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PORTELL ( 1100-1200)


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REFERÈNCIA BIBLIOGRÀFICA

 
 

En el llibre "Maestrazgo, laberinto de silencio", es fa un bon repàs a la història de les nostres terres, i Carlos Laliena ens dóna una visió de com degueren ser aquells anys en aquestes terres frontereres. I el que és també molt interessant, ens dóna la visió des de l'altra part de frontera, recent col·lonitzada amb gent sense massa escrúpols, com ara vorem:

<<Las condiciones de una tierra de frontera no eran las más idóneas para una coexistencia pacífica similar a la ensayada en los inicios del siglo XII en otras comarcas. Diversos testimonios subrayan las dificultades y peligros que suponía la instalación de pobladores dentro del radio de acción de las fortificaciones musulmanas del norte de Valencia. Al mismo tiempo, dejan claro que la "confusión de los sarracenos", que debían procurar los inmigrantes de las nuevas localidades creadas en este periodo, era el fruto de las cabalgadas de saqueo organizadas por los concejos y los grupos de caballeros de las Órdenes Militares instalados en el arco montañoso de las sierras de Javalambre y Gúdar. El pillaje de los musulmanes tenía plena legitimidad y no sólo incluía el ganado o los bienes transportables, sino también el territorio. así, en 1202, Pedro II concedió a la Orden del Hospital de San Juan un castillo llamado Fortanete, al que atribuyó como límite meridional "de la parte, que va hacia la tierra de los sarracenos, cuanto podáis los frailes apoderaros y extenderos", un ejemplo que dista de ser el único en esta zona: los límites meridionales del territorio de estas comunidades se mantuvieron abiertos hasta la ocupación de Valencia, entre 1233 y 1238.

Estas declaraciones no eran retóricas y una verdadera "economía de depredación" constituía un elemento sustancial de la riqueza de estas comunidades de frontera. El historiador James Powers ha definido esta situación diciendo que se trataba de "una sociedad organizada para la guerra", pero también se podría decir que era una sociedad organizada por la guerra. En efecto, la frontera se convirtió en lugar de acogida de gentes que huían de su pasado: homicidas, ladrones, hombres violentos, deudores, al igual que muchos que carecían de familia o e lazos de parentesco. Las cartas de fundación de La Cañada de Benatanduz o Aliaga recogen la inmunidad de los malhechoresy asesinos que se refugian en estas localidades: "si algún homicida (por citar una) se asentase en Aliaga y después de él vinieran a instalarse sus enemigos, que reciban en su amistad al homicida o que salgan de la villa".

Una disputa entre los hombres de Ejulve y Castellote en 1221 permite rememorar lo que había sucedido muchos años antes, cuando "encontraron hombres ancianos ue habían sido pobladores en tiempo de moros y tenían recuerdos de más de sesenta años" y se acordaban del reparto de tierras efectuado por fray Gascón de Castellote hacia 1184. Estos hombres, por tanto, eran algunos de los primeros inmigrantes, llegados de un modo bastante desordenado, cuando la desintegración de las pequeñas colectividades musulmanas no se había completado todavía. Esa imagen de colonizadores en tierra de nadie es muy sugerente del aspecto de la región en esos años.

Sin embargo, esta situación fluida e incierta no estaba destinada a durar. El encuadramiento de las poblaciones fue haciéndose más firme a medida que finalizaba el siglo XII y se consolidaba el poder señorial. Nobles, Órdenes Militares y el propio rey a través del concejo de Teruel, sometieron progresivamente a los pobladores a un régimen cada vez más estable, con la colaboración de los dirigentes surgidos de la élite campesina. El mejor síntoma de este proceso fue la distribución ordenada de tierras a los inmigrantes campesinos en las nuevas poblaciones creadas 'ex nihilo', una distribución que garantizaba desde el principio la diferenciación social interna de estas comunidades. 'Caballeros' y 'peones' son las designaciones empleadas por los documentos legales de este periodo para referirse a las dos categorías sociales básicas. El Fuero de Teruel, que, en este punto, recoge las costumbres de la frontera forjada a lo largo del siglo XII, señala que "todo hombre que tenga un caballo de combate que valga 200 sueldos, escudo, lanza y casco de hierro o yelmo, que no pague pecha, excepto por hueste o apellido, teniendo el caballo el año anterior". Esta diferencia tributaria consagraba la superioridad social de los combatientes a caballo, incluso aunque no perteneciesen a la nobleza de sangre, que conllevaba una participación en el botín superior y que se añadía a la posesión de tierras y ganado. Es frecuente comentar, a propósito de esta diferenciación, que reflejaba las posibilidades de ascenso social debidas a la guerra en la frontera, pero esta idea tiene mucho de mito. Por el contrario, es probable que la desigual asignación de tierras a los colonizadores plasmase la jerarquía social anterior a la inmigración.

