Padrenuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.  Venga a nosotros tu reino.  Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.  Dadnos hoy nuestro pan de cada día.  Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.  No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal, Amén.  Dios te salve María, llena eres de gracia.  El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.
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El proceso

Esta es una descripción de lo que me ocurrió en el lapso que va desde febrero 11 de 1995 hasta julio 15 del mismo año. Esas son las fechas que recuerdo. Todo este trabajo lo he elaborado a punta de memoria. Las fotos, las conversaciones con amigos que también estuvieron en Opción Colombia, me dicen mucho del país como conjunto, pero poco sobre el Guainía en especial. Traje periódicos locales y me regalaron textos, pero sólo hablan de temas muy específicos, son muy cortos o muy coyunturales. Es muy poco comparado con lo que aprendí y viví allá. Los medios de comunicación, las estadísticas y casi que cualquier dato confiable sobre ese departamento son algo muy difícil de conseguir. Hasta el IGAC3, en los mapas del departamento, pide que le ayuden a recolectar información. Cuando viajé, mi objetivo era encontrar un profesional que estuviera dispuesto a ser mi director de tesis, además de cumplir con el trabajo asignado. Pero pasó el tiempo, los profesionales son escasos y muchas las inquietudes y las responsabilidades.
Opción Colombia me dio la oportunidad de viajar a Inírida, para trabajar con la Red de Solidaridad Social; no como un funcionario estatal, si no como un estudiante en el transcurso de una práctica interdisciplinaria. Durante el semestre de la experiencia, envié de forma mensual un informe para la Red y, si mal no estoy, dos para Opción. En ellos hablaba sobre las actividades relacionadas con esa institución, siguiendo una metodología que se nos enviaba desde Bogotá. Eso me ayudó a la hora de recordar, no tanto porque los tuviera conmigo, sino porque tenía la costumbre de recordar y reconstruir. Pero varios informes se perdieron en marañas de papel en Bogotá y sólo quedaron tres, y esos los recuperé gracias a los estudiantes de la COC4, pero casi al final del proceso de escritura de este texto. De todas maneras, la experiencia fue algo inolvidable, llena de cosas que llevaré por siempre conmigo. Opción me exigía hacer una retroalimentación a la universidad5 y el texto que elaboré como respuesta fue el que le presenté al profesor Julián González como mi proyecto de tesis. El estuvo de acuerdo en que era digno de ser profundizado y hasta publicado. Me recomendó que lo ampliara lo más que pudiera, basándome en mis recuerdos. Lo que siguió fue exprimir y exprimir mi cerebro en busca de todos los rastros del Guainía que hubieran quedado. Gracias a Dios, eran muchos; después de todo, seis meses no pasan en vano. Se los presenté a Julián y él volvió a pedirme una ampliación, pero esta vez agrupando la información por subtemas. Yo me encontré con que los recuerdos son como un camino arbóreo: si tomas por un camino te encuentras con que este se subdivide en varios y estos a su vez. Podía seguir infinitamente hablando del Guainía, discutiendo mis propios recuerdos, analizándolos hasta la minucia más pequeña. Me costaba cada vez más trabajo diferenciar mi vida personal de aquello que pudiera interesar a un posible lector, fuera académico o no. Hice una lista de temas posibles, que me faltaban por tratar y de ahí tomé los más interesantes, los que escondían más cosas que decir. Pero el cansancio en busca de recuerdos me llevaba a desvariar. Es muy difícil adentrarse en la propia mente y no decir únicamente lo que uno quiere decir. Intenté un texto en el que decía únicamente lo que quería decir y lo titulé Somnolencias. Casi no tenía sentido, era muy arduo de leer y se basaba en miles de cosas que el lector no conocía. Así que Julián me aconsejó traducir ese primer gran texto (como 40 páginas) al lenguaje del lector que nunca hubiera conocido el Guainía, echar tijera a todo lo que estuviera reiterado o fuera innecesario, ampliar lo que estuviera mal explicado y corregir lo mal redactado.
Así que, párrafo a párrafo, busqué esas características en el texto, lo volteé al derecho y al revés, pero conservando la intención original de mostrar el departamento desde mi visión. Esta última era la única que tenía para contrastar de una manera tan minuciosa, y de hecho la única que podía mostrar en el texto.
Las dos siguientes reescrituras fueron alimentadas con textos de José Luis Romero y conferencias de Jesús Martín Barbero. Conseguí las canciones, cada una con un significado anclado en el texto, a mi parecer, imprescindibles. La primera, una memoria profunda, el éxito más grande antes de venirme. La última sólo pude oírla en Navidad, cuando le regalaron un disco compacto a mi sobrino y entendí el significado de la letra. Es casi el mismo que el de la tesis, pero más folklórico y más alegre. Al leerlas se darán cuenta.
La última versión surgió de la recomendación de Julián de llevar el texto a un nivel óptimo. No hay duda de que no lo logre. Me falta mucho para eso; pero el camino recorrido entre la versión anterior y lo que resultó, fue un trecho bastante largo. Hablando en términos de calidad, claro está. Además, una desgracia ocurrió en el camino. El texto que inició el proceso, que quería incluir en el apéndice, a modo de testimonio, fue devorado por un computador. Por más que traté no pude recuperarlo, miles de veces me he arrepentido por no haberle hecho copia de seguridad. En el transcurso de este trabajo he aprendido todas y cada una de las razones por las que un computador puede destruir un disket. Pero me late que todavía me faltan unos cientos por aprender.
He vuelto a organizarlo, he quitado varios párrafos en los que primaba la especulación y la opinión; lo he resumido y vuelto a ordenar. Pero sé que si me meto con el texto una vez más le encontraré defectos, querré organizar algo y pensaré que muchas de sus secciones no tienen sentido. Pero en algún lugar tengo que detenerme. Me demoraría más de cinco años en encontrar la pieza que yo pudiera llamar "casi perfecta", o por lo menos decir "¡ésta es!".

