Una de las cosas que mayor y mejor impresión causaron en
este viajero, fue la ratificación del hecho de que Cuba registra la mayor tasa de
centenarios por habitantes en el mundo y la expectativa de vida se ha
elevado a casi 80 años. Los cubanos tienen, además, una expectativa de vida promedio
de 11 años superior a la media a nivel mundial y ocupa el primer lugar entre los
países en vías de desarrollo y el 24 en el mundo.
La cifra de 1.800 personas que tienen o
sobrepasan la edad de 100 años, hace de Cuba -con una
población total de 11,2 millones de habitantes- el país poseedor de más personas
centenarias por número de habitantes en el mundo.
La decana de estos longevos cubanos tiene 122 años y vive en la provincia Granma,
760 km al sureste de La Habana y -según me dijeron- su identidad nunca ha sido revelada.
Por otra parte, las personas incluidas en lo que se ha dado en llamar "tercera edad"
o "adulto mayor", superan los 1.9 millones de
ancianos, lo que significa una tasa de envejecimiento del 16,6 % de la población nacional,
cifra por encima del 12 % que es considerado en el mundo como alto.
Según Eugenio Selman-Housein (presidente del
Club de los 120 años -creado en Cuba en el año 2003 y
que promueve un estilo de vida y
alimentación adecuada para alcanzar una longevidad satisfactoria- y ex jefe del equipo médico del líder cubano
Fidel Castro), 'Para sobrepasar la centuria con óptima calidad de vida se
necesita, en primer lugar, de motivación', pero también de 'una alimentación
rica en frutas y vegetales, la actividad física, la cultura y el medio
ambiente'.
Algunos expertos aseguran que la longevidad de los cubanos se debe al sistema de
asistencia médica gratuita del país, al agradable clima de la isla y al lento
ritmo de la vida, aunque también subrayan la influencia de los genes y el
optimismo por naturaleza de los cubanos. El gobierno por su parte, también
atribuye la longevidad de sus habitantes al sistema de asistencia médica
gratuita, además de la alimentación equilibrada y el saludable modo de vida.
Casa y Círculos de los abuelos
El Sistema de Salud de Cuba tiene muy presente la presencia del abuelo dentro
del contexto familiar y social y tal presencia nunca es subvalorada ni
menospreciada.
La Casa del Abuelo y el Círculo del Abuelo son
dos instituciones que desempeñan un importante papel en el proceso de
envejecimiento de la población cubana que, lógicamente, está también vinculado a la
necesidad de resolver el problema de la natalidad (desde hace veintiocho años la
tasa de fecundidad del país está por debajo del nivel de reemplazo poblacional,
al quedar menos de una hija por cada mujer en edad reproductiva. Lo anterior se
traduce en una disminución considerable del número de nacidos. Si durante las
décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo XX el promedio anual de
alumbramientos era de unos 250 mil, en el 2005 solo hubo poco más de 120 mil, a
pesar de haber un millón de mujeres más en edad reproductiva. Como la esperanza
de vida de los cubanos es la ya señalada, el cuadro demográfico de la nación
apunta a un sostenido crecimiento de la cantidad de personas con 60 o más años,
mientras la proporción de habitantes de 0 a 14 años disminuye cada vez más)
En los Círculos de Abuelos miles de esos venerables y venerados ciudadanos realizan
diariamente ejercicios físicos, según las
posibilidades de cada cuál y bajo el estricto control de expertos. Además llevan
a cabo excursiones a centros
culturales y de recreación, donde se mantienen en contacto con la sociedad,
multiplicando su comunicación con otras personas, en medio de un
ambiente favorable y solidario.
En San Antonio de los Baños
Según el Profesor Adalberto Domínguez Lima, en San Antonio de los Baños, en
el año 1971, tuvo lugar la inauguración de la primera Casa de los Abuelos de
Cuba. Durante mi visita conocí que esa institución había ratificado su condición
de "Vanguardia Nacional" durante 14 años consecutivos y según me
informaron varios amigos
se aprestaba a la celebración de
los 100 años de edad de uno de sus miembros, en la que tendría lugar una "actividad cultural"
desarrollada por los propios abuelos,
con canciones, poesías y décimas y contaría con el apoyo de la Casa de Cultura
de la villa y "la participación de artistas aficionados del patio".
Nuestros abuelos canarios
En el libro "Nuestros abuelos canarios", editado por la Asociación Ciudadana
por la Defensa del Patrimonio Histórico de Canarias (DEPACA),
se hace una mención de varias familias canarias que se constituyeron en la villa
ariguanabense. En su prólogo, el presidente de DEPACA, D Rafael Guerra expresa:
"Mirando
hacia atrás podemos afirmar la dispar suerte que alcanzaron los canarios en su
nueva realidad. Podemos abrir un abanico de posibilidades que van desde los que
escalaron puestos de alta responsabilidad tanto en el gobierno como en la vida
militar o civil sin desdeñar el ámbito cultural, económico o clerical, para
alcanzar los más bajos, es decir, populares y los más denigrantes...
El emigrante canario se integra en una nueva realidad, abarcando todas las
posibles clases sociales, dejando su impronta en la parcela de su ámbito de
actuación.
Y en esa realidad se encuentra con el mulato, ese "encuentro" es el de dos
africanos en otro continente ya que en África no fue posible el acercamiento
dado que la raza blanca y la negra se daban la espalda. En Cuba es inevitable la
relación que en nuestro contexto no ha sido posible hasta ahora. Allá se
estrechan, e incluso, se abrazan. "
¿Y que ha pasado con aquéllas familias que en el
libro se mencionan? ¿Cómo será su existencia en el contexto cubano aquí explicado?
Insisto: "una imagen vale más que mil palabras". A continuación les ofrezco
algunas fotos de una mínima parte de aquellas familias mencionadas en el libro.
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