No cabe duda, sin embargo, que es cierto que la violencia fronteriza creaba peculiaridades en la ordenación interna de los grupos campesinos. Los vecinos de Aliaga, en 1216, si poseían una explotación agraria completa y una cierta cantidad de dinero (hasta 30 sueldos) estaban obligados a comprar una montura y, por encima de esa cifra, un caballo de combate. La franquicia fiscal estaba contrapesada por una mayor exigencia respecto a la comunidad, en concreto en la intervención en las actividades bélicas colectivas. La documentación disponible para esta región en los siglos XII y XIII no es abundante e incluye, principalmente privilegios otorgados por los señores a los grupos de campesinos para favorecer el asentamiento de pobladores y regular las condiciones en que se llevaba a cabo. Solemos denominar "fueros" [el que solem conéixer com "cartes pobla"] a estos textos fundacionales, basados, por lo general, en las costumbres existentes en una vasta región fronteriza castellano-aragonesa. Tendría poco sentido extenderse sobre el contenido de estos fueros, de los que conviene recordar las fechas y los principales: Alcalá de la Selva (1174), Camarón (Mas de las Matas) (1194), Villarluengo (1197), Castellote (hacia 1197), la Cañada de Benatanduz (hacia 1198), Aliaga (1216) y Cantavieja (1225).

Sin embargo, sí cabe hacer hincapié en los aspectos fundamentales. Así, las comunidades campesinas recibían plena disposición sobre los recursos básicos: tierras, pastos y zonas forestales, siendo explotadas las tierras en régimen de propiedad libre, con una incidencia menor de las "dominicatuars" o reservas señoriales. Además, regía estas concesiones un espíritu relativamente igualitario, que se manifestaba en el reparto de lotes homogéneos de tierras, algo que no excluye la diferencia entre "caballeros" y "peones", estrictamente ordenada. Por último, estas normativas tendían a favorecer la solidaridad interna de las poblaciones de frontera, decisiva a la hora de formalizar las instituciones de autogobierno campesino que se desarrollaron en el siglo XIII. Por todo ello, el desarrollo de esta infraestructura legal no sólo reflejó las características de una sociedad feudal de frontera, sino que contribuyó significativamente a modelarla.

Un examen atento de los planos de las localidades del Maestrazgo demuestra que la mayoría de ellas fueron creadas desde finales del siglo XII sin tener en cuenta los hábitats musulmanes preexistentes. Merece la pena destacar la importancia de las fortificaciones erigidas entonces, algunas de las cuales manifiestan todavía las dimensiones y nivel aquitectural que alcanzaron. En muchos casos, los núcleos de poblamiento se asociaron a estos castillos, aunque no siempre unos y otros se hallaban topográficamente unidos. La segunda característica fundamental de estas nuevas poblaciones fue la centralidad sobre territorios bien delimitados, que correspondían a los espacios de aprovechamiento agrario y pastoril de las comunidades campesinas. Además, estos hábitats se configuraron agrupados, concentrando la población en localidades dotadas con frecuencia de murallas propias y de una especie de urbanismo rural, basado en formas ortogonales, cuando lo permitía el terreno. La situación central de las iglesias en el contexto espacial del tejido urbano pone de relieve otro fenómeno de solidaridad que debe sumarse a la construcción de los muros y su mantenimiento. Esta posición de las iglesias parroquiales es indicativa de la percepción de los lugares sagrados (incluido el cementerio) como propios de la comunidad, algo que ratificaban los "fueros de Zaragoza" atribuidos a algunas villas, ya que asignaban a los fieles, a través de los concejos, la conservación de los templos. La regularidad de las parcelas, que todavía es visible en los planos catastrales actuales en estos lugares, sugiere que, como en tantas otras regiones de la Europa mediterránea en esta época, la formación de estos centros de población estaba regida por la "ideología de consenso", perceptible también en las concesiones estandarizadas de tierras que hemos mencionado. Esta concepción del orden social no se traducía en la práctica en la igualdad social sino en una igualdad de derechos, fundamento de fuertes solidaridades colectivas.>>

