Se
encuentra sobre una loma rocosa en la zona más elevada del pueblo, de
ahí su denominación popular de "el Calvario", por la similitud con el
lugar donde fue crucificado Cristo. Tiene su origen en los siglos XVI o
XVII, en una pequeña ermita construida en el espacio en el que podría
haber estado situada una cruz de piedra, frecuente en los lugares de
paso como lo era este. En
su interior se encuentra desde su creación la imagen de la Virgen de los Dolores, del siglo XVI
y autor desconocido. En el XVIII la ermita se cubrirá con una bóveda de
crucería que es la que aún se conserva.
Las desamortizaciones en el siglo XIX hicieron que el edificio entrara
en ruinas hasta que en la segunda mitad del siglo, el arcipreste D.
Ignacio de Aragón decidiera reconstruirla dada la devoción que tenía a
la Virgen.
En 1954 se constituyó la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Redentor
Cautivo y María Santísima de los Dolores, contando con una
talla de Jesús Cautivo de pelo natural que fue sustituida por otra muy
bella de Francisco Berlanga en 1986.
El edificio actualmente consta de la
nave, de mediados del siglo XX, en cuya cabecera, tras el muro que sería
la fachada primitiva se contempla restaurada la capilla original y
retablo, que hoy sirven de camarín para Ntra. Sra. En el lado izquierdo
se abre una capilla labrada a principios del XXI donde se encuentra el
recién adquirido altar de Ntro. Padre Jesús Cautivo. Frente a ésta, la
pequeña imagen de Santa Lucía.
A la edificación principal se
unen una voluminosa nave almacén y en el lado opuesto en obras, la futura casa
hermandad, rompiendo ambos con la armonía del monumento.
Aún conserva la
Hermandad gran cantidad de exvotos y ofrendas como muestra de esta
tradición centenaria.
En los siglos XVII y XVIII se celebraba un Vía Crucis que recorría todo el
pueblo con inicio en el
ex-convento de la Vera Cruz y que finalizaba en
esta capilla de Ntra. Sra. de los Dolores o "Ermita de El Calvario".
Esta Hermandad procesiona en estación penitencial a sus
titulares el Miércoles Santo.