallarés Gil, titulada "D. Blasco de Alagón, señor de Morella [Nota: Forma parte del tomo I del "Congreso de historia de la Corona de Aragón, dedicado al rey D. Jaime I y á su época (Barcelona, 1909, pág. 227)], que este personaje no asistió á la toma de Valencia:

"Mientras el ejército real y otras milicias asediaban la importante ciudad, D. Blasco con los suyos, según escribe el señor Segura y Barreda, hizo una batida contra los moros que ocupaban las inmediaciones de Morella. A últimos de Agosto de 1237, ganó el castillo y lugar de Galintort (hoy Castellfort), al que concedió á los pocos días la carta de población á favor de Ferrer Sagarra para poblar 'a populandum', permitiéndole tener justicia y consejo, abrir horno y molino, con la sola obligación de pagarle anualmente tres cahices de trigo. Igual ó parecido privilegio otorgó al pueblo de Culla; y en su término, cerca del río Truchas, proyectó fundar una población que por las grandes franquicias que le otorgó (Nota: entre otras, la de poder gozar su municipio hasta parte del derecho señorial), se llamó Vilafranca del 'Sait' ó del Señor (hoy del Cid), cediéndola libremente á Marcos de Villarlongo, Gracián Navarro y otros, en 25 de Enero 1239. En esta fecha, autorizó también á Juan de Brusca y 30 pobladores más para fundar otro poblado en una heredad propia, término de Cuevas de Avinromá, llamada Albocácer ('Historia de Jaume I el Conquistador, tomo II, págs. 168 y 470).

Don Blasco todavía le sobrevivió á su hijo algunos años; pero en documento de 1249 consta ya como fenecido ('quondam defuncto'). El Monarca entró entonces en plena posesión del señorío de Morella, siendo su primera providencia dictar otra carta-pobla, confirmando la que ya regía de D. Blasco. Quiso mostrarse espléndido con sus nuevos vasallos; y en el mismo día (16 de Febrero de dicho año [1249]) expidió privilegio de exención de lezda y peaje, poniendo asimismo á los moradores bajo su protección y custodia (Segura y Barreda, tomos I y II, fols. 191 y 419). En 6 de Marzo de 1257 concedió terreno para una plaza, donde la villa pudiera celebrar su feria y mercado, tener su peso y medidas, con facultad, además, de levantar 50 obradores, pagándole los arrendatarios un morabetín de censo al año (A.C.A., Reg. 9, fol. 12). Tres estatutos otorgó también en el espacio de poco tiempo; uno á favor de los judíos que acudiesen á vivir en la localidad, dándoles los mismos privilegios que ya gozaban los de la aljama (A.C.A., Reg. 12, fol. 145); otro, sobre corte de maderas y hornos (A.C.A., Reg. 21, fol. 25), y otro para que pudieran formar parte de la junta de Teruel (A.C.A., Reg. 21, fol. 142). Finalmente, en 4 de Marzo de 1273, les dió licencia para conducir á la villa el agua de la fuente de Vinachos y de construir molinos (A.C.A., Reg. 21, fol. 142).