[Continua en el següent apartat: segle XIII]

[LALIENA, Carlos. Maestrazgo, laberinto de silencio. Capítulo: Historia medieval. pàg. 52-55. Parque Cultural del Maestrazgo. Plan de Dinamización Turística del Maestrazgo. Teruel. 2003]


 

En el llibre "Maestrazgo, laberinto de silencio", a més de fer un bon repàs a aquells anys de transició entre la dominació àrab i la cristiana, Carlos Laliena ens parla de l'estructura senyorial, dominada en aquells moments per les ordres religioses, com els Templers:

<<La denominación adoptada por la comarca, el Maestrazgo turolense, apunta claramente otro de los signos distintivos del Aragón meridional, el predominio de las Órdenes Militares en la cúpula social. Estos organismos señoriales estaban constituidos por una flexible red de encomiendas locales unidas entre sí mediante una rígida jerarquía institucional, que, en el caso de las del Temple y el Hospital, destinaba una parte de sus ingresos señoriales a atender las necesidades de las sedes en Tierra Santa. Los 'freiles' de las encomiendas aragonesas, además, formaban la punta de la lanza de los ejércitos feudales, en particular en la época de Jaime I, aunque su importancia declinó después de la conquista de Valencia. Y, por último, los excedentes campesinos recaudados por estos peculiares señores servían para mantener los conventos de estas encomiendas, que podían llegar a acoger hasta una docena de 'freiles', además de una numerosa servidumbre y de algunos 'donados'.

La implantación de las Órdenes comenzó con la donación de Aliaga en 1163 por el noble Sancho de Tarazona al Hospital de San Juan, que se convirtió en el centro de las posesiones hospitalarias en el área meridional aragonesa, que comprendían además Miravete de la Sierra, Pitarque, Villarroya de los Pinares, Fortanete y Sollavientos [...]. Alfonso II contribuyó, en esos mismos años, a este movimiento al atribuir Alfambra a la Orden leonesa de Montegaudio y al fundar el Hospital del Santo Redentor en Teruel, al que cedió Castellote en 1168. Ambas Órdenes confluyeron probablemente hacia 1194, pero la escasa operatividad que mostraron incitó al monarca en 1196 a unirlas al Temple que, de este modo, recibió el dominio sobre estos lugares, a los que se añadieron Villarluengo (1194), Mirambel, La Iglesuela del Cid y Cantavieja (1197), con algunos pequeños lugares anexos [Podria ser Portell un d'aquests "llocs annexos"? Caldria vore els documents de totes aquestes donacions citades!!]. De las vicisitudes señoriales merece la pena retener únicamente que la Orden del Temple fue disuelta en 1308 y nueve años después, sus dominios aragoneses fueron incorporados a la del Hospital. [...]

Una bula papal de 1187 informa que Alcorisa, Berge, Los Olmos y La Mata de los Olmos, formaban parte del núcleo inicial de la encomienda alcañizana (la Orden de Calatrava, con sede en Alcañiz desde 1179) [...] completada en 1209, cuando Pedro II otorgó a los calatravos Ejulve y Molinos. [...] (y) a finales del siglo XIII (son también de la Orden) Crivillén y La Ginebrosa (con tierras de lo que fue más tarde el Mas de las Matas), lugar éste adquirido de la familia noble de los Alagón.

Son escasos los señoríos ajenos a las Órdenes, y entre ellos conviene destacar los atribuidos al obispo de Zaragoza: Puertomingalvo y Linares, desde 1202.

No es necesario añadir que, con la salvedad expresada de la adjudicación de los dominios templarios al Hospital, la estabilidad fue el factor más característico de esta estructura señorial, derivada del conservadurismo patrimonial propio de las instituciones eclesiásticas. Merece la pena señalar, asimismo, que esta subordinación señorial determinó el nombre (o nombres) medieval de la zona, puesto que la denominación "Maestrazgo" es bastante reciente. Los territorios de Cantavieja, Castellote y Alfambra recibían el apelativo de "Las Bailías" (sinónimo de "Encomienda" en la jerga de las Órdenes no hispanas), mientras que los dominios calatravos se englobaban bajo la designación de "La Honor de Calatrava", si bien esta expresión hizo menos fortuna.

