Félix Sautié

LA ÉTICA, LA GOBERNABILIDAD Y LA TRANSPARENCIA. IV 
Félix Sautié Mederos.
E-Mail: fsautie@yahoo.com 

Ética Política, Cristiana y Revolucionaria

En mi anterior artículo hube de mencionar la necesidad de la transparencia para el desenvolvimiento de la gobernabilidad, por cuanto la gobernabilidad está íntimamente relacionada con la transparencia que es un requisito vital para que la democracia tenga un desenvolvimiento verdaderamente efectivo. Con esto no quiero decir que la transparencia sin otros componentes que resultan esenciales a los cuales me referiré en el transcurso del presente trabajo, sea lo único necesario para que la gobernabilidad fluya por los caminos de la democracia verdadera. Muy especialmente de la democracia que está en función de todos y para el bien de todos, sin hacer ningún tipo de exclusiones, principalmente de los más desposeídos de la sociedad quienes por lo general  resultan ser casi siempre los excluibles en cualquier escamoteo de la democracia que pueda presentarse.

La necesidad imprescindible de la transparencia como factor determinante para la democracia y la gobernabilidad, es un tema ético muy manipulado en estos momentos e incluso puedo afirmar que en el medio habanero dentro del  cual me desenvuelvo, la necesidad de la transparencia es desautorizada sobre todo con justificación de la defensa a los posibles ataques externos a que está expuesto el Sistema. En este orden de cosas, sucede que,  en muchas ocasiones, los que hablamos de la necesidad de la transparencia somos vistos con recelos y hay quienes llegan a los extremos de incluirnos en sus clasificaciones de  elementos conflictivos que les hacen el juego a los enemigos.  Para estas personas detenidas en el tiempo que así se manifiestan, el miedo a la transparencia se ha convertido en algo casi enfermizo, muy especialmente después de la Caída del Muro de Berlín y de la desaparición de la Unión Soviética, pues culpan como principal causa de estos derrumbes a los procesos de la denominada “Glasnov” en la época de Gorbachov  y la Perestroika,  cuando en realidad entre los factores que determinaron el derrumbe del socialismo real  se encuentra el secretismo con que se manejan todas las cosas en este sistema, tal y como lo hacen algunos por aquí. La transparencia, en mi criterio además de una necesidad vital para lograr la gobernabilidad consciente en medio de la democracia, es un principio ético fundamental de la dirección y de los dirigentes, en cualquier instancia o medio social de que se trate y es así que pretendo desarrollarlo en esta serie de artículos sobre la Ética Política, Cristiana y Revolucionaria.

En mi criterio, este asunto de la transparencia como concepto ético esencial de la política revolucionaria de fundamento cristiano, establece una línea divisoria muy especialmente dentro de cualquier comunidad de que se trate, entre el funcionamiento de un socialismo democrático y verdaderamente participativo en el que la población tiene la palabra decisiva en todos los asuntos y un socialismo burocratizado,  centralista, paternal y triunfalista, en el que la burocracia política y administrativa se ha adueñado de los timones de mando de la sociedad, impidiendo que la población tenga el acceso y la participación que merece en las decisiones básicas del Sistema, las que desde el punto  de vista del Socialismo Real se adoptan centralmente en medio del secretismo oficial al uso, en nombre del pueblo sin que los ciudadanos de a pie tengan la información necesaria.  En estas circunstancias, se establece una gran contradicción entre lo que se dice y lo que se practica, lo que constituye una violación flagrante de la ética política, pues mientras que con toda justicia,  se les exige a los gobiernos de tendencia neoliberal y a los grandes intereses económicos que pugnan hoy por el control del mundo, que sean transparentes en sus decisiones y en su actividad gubernativa, internamente no se actúa de la misma forma que se pide que se haga por parte de los demás. Es como parafraseando al Evangelio, un haz lo que yo digo pero no hagas lo que yo hago.

En este sentido, en los momentos en que escribo el presente artículo (junio del 2007), he podido apreciar en algunos programas de televisión por aquí en La Habana el planteamiento, correcto en mi criterio, sobre la necesidad de una justa ponderación de la importancia que tiene la Internet, o red de redes para la existencia de una prensa alternativa enfrentada a los grandes consorcios económicos que manipulan las informaciones en su propio interés

Mientras eso se declara y se clama por esa necesidad de la libre información y acceso a los medios de comunicación social, la INTERNET ,internamente se mantiene con un control estricto muy limitado para lograr su libre acceso, de forma que todo el que pueda y quiera tener estos accesos, esté en libertad de hacerlo desde su propia casa lo que significaría una comunicación directa con el desarrollo, la ciencia, la técnica y la cultura del Siglo XXI, sin tener que ir a clubes de computación ni a los centros de trabajo, que funcionan sobre la bases de un determinado control del acceso. Esto es además una falta de confianza generalizada hacia una población que mayoritariamente ha apoyado al Socialismo como sistema político, que por tanto no se merece ese control, lo cual constituye en mi criterio un ejemplo de falta de ética en la gobernabilidad dirigida hacia las bases que tienen que asegurarla. Además el nivel de limitaciones que establecen estas medidas en relación con los acelerados desarrollos de las ciencias y las técnicas  en el mundo de hoy, indudablemente tiene y habrá de tener un serio impacto sobre la Cuba de hoy en la que nos estamos quedando muy atrás en este sentido.

En mi criterio de nada valdrán para  resolver este retraso y la brecha que ya existe al respecto, los esfuerzos meritorios que masivamente se hacen en la educación y la formación en las técnicas de computación, si después el acceso de  esas masas ya formadas se encuentra restringido exclusivamente al uso oficial solo en sus respectivos centros de trabajo o clubes sociales en el mejor de los casos, que además lo posean, porque no son todos ni mucho menos, sino que también existen grandes limitaciones y restricciones a nivel de los centros de actividad social al respecto para lograr un acceso universal a una tecnología que hoy mueve casi por completo a las sociedades de los diversos países del mundo. Incluso debería tenerse muy en cuenta también que la computación es una importante herramienta contra la burocratización de las gestiones de gobierno, así como facilitadora de las gestiones públicas y de los pagos y cobros necesarios de los servicios que se reciben y con