En todo este proceso transcurrieron casi dos años: De noviembre de 1995 a agosto de 1997. Tiempo en el que volteé mis ojos al revés, me condené al subempleo y tuve que luchar por un espacio en computadores que no eran míos. Pero vale la pena comenzar. Estrechar lazos y sentirme más cercano, así sea sólo desde acá. Tener a todos los que conocí siempre presentes y buscar en mi mente una respuesta adecuada a los problemas que sentí de cerca. Recordar su pluralidad de orígenes y dar gracias a 6 porque sea posible. Inírida es la demostración de que podemos vivir con los indígenas, los venezolanos y los brasileños, mezclados con todo lo que somos los mestizos. Las intolerancias más terribles (y armadas) son vencidas por gentes sencillas, con su humildad. He visto la riqueza natural siempre al lado de la generosidad de corazón, tantas veces, que ya no creo que sea coincidencia. En cambio el orgullo, la reproducción de la sospecha y sobre todo la prepotencia, son tierra fértil para el dolor y la muerte. ¿Será posible que lo reconozcamos de una buena vez? No se trata de querer dominarnos mutuamente, sino de compartir y entregar sin esperar nada a cambio, de corazón. Porque todo aquel que da algo con interés pone las cosas por encima de las personas, da pie a la hipocresía y la sospecha. Si yo escondo mi interés, por muy buen actor que sea, el otro en algo se la pilla. Si opto por el descaro, mis palabras se vuelven agresión. ¿No es mejor acaso ser sincero y pensar en los demás? Mi religión es el fundamento de mi actuar, hasta en mi improvisación. Cuando he dejado de seguirla es cuando me he equivocado (me pasa a cada rato). Ella es la motivación social de esta tesis, de mi práctica, de mi anhelo de ver a los grupos minoritarios bien tratados. Las tiranías de la edad media nos hicieron mucho daño, nos torcieron el espíritu y hoy tenemos que reconstruirlo. Hay mucho charlatán en el camino, que no busca sino engordar su cuenta de ahorros. Pero ¿qué hay de los que son sinceros, que ayudan aunque los manipulen? La sociedad colombiana necesita la paz y el Guainía la tiene. ¡Acérquense! ¡Vayan y aprendan, que es su vida la que vale la pena! la que se pone en riesgo cuando triunfa el que busca la guerra... Es mucha pretensión para un texto tan pequeño, pero no para un pueblo, cuando sabe lo que quiere. Pero eso es lo que busca esta tesis. Si lo consigue tendremos otra razón para dar gracias y seguir adelante, para sonreír y vivir, pero esta vez con menos lágrimas.

¿Pon manó, apewe? es una traducción libre de ¿para dónde vas, hermano? a la lengua puinave, la misma que hablan la mayoría de las comunidades de los alrededores de Inírida. Así, desde el principio, respaldo una lengua hermosa, para que el español no la empuje hacia su extinción. De la misma manera, he reducido todos los espacios en blanco y el tamaño de la letra para reducir el consumo de papel. Sería una contradicción hablar de ecología y no hacer algo similar.

Le pido a  que se cumpla su voluntad en este texto. El creó los hombres y las aguas y los puso a cada uno en su lugar. Está aquí, en la selva y en todo lugar, aunque son muchos los que Le desconocen por completo. Que este sea un paso hacia ese Ser, a Quien pretendo servir. Que nos acerquemos a su tolerancia y su paz, al descubrimiento de ese lugar desconocido que está en nosotros mismos.


NOTAS

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Instituto Geográfico Agustín Codazzi. 
 
 
Corporación Opción Colombia. Si desea consultar más acerca de ella y el IGAC, haga clic aquí
 
 
P.f. ver el apéndice. 
 
 
Lo normal sería poner la palabra "Dios" en este lugar, pero sería como querer meter el mar en un balde. Porque Dios es una palabra para nombrar algo que no cabe en una palabra, un concepto para explicar algo que no cabe en un concepto. Todas las culturas del mundo tienen una visión especial de Quien es el Máximo Nivel Posible de Bondad, Quien creó todo y va más allá del mundo físico, aunque también está en él. Utilizar la mayúscula en los pronombres que Le mencionan es una forma de respeto, el símbolo intenta superar la precariedad del lenguaje ante una realidad de ese tamaño. 
 

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Padrenuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.  Venga a nosotros tu reino.  Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo.  Dadnos hoy nuestro pan de cada día.  Perdona nuestras deudas así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.  No nos dejes caer en tentación y líbranos del mal, Amén.  Dios te salve María, llena eres de gracia.  El Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito sea el fruto de tu vientre, Jesús.  Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.