La organización de la autoridad señorial tuvo lugar justamente en las postrimerías del siglo XII. La impresión es de una considerable homogeneidad en el conjunto del territorio: los templarios en Villarluengo, por ejemplo, exigieron en 1197 el reconocimiento de su potestad, el uso de unas tierras en régimen de explotación directa, llamadas 'dominicaturas', el monopolio de los hornos y molinos en su beneficio (en el caso de los molinos, esto suponía la recaudación de poco más de un 4% de la producción neta, descontados los diezmos), así como la obligación para los campesinos de pagar diezmos y primicias a la Orden. En Cantavieja, en 1225, se incluyeron también los derechos sobre el mercado, mientras en Aliaga se mencionan las multas judiciales. En conjunto, sin embargo, hay pocas variaciones locales. La evolución en estas rentas fue limitada. El cambio más significativo fue la definitiva implantación de las 'pechas', un tributo en dinero satisfechos por la comunidad (que lo repercutía en las familias campesinas a través de imposiciones proporcionales a la riqueza) y la paulatina pérdida de los diezmos, adscritos a las iglesias locales. Estas detracciones estaban lejos de ser menospreciables, pero eran sensiblemente inferiores a las que otros señores laicos y eclesiásticos percibían en el valle del Ebro, lo cual permite aventurar una primera conclusión, en el sentido de que la renta feudal en esta región fronteriza se construyó tardíamente (y por ello, se plasmó en las formas más evolucionadas) y tuvo que contar con las dificultades para atraer pobladores, de modo que, en conjunto, se puede considerar ligera, por comparación con otras áreas hispanas y europeas.>>

[Continua en el següent apartat: segle XIII]

[LALIENA, Carlos. Maestrazgo, laberinto de silencio. Capítulo: Historia medieval. pàg. 56-57. Parque Cultural del Maestrazgo. Plan de Dinamización Turística del Maestrazgo. Teruel. 2003]


1157

Octubre, 25. Ramon Berenguer, Comte de Barcelona i príncep d’Aragó dona carta per poblar Alcanyís (“a todos los pobladores de Alcañiz, los que la pobláis y los que en adelante la poblaréis...Os doy a todos vosotros y concedo, con buen ánimo y voluntad espontánea, todos los fueros de Zaragoza”). I entre les termes que els dona estan els següents: “desde Alloza hasta Estercuel; desde Estercuel hasta el collado de las Turbanas; desde Turbanas hasta la sierra de Pitarque, y desde Pitarque todo lo que comprende aquella sierra entre los puertos de Meriscat y Santella. Igualmente concedo todos los términos que cruzan aquella sierra (entre los puertos de Meritescat y Santella) desde el nacimiento del río de las Truchas y marcha por Montoro hacia la sierra de la Cañada o Fortanete en dirección a la muela de Ares encima de Cantavieja, y según se va a Portell, a la Alberca, Avinsolana [Benassal?], Vallibona y Benifazá, hasta llegar al punto de Traseras. Y finalmente, os concedo los términos que recorre el río Algás desde su nacimiento hasta el Ebro, y subiendo éste su canal, hasta el término de Escatrón, y desde el término de Escatrón a la loma de Puigmoreno, y desde ésta hasta Andorra, y desde Andorra hasta Alloza”

  (MARTÍNEZ CALVO, Pascual. Historia de Castellote y la comarca. Antiguo partido, La Ginebrosa y Olocau del Rey. Pàg. 54. Editorial Hechos y Dichos. Zaragoza, 1992)


1178

Novembre, 28. Sarthou Carreres parlant del Bisbat de Tortosa "uno de los más antiguos de España" [més informació i noms en l'apartat dels Visigots] ens diu que Alfons II marca els límits que hauria de tenir dit bisbat, i Portell hauria d'estar inclós:

"Conquistada Tortosa por D. Ramon Berenguer IV, conde de Barcelona, a fines de 1148, quedó su catedral como parroquia de Tarragona; mas deseando el buen conde restituir á la iglesia tortosina su antiguo lustre y esplendor, la dotó con largueza, y nombró obispo á Gaufredo, abad del monasterio de San Rufo en la Provenza, el cual se firmaba: 'primus Episcopus Gaufridus Abbas Sancti Ruffi' (1151). La nueva catedral se consagró solemnemente en 28 de Noviembre de 1178, con asistencia del rey D. Alfonso II de Aragón (este Monarca, ya en 28 de Noviembre 1178, marcó los límites que había de tener el obispado de Tortosa, según habían sido en lo antiguo, asignándole -para cuando se ganasen a los moros- todos los pueblos desde Almenara hasta Morella y hasta el Coll de Balaguer [Aquest darrer topònim no té res a veure amb la nostra comarca, i no és el nostre "Pla d'Embalaguer". Es tracta del límit nord del bisbat i correspon exactament al final de la serra de Miramar, quan arriba a mar. Concretament és el Coll de carretera que hi ha a la central de Vandellós, per tant, no té cap relació amb la nostra comarca.]"

[SARTHOU CARRERES, Carles. Geografía general del Reino de Valencia: Provincia de Castellón. p.258. Barcelona. Ed. Alberto Martín. 1913; edició de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón. Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). 1989]


1180

Agosto. Sarthou Carreres parla de la donació d'Olocau als sanjuanistes:

"En 1271 la conquistaron los cristianos de Jaime I de Aragón, y en 21 de Mayo el infante D. Pedro la dió á poblar á Arnaldo Sauit y otros diez pobladores, según carta-puebla que dió en Figueras. Alfonso I de Valencia y III de Aragón dió la villa, desde Mallorca, á Ramón Escorsia en 3 Febrero 1286. Alfonso II de Aragón (35 [??] Agosto 1180) hace merced á los caballeros de la orden de San Juan de Jerusalén, del castillo de Olocau. La carta de donación la recibió el maestro de Amosta Fray Ermengol de Aspa. Estas donaciones solían hacerse para cuando se conquistaran y á fin de estimular á los que las recibían en emprender su conquista."

[SARTHOU CARRERES, Carles. Geografía general del Reino de Valencia: Provincia de Castellón. p.698. Barcelona. Ed. Alberto Martín. 1913; edició de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Castellón. Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). 1989]


1185

Octubre. Zaragoza. Donació en feu d’honor per Alfons II el Cast, a l’Arquebisbe i Seu de Tarragoona, dels castells i viles de Monroig i Camaró. Dóna el Castell de Monroig y el de Kamarón, “que antes se llamaba Kamerinus, antiguo obispado”. Nou anys més tard, al fer-se la carta pobla de Camarón (veure més avall), Portell estaria dins, però en el present document al que ara fem referència, no queda clar, perquè diu “Yo, Alfonso, por la gracia de Dios, Rey de Aragón, conde de Barcelona y marqués de Provenza, para salvación de mi alma y de las de mis antepasados doy, entrego y concedo para siempre, con título de perfecta donación, a Dios y a la iglesia de Santa Tecla del obispado de Tarragona y a ti, B., Arzobispo de dicha sede, y a ti, R., prepósito, y a todo el cabildo del mismo obispado, el castillo de Monroyo con todas sus pertenencias, es decir, con Peñarroya, Torre de Arcas, el castillo de Herbés, los prados de Avinadaza [Benifassar?], el valle de Bójar y de Fredes como se entiende por todo el lugar hasta el puerto de María. Doy también Kamarón con todas sus pertenencias hasta el puerto de Tevaro, y hasta el puerto de Mezquín, y hasta el término de Fuentespalda, según divide con Bognolo.”  Portell estava dins, formant part de Kamaró, o no?

  (MARTÍNEZ CALVO, Pascual. Historia de Castellote y la comarca. Antiguo partido, La Ginebrosa y Olocau del Rey. Pàg. 115. Editorial Hechos y Dichos. Zaragoza, 1992)


1194

Febrer. Alfons II d’Aragó dona a l’Ordre de l’ Hospital del Sant Redemptor carta-pobla per poblar un lloc desert anomentat Villarluengo, i en aquest apareixen referències a la Cogullada, que pot o no ser la que coneixem en l’actualitat. Cito textualment el que escriu Martínez Calvo basant-se en altres historiadors com M.L. Ledesma: “Sie coneguda cosa a tots, com io en Anffons, per gracia de Deu, rey d’Aragó,  comte de Barcelona e marches de Provinça, vuyl e man e do e atorch per amor de Deu e per la mia anima e dels meus, un loch desert nomenat Vilar Lonch a honor de Deu e de Sent Redemptor a tu frare Gasco. E do termens a Vilarchonch per poblar Abela de Olocau sus la torre de la Cuba, la Cugulata, los pinos de Atorela [la Torreta?] axi com aquella serra Tayllada e ix a aquel Castel de Cit, la Canada de Benadanduz dins stant ab sos termens e de Pitarp ença, en Noxet dins estan e hix a Font de Penela del bado de Axulp e hix a Turrella e al tornar entro que torna a Abella” Les condicions per als nous poblaments són que “...que tots los pobladors que volran poblar a Vilar Lonch sien poblats a delme e a primia e sien salvs e segurs e ema proteccio e emon segur giatge ab totes lurs coses mobles e no mobles e ab tots los termens seus damunt sobredit...e qualque qual venra aquí a poblar no sia engut pagar deute a alcun creedor seu per tot lo primer an que aquí venra. Empero qui sobraçó e sobre altres costumes no fara axi com lo davant dit frare Gasco ordenara e mandara, M. solidos a nos pagara...io, en Anffons, per la gracia de Deu rey d’Aragó...”

  Però el mateix autor ens dona un altra versió (pàg. 71) :

 

“...a tu frare Gascho

e do termens a uilar lonch per poblar

ab el de olocao sul la torre

della cuba la cugulata axi com

aquella serra taylada e ix a quel

castel de cit la canada de benatangur

din-stant ab sos termens

e de picarp enza en noxet...”

  (MARTÍNEZ CALVO, Pascual. Historia de Castellote y la comarca. Antiguo partido, La Ginebrosa y Olocau del Rey. Pàg. 79 i 71. Editorial Hechos y Dichos. Zaragoza, 1992)


Fidel Puig, en el seu llibre de la Iglesuela comenta sobre això, referint-se al "Cid":

<<En el año 1195 [i no el 1194; podria ser una que fóra un document diferent] el rey don Alfonso de Aragón hizo donación a Gastón, maestre de la religión de Sant Redemptor, de un lugar, que era Cantavieja, y seis más, que eran la Iglesuela, Villarluengo, La Cañada, Tronchón, Mirambel y La Cuba, para que formase una bailía dependiente del convento establecido en Teruel, a fin de que  con ellas pudiese contener a los moros fronterizos. En la limitación y confrontación de esta bailía, dice el auto de donación: "Eclesia del Cid et Covis del Cid intus (estando)". Y pasando adelante y nombrando otras designaciones, dice: "et exiit ad illd Castello del Cid". Hay que fijar la consideració nen que dice: Iglesuela del Cid, Cuevas del Cid, y de éstas hay una en la Peña del Cid a la vista de la ermita (Cueva de la Virgen), otra en la fuente de la casa, otra la llamada de los Moros y otra del Turcacho, con lo que está marcado el orden de donación. Alude al castillo del Cid, que sin duda sería el de l Torre de los Nublos.>>

[PUIG IZQUIERDO, Fidel Alejo. La Iglesuela del Cid y su ermita. Datos geográficos e históricos. pàg. 49. Imprenta Ferrando. Alcañiz. 1991]


1194

Octubre. Un cas curiós de Carta de població és la d’un lloc anomenat Camarón (ja nombrat més amunt), feta per Alfons II en octubre de 1194, i que no nombra a Portell però sí una possible partida del terme, com és el Montllober. Podem llegir el següent: “In Dei nomine...ego Ildefonsus Dei gratia rex Aragonis, comes Barchinone et marchio Provincie...”. Com que Martínez Calvo inclou també la traducció, obviem la transcripció llatina i anem directes a la traducció. Diu, entre altres coses: “...doy y concedo para honor de Dios y del pueblo cristiano a todos vosotros pobladores, que ahora estáis en Camarón y a los que antes habéis venido a poblar la zona llamada Camarón, con todos sus términos, sus yermos y poblados, con aguas, selvas, pastos, hierbas, llanuras y montes, caza y todo lo que pertenece y debe pertenecer al uso del hombre, y todo lo que encierra dentro de estos términos, a saber: de la sierra de Foz Calanda, de Pitarra, y va hacia la Val de Nuez, y por camino de Alcorisa llega hasta Seno y transcurre por esa sierra de Seno y llega hasta Abenfigo, y encierra Vallipón, y va hasta la colina de Xixileu y sale hasta el Carro y Almenariella, y encierra a Jaganta, y lo mismo corta y encierra a Piedrahita y Cinctorres, y como caen las aguas del Monte Lobor sobre Cinctorres y de las muelas de Ares, y dentro Asclum y de Lachava y de Balmana y de Balinou y de Bel y de Erbés, y también abarca Morella con sus términos, que a vosotros os doy y concedo, cuando Dios la entregue a mano de los cristianos, como también aquellas Germanellís y Azarollera, junto con la Cañada de Verich, de Lena de Calanda, junto al castillo de Boiol hasta Camarón”

  (MARTÍNEZ CALVO, Pascual. Historia de Castellote y la comarca. Antiguo partido, La Ginebrosa y Olocau del Rey. Pàg. 117. Editorial Hechos y Dichos. Zaragoza, 1992)

  El document original, cita l’autor, es troba en una col·lecció de Docs. Inèdits del ACA, Reg. nº 2, fo. 99)


s. XII

Fidel Puig, en el seu llibret sobre l'Angresola, i parlant de la Mare de Déu del Cid, que estava a l'ermita del Cid, ens diu que és d'aquesta època:

<<Así describió la imagen en 1928 don J. Solsona: "...Pertenece al siglo XII y estilo Bizantino, que tiene un gran valor arqueológico, pero cometieron con ella el crimen artístico de astillar con un hacha la silla en que está sentada para poderla vestir, lo que es otro crimen de estética...">>

Més endavant, hi ha una fotografia de la imagte i un peu de foto que diu: <<Virgen románica s. XII, llamada primero del Alba y luego DEL CID. Perteneciente a las imagenes esotéricas: "Vírgenes Negras".>>

[PUIG IZQUIERDO, Fidel Alejo. La Iglesuela del Cid y su ermita. Datos geográficos e históricos. pàg. 30 i 33. Imprenta Ferrando. Alcañiz. 1991]


I en la mateixa línia està el canonge Ramón Ejarque, que en el seu llibre de la Balma (1934) és bastant més prudent i no s'acaba de definir per l'antiguetat de la imatge que hi havia allà. Diu:

<<Es, como ya se ha dicho, de madera tallada, y tiene 70 centímetros de altura y aparece sentada sobre un trono o sitial cortado en gran parte al restaurarla después del incendio [curiosament, es talla també com va passar amb la del Cid]. Su tipo parece acercarse al llamado de "forma hierática", pues que la imagen está de frente, con aspecto grave, rígido y como dirigiendo su mirada al pueblo. El niño está sentado sobre la rodilla izquierda; el haber desaparecido notable parte de su ornamentación al restaurarla hacen sumamente difícil calcular su antigüedad. La tradición consignada en la narración del incendio la hace anterior al siglo X. Es cierto - dice Naval (Arqueología sagrada) - que en aquel siglo se labraron muchas imágenes toscas por los cristianos de la reconquista y por los mozárabes, o sea, los cristianos que vivían bajo la dominación musulmana; en los siglos XI y XII fue en aumento la talla de imágenes de María, que en las épocas de riesgo por las incursiones de los moros y principalmente por las de Almanzor, se ocultarían dichas imágenes por los fieles y aparecieron o se hallaron después. Y eso mismo pudo muy bien verificarse con Nuestra Señora de la Balma. Afirmar categóricamente su antigüedad, no nos parece prudente, faltos de plenas noticias. Aunque bien creemos no pecar de exagerados al decir que la santa imagen puede bien atribuirse por lo menos al siglo XIII.>>

[EJARQUE, Ramón. Historia de Nuestra Señora de la Balma. Pàg. 81. Promotor de la 4ª edición (1995): F.M.G. La Balma, Sorita. 1934]


  àrabssegle XIII