Es una de las partes más importantes de la usabilidad, ya que nuestra página será visitada por su contenido y no por el diseño con el que se visualice. Para ello, a continuación, vamos a señalar una serie de consejos para tratar de mejorar el contenido de las páginas web:
El texto debe ser breve, claro, con la información más importante al principio. También intentar evitar combinar ideas en un único párrafo que harán que estas mismas se pierdan.
Hay que revisar siempre los textos para evitar errores gramaticales, ortográficos o de sintaxis. También debemos escribir párrafos cortos, utilizar viñetas y listas, destacar las palabras importantes...
También debemos utilizar hipertexto para dividir información extensa en múltiples páginas, y no servir páginas excesivamente largas y cargadas de contenido. Usar colores con contraste entre fondo y texto, con fuentes suficientemente grandes, evitando el uso de mayúsculas, y utilizar letra Sans- Serif, como las variedades Arial o Verdana, perfectamente legibles en pantalla
En cuanto a la inclusión de imágenes y multimedia, indicar el tipo de archivo y su tamaño, incluyendo un avance del contenido (por ejemplo, en un vídeo un par de imágenes estáticas del mismo). Como línea general, hay que evitar todo lo superfluo y que despiste al usuario.
En cuanto al audio, se puede utilizar como canal de difusión paralelo a la pantalla, como comentarios y ayudas.