Cifrar mensajes consiste en esconder un mensaje que no queremos que sea fácilmente legible, utilizando diversos métodos, como por ejemplo cambiar una letra por otra, o sustituir las letras por símbolos, o cambiarlas de orden, o mezclar el mensaje secreto con otro que no es secreto, etc.

Los mensajes cifrados se han utilizado siempre desde la antigüedad en labores de espionaje, política y estrategia militar. El propio Julio César utilizaba un cifrado que consistía en sustituir una letra por otra siguiendo una regla sencilla, pero dicha regla se cambiaba en cada mensaje para dificultar el descifrado.

En esta sección queremos poner algunos ejemplos utilizando métodos muy fáciles de descubrir.