Otto
Reich, Carlos Andrés Pérez
y el Premio Rómulo Gallegos
Lisandro Otero • La
Habana
Acaba de
otorgarse el Premio Rómulo Gallegos, en medio de una
evidente maniobra para desacreditar el galardón, que se
entrega en el ámbito de la revolución bolivariana. Es
obvio que quienes acusan a ese enaltecimiento de estar
prejuiciado, de inclinarse por autores de izquierda, de
haber abandonado su tradicional imparcialidad están
tratando de desacreditar, indirectamente, la rectitud del
gobierno de Hugo Chávez. Según esos argumentos el Premio
siempre fue un modelo de integridad.
Debo referir mi experiencia personal que contradice esas
aseveraciones. En 1987 mi novela Temporada de Ángeles fue
candidata al premio. El día anterior al otorgamiento recibí
una llamada del escritor Caupolicán Ovalles, entonces
presidente de la Asociación de Escritores de Venezuela,
felicitándome porque el jurado había llegado a la decisión
de otorgarme ese honor. Mi sorpresa fue mayúscula cuando al
día siguiente se anunció que el vencedor había sido Abel
Posse, con su novela Los perros del Paraíso.
Supe después por algunos miembros del jurado y otras
personalidades vinculadas a la cultura venezolana que la
revocación del fallo se hizo esa noche debido a una llamada
del entonces embajador de Estados Unidos en Caracas, Otto
Reich, al presidente Carlos Andrés Pérez expresando su
protesta por la concesión del premio a un
"castrista".
No cuestiono la probidad de los jurados, ni del candidato
ganador, muchos de ellos mis amigos de entonces y de ahora,
que se vieron sometidos a enormes presiones de Estado. Todo
ello debe tenerse en cuenta cuando se proclama la supuesta
"imparcialidad" del premio antes de la revolución
bolivariana.
http://www.lajiribilla.cu/2005/n220_07/220_11.html
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