Si queremos dar crédito á los historiares de Morella [posem-ho en dubte, doncs], el célebre y único señor de esta villa tuvo un fin desastroso: quiso hacer armas contra Don Jaime, dicen: <<se atacaron los dos partidos y á las pocas horas el partido del Rey triunfó, quedando el mismo D. Blasco en el campo de batalla cadáver...>>. Más, sobre no apoyarse el hecho en escrituras conocidas, resulta que cuantas rebuscas he practicado en el Archivo de la Corona en comprobación de ello, han resultado infructuosas. De quien se halla que sostuvo cierta lucha con el rey Don Jaime, es de un hijo de D. Artal y nieto del renombrado D. Blasco. Llevaba igual nombre y apellido que su abuelo, por lo que ha podido haber alguna confusión en todo ello. En 1260, entró éste en posesión de la ricahombría de su casa ;el Monarca le concedió tener hasta treinta caballeros á su mando, asignándole, de diferentes lugares, una pensión anual de 15.000 sueldos jaqueses (A.C.A., Reg. 11, fol. 234). Pero algunos años después se unió á los muchos nobles que pretendían estar agraviados con el Rey, y levantándose en armas, causó enormes daños en los lugares de Culla, Villafranca y Vistabella y contra Guillén de Anglesola que se oponía á sus revoltosos planes; por cuyas razones se le condenó á restituir á la Real corona el castillo de Sástago, así como las torres de Galintort y heredades contiguas, salvo aquellas que tenía obligadas al dote de Dª. Justiniana, su mujer. En 19 de febrero de 1264 se le exigía por Reales letras esta restitución, al propio tiempo que se ordenaba á los Justicias y Caballeros del Reino que persiguieran á D. Blasco y le causaran cuantos daños pudiesen (A.C.A., Reg. 12, fol. 145)".

Morella era un bailío de la Corona y de los más importantes; como barrios suyos se consideraban Sarañana, Chiva, Palanques y La Mata, y como aldeas de su pertenencia, Portell, Cinchtorres, Forcall, Castellfort, Vallibona y Villafranca. Además, el Justicia de Morella tenía la jurisdicción criminal en el célebre monasterio de Benifazá y sus lugares de Pobla, Bojar, Ballestar y Castell de Cabres, Fredes, Carachar [Coratxar] y Bel. El bailío duró hasta la abolición de los fueros; entonces se estableció en Morella una gobernación militar y política que abarcaba el actual partido judicial de este nombre y buena parte de los de Albocacer, Lucena, Viver y Segorbe (T. Llorente: "Valencia", p. 306). En 1312 fué Morella elevada á capital de provincia militar, porque así convenía á las miras de la Corona (Nota: Los carlistas lo hicieron propio en la guerra de Cabrera). Desde la Reconquista seguía rigiéndose por la Constitución política que D. Jaime I le había dado; también gozaba [de] algunos privilegios. Uno de éstos fué, por ejemplo, el tribunal del Lligalló para los pastores, con sencillos procedimientos (Nota: Fué concedido en 16 Marzo 1270 y se celebraba dos veces al año: San Miguel y Pascua); pero así como el tribunal privilegiado de las aguas concedido por  el mismo Rey á los regantes de Valencia aún perdura en vigor, el del Lligalló de los morellanos se extinguió á mediados del siglo XVIII. Las aldeas antes citadas de Morella, sujetas á su jurisdicción y señorío de D. Blasco durante los 16 años que éste duró, se fueron desmembrando de aquélla por distintas causas y en diferentes fechas, comenzando por Cuevas (con Ares y Albocacer) y Culla (con Benasal, Torre En Besora y Molinell) en 16 Septiembre 1294, y acabando por Forcall, Catí, Villafranca, Cinchtorres, Castellfort, La Mata y Vallibona en 9 de Febrero 1691 [i oblida de Portell, que també la va obtenir: anar a l'any 1691] (Nota: Pedro IV, en 13 de Enero 1340, comisionó al baile de Morella para amojonar los términos de las aldeas que comprendía la jurisdicción de la villa)

[...] Conquistada Morella por D. Blasco de Alagón, la dió a poblar á 500 cristianos viejos, otorgándoles la carta-puebla en 17 Abril 1233 (Nota: De una copia auténtica que halló D. Manuel Betí, su arcipreste, entresacamos estas cláusulas, renunciando á copiar la de Barreda que la trae truncada y equivocada:

