Su origen se encuentra en una pequeña ermita situada a las entonces
afueras de la localidad a principios del s. XV, estableciendo el
culto y la Hermandad una comunidad Franciscana de la que hay muy
pocos datos. Las reglas más antiguas de las que se tiene constancia
datan de 1544. Su situación a las afueras del casco urbano
favorecieron que en 1601 se instalase un hospital en la capilla
debido a una epidemia, siendo atendido por la propia Hermandad. Más
adelante la capilla formaría parte de un convento hoy desaparecido.
El Convento
En 1680 D. Miguel
Martín Pescador, viudo y dedicado su único hijo a la Iglesia, donó 34000 ducados para
el establecimiento de una congregación de Carmelitas Descalzos en El
Coronil, que se alojó en su propia vivienda en la plaza de la Villa.
A la muerte en noviembre de 1684 de D. Miguel la orden tuvo que
reducir el número de frailes ya que no disponían de espacio
suficiente para construir todas las dependencias que requería el
convento, causa por la que decidieron solicitar la apertura de un
nuevo convento en un lugar más adecuado a sus necesidades. El 1 de
mayo de 1687 D. Jaime de Palafox y Cardona, arzobispo de Sevilla
visitó El Coronil (la primera vez que se tiene constancia de la
visita de un arzobispo al pueblo) para comprobar la necesidad,
concediéndose licencia para la apertura del Convento del Santo Ángel
San Miguel para el 1 de enero de 1688. Este convento se situaría
junto la capilla de la Vera Cruz, construyéndose las dependencias
propias del convento junto a ésta y entre los siglos XVII y XVIII se
labraría una nueva capilla de más capacidad ya que los cultos de la
Hermandad serían a cargo de la orden. Los Carmelitas se ocuparían de
complementar la asistencia religiosa de la Iglesia Parroquial y a
obras caritativas y de asistencia, encargándose del Hospital. La
desamortización de Mendizábal hizo que en 1853 los frailes tuvieran
que abandonar El Coronil, no llegando a terminar de construir la
totalidad del convento, del que se conservan algunos muros con
interesantes elementos estructurales y constructivos del XVIII. A
finales del XIX se trasladaron diferentes objetos del ex-convento a
la Iglesia Parroquial.
La actualidad
Una vez
exclaustrados los Carmelitas, la Hermandad va a tener problemas para
continuar con su actividad. En los años 30 del siglo XX se realizan
diferentes obras en las dependencias existentes, decorándose la
capilla con pinturas murales y se instala aquí un establecimiento de
asistencia médica. La Hermandad y sus cultos se retomarán firmemente
en los años 80, aprobándose sus actuales reglas en 1992.
El edificio se adecentó en 1991 en una obra que afectó a sus
cubiertas, sustituyendo las de madera primitivas, se intervino en
los muros, desapareciendo todas las pinturas que decoraban la
capilla y se embaldosó con mármol la capilla perdiéndose la solería
cerámica con olambrillas del XVIII, además de la sustitución de
enlucidos en el exterior.
Actualmente se puede destacar el altar mayor, muy simple con banco y
frente de azulejería, las columnas de la arcada del coro alto, del
siglo XVII-XVIII, y una pila de agua bendita en piedra caliza con el
escudo tallado de la Orden del Carmen. También se conserva en
aceptable estado de conservación el púlpito de madera. En el año
2006 se habilitó un cuerpo de edificación del siglo XIX dedicada a
almacén con fachada a vía pública, como dependencias para casa
hermandad.
Es característica del "Convento" su espadaña, sobre la cual se puede
ver el nido de las cigüeñas que año tras año la coronan.
En cuanto a las imágenes, el titular es el Stsmo. Cristo de la Vera
Cruz, talla en madera de tamaño un poco menor del natural de
transición del gótico al renacimiento, atribuido a la escuela de
Martínez Montañés. La Virgen de los Dolores
es del siglo XVII y de autor desconocido, y la imagen actual de San
Juan es moderna, tallada por Francisco Berlanga, aunque aún se conserva el
busto de la talla primitiva recuperada tras una importante restauración por el mal
estado en el que se encontraba.
La Hermandad saca en procesión el Viernes Santo al Santísimo Cristo
en un paso moderno que sustituye a otro tallado por el carpintero
coronileño Francisco Mena, y a la Virgen de los Dolores junto a San Juan Evangelista
en paso de palio.