"Donamus atque concedimus villam de Morella, cum omnibus suis terminis, quingentibus populatoribus ad populandum ad forum de Sepulvega et de Extremadura, franche libere et quiete in perpetuum, cum hac presenti carta perpetuo valitura". Siendo los límites expresados en dicha carta, para el término de Morella, los siguientes: "Afrontaciones autem termini Morelle sunt et debent esse; sicut dividit cum castro Castel de Fridas, et sicut dividit illa serra de Benifaçan per illo somo de illa serra de Bel intus, et sicut dividit cum castro berbarie et sicut dividit cum castro de Aras et illa alcantarella et illo termino dePortel intus, et quomodo vadit illa vía de la Mata d'Enec Sanç et eit illa vía al vilar de la Malepha et exit ad illa Torre de la Criaçon et vadit via ad somo de illa serra de illa Cova de Albaro, et per illo somo de illa serra exit allalmanerella, et sicut dividit ecum pena de Anbayo et vadit per illo somo et exit ad illa carrasca del Bivallo, et sicut dividit cum illo villar de Nicolau intus, et illo val de los Pardos, et e illo cabeço del Andador et illos piosços de la Pererola, et sicut dividit cum Herbes susans et illas moles escoboses intus, et exit ad illa penna del llannon, et exit ad Castel de Pridas. Sicut perdicte afrontaciones dividunt, ambiunt et indudunt terminum castri Morelle".>>

Dueño ya de Morella Jaime I, otorgola otra carta- puebla en 16 Febrero 1249, confirmando en parte la anterior, dándoles y concediéndoles para siempre á todos y á cada uno de los habitantes de Morella y sus aldeas, presentes y futuros, todos los términos, heredades y posesiones que les había asignado el ya difunto D. Blasco de Alagón. El mismo rey Conquistador, en un privilegio fechado en 16 Febrero 1249, concedió á los morellanos varias franquicias, cuyo privilegio fué confirmado por Alfonso II de Valencia y IV de Aragón en Castellón de Burriana (17 Marzo 1336). La reina Dª Violante donó á Morella y sus aldeas, las dehesas de Salvasoria y Vallivana, para que les sirvieran de baldío; Pedro I de Valencia y III de Aragón le concedió, en 1283, todos los privilegios y franquicias concedidas á la ciudad, excepto los derechos de lezda y peaje (Nota: Pedro I de Valencia [II de Cataluña), á fines del siglo XIII, ordenó al Justicia de Morella que no obligue á pagar á los Templarios de Cantavieja y Castellot la leuda y demás derechos que eran francos los templarios (Reg. 41 y 42, f. 2, Archivo Corona de Aragón)]. En 30 Octubre 1287, su hijo Alfonso agregó á Morella los castillos de Orcaf y Olocáu (aunque conservando ésta sus antiguas franquicias y privilegios). Alfonso II de Valencia y IV de Aragón, en 5 Enero 1334, concediole también á Morella algunas franquicias é inmunidades. Juan I facultó á las corporaciones de Morella y sus aldeas para retener, comprar y aceptar bienes raíces, no obstante hallarse prohibido por los fueros del rey Conquistador (fuero XXI). También otros monarcas concedieron señalados á Morella, que no creemos del presente caso consignar.>>

[SARTHOU CARRERES, Carles. Geografía general del Reino de Valencia: Provincia de Castellón. p.658-664. Barcelona. Ed. Alberto Martín. 1913; edició de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón. Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). 1989]


1232

Jaume I, quan va a la conquesta de Peñíscola, pas previ per fer-se amb Borriana, passa per les nostres terres, i ell mateix ho diu així en la seva Crònica:

<<...E sobre açò, oïm nostra missa de sent Espirit, e l'ofici de sancta Maria, per ço que ell e la sua mare nos guià's en aquesta fazenda e en totes les altres que nós faríem. E faem adobar de menjar mentre oíem la missa, e menjam, sempre mantinent cavalgam. E ab nós no havia sinó set cavallers e escuders que ens servien, e oficials nostres: e anc no demanam negú adalill que ens guiás, car nós per la caça dels porcs que solíem caçar en aquella muntanya algunes vegades plevíem-nos-en nos que avendríem en la carrera. E al dia que eixim de Terol passam pel camp de Montagut e anam a Vila-roja, que és de l'Espital, e quan venc ans de dia, nós nos llevam e passam per un lloc que havia nom Atorella, en què ara ha població, e puis passam pel riu de les Truites, e eixim a la canada d'Ares, e de la canada d'Ares al port de Prunelles, et a Salvasoria, et a Themi, e passam pel pla de Sant Mateu, que era llavores erm, e eixim al riu Sec que va sobre Cervera. E, quan venc a hora de vespres fom denant Peñíscola de la part de les vinyes, sobre l'almarge.>>

[JAUME I. Crònica o Llibre dels Feits. Pàg. 198. Les Millors Obres de la Literatura Catalana, 86. Edicions 62. Barcelona. 1982 (4ª edició, 2000)]


Bernat Desclot, en la seva Crònica dels mateixos fets ho fa més per sobre però a canvi, ens fa una descripció de com era, segons ell Jaume I:

<<Aquest rei En Jacme d'Aragó fo lo pus bell hom del món; que ell era major que altre hom un palm, e era molt bé format e complit de tots sos membres, que ell havia molt gran cara e vermella e flamenca, e el nas llong e ben dret, e gran boca e ben feita, e grans dents belles e blanques que semblaven perles, els ulls vairs, e bells cabells rossos semblants de fil d'aur, e grans espatles, e llong cors e delgat, e els braces grossos e ben feits, e belles mans, e llongs dits, e les cuixes grosses, e les cames llongues e dretes e grosses per llur mesura, e els peus llongs e ben feits e gint cauçants. E fo molt ardit, e prous de ses armes, e forts, e valent, e llarg de donar, e agradable a tota gent e molt misericordiós; e hac tot son cor e tota sa volentat de guerrejar ab sarraïns.

Lo rei En Jacme pres per muller la germana del rei En Ferrando de Castella, e hac-ne un fill qui hac nom N'Anfós. E sempre departi'ls hom, per ço car eren parents.

En aquell temps havía un castell molt forts riba mar, de la part de Tortosa, qui havia nom Peñíscola, qui era de sarraïns. E aquí tenien frontera los sarraïns ab los crestians de la ciutat de Tortosa e del regne d'Aragó. E el rei En Jacme ajustà ses hosts e anà assetjar aquell castell de Peñíscola. Lo castell és molt forts en una roca sobre mar, que no tem null hom, per gran poder que haja, sol que hagen què menjar. Lo rei estec aquí gran temps, que no i poc res fer, que el castell era molt bé aparellat de vianda, e d'armes e de tot ço que mester havia. E quan viu que res no hi podia acabar, llevà-se'n, e tornà-se'n ab les hosts.>>

[DESCLOT, Bernat. Crònica. Pàg. 71-72. Les Millors Obres de la Literatura Catalana, 76. Edicions 62. Barcelona. 1982 (3ª edició, 1999)]


Finalment, en la Crònica de Muntaner podem llegir:

<<Mas, emperò, abans que la ciutat de València hagués conquesta, havia ja conquests molts bons llocs, viles e castells, així con davant vos he dit. Mas emperò nomenar-vos n'he molts llocs que són reials llocs, qui cascun tanyeria a ésser ciutat. Primerament conqués, ixent de Tortosa envers la marina, Amposta, qui en aquell temps era reial lloc, e el castell d'Ulldecona, Peníscola, Orpesa, Castelló e Borriana, Almassora, Xilxes, Almenara, Vall de Segon, Murvedre e el Puig. E així mateix conqués envers la terra ferma, Vall de Roures, Morella, Sent Mateu, Cervera, Valltraiguera, la Jana, la Salsadella, les Coves, Cabanes e Bell-lloc, Vilafamés, e el castell de Montornés, Borriol, Nules, e el castell d'Uxó, e la Vall, Altura, e tot riu de Millars, qui són bé trenta castells, forts a meravella, e el castell e la vila d'Onda, que hi ha aitantes torres com dies ha en l'any, e així mateix n'ha a Dénia, de qui davant vos he parlat, e molts d'altres castells que e'l llibre de la conquesta trobarets.>>

[MUNTANER, Ramon. Crònica I. Pàg. 32. Les Millors Obres de la Literatura Catalana, 19. Edicions 62. Barcelona. 1979 (4ª edició, 1994)]


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Febrer. Apareix l’Albareda en un document en el que Blasco d’Alagó ordena la delimitació del terme general del castell de Morella:

“Et transvesat Vallem Tortam et ascendit per serram, et dividit terminum cum Abocaçer, sicut aque vertunt, et per serram serram vadit ferire ad illa rambla que descedit de la Salzediella. Et per barrancum barrancum includit intus illud planum de Cireso, et per barrancum barrancum redit ad portum de Prunellas ad viam que vadit apud Valenciam. Et descendit per barrancum Robrosum, et vadit per orellam de Campiello de Monnio Sancho, et transversat per forcallum de canada de Aras, et vadit çerrum in antea, per fundum de Canalellas, et dividit terminum cum Aras, et includit intus Canalellas. Et dividit terminum cum  cum Cuellar [Culla], per colladielo Pinoso, per orellam de campiello Sicco, et vadit ferire ad Alcantariella [partida i barranc de Portell, llindant amb Vilafranca, prop del Mas de la Pallaresa], et redit super Alcantariella per barrancum sursum, et vadit ferire ad calçatam de la Cabriella, et per pinnam pinnam vadit ferire ad  calçatam de la Cabriella, et per illam calçatam descendit et vadit ferire ad rivum de las Albaredas, et per rivum rivum vadit ferire ad Matam de Ennech Sanz (La Mata), dicta Mata de Ennech Sanz intus stando. Et transversat rivum qui venit de Cantaviella, et vadit ferire al villar de la Maleha. Et transversat serram, et vadit ferire ad fundum del Castellar de la Cazon, et dividit terminum cum Alocau, et...”  (còpia del s. XIII, còpia C)

  En el mateix document diu que Blasco d’Alagó va demanar a quatre musulmans vells, habitants de dita vila (no queda clar si eren de la ciutat de Morella  o del castell de Morella , i per tant, algun d’ells podria ser de Portell, com a poble fronterer que era) i coneixedors del territori, per què assenyalaren quines eren les vertaderes fites del terme, per tal de posar-les per escrit, en presència dels nous administradors cristians. “...Quod audito, habito inter eso consilio, elegerunt IIIIor. seniores qui sciebant bene omnes suprascriptos terminos, et illos possederant in guerra et in pace, et acceperant herbatica. Et isti IIIIor. seniores fuerunt, Mahomat Aman, Muça Avenmaçot, Avenbaço et Çarieçala...”. Això podria donar la idea (Eixarch, La Mata) de que quan van arribar els cristians, l’estructura territorial del Castell de Morella ja estava ben delimitat. Com si diguerem, ja se’l van trobar fet.

  [A] Pergamí original no conegut.

B.  Arxiu Històric Nacional. Madrid. Ordes Militars. Clergat,. Pergamins. Benifassà. Carpeta 417, nº 1.Còpia simple del segle XIII, pròxima a l’original, que a continuació inclou una còpia de la carta de població de Tortosa.

C. Arxiu de la Diputació de Castelló. Secció Històrica.Còpia de 1329 del llibre de privilegis de Catí.

D. Arxiu Històric Nacional. Madrid. Clergat. Còdex 1126B, ff 3v/4r. Còpia del segle XVI.Còpia del segle XVI.

  (GARCIA SANZ, Arcadi i GARCIA EDO, Vicent. La Carta Pobla de Morella. Pàg. 37. Universitat Jaume I. Castelló, 1994)


  segle XIIsegona part del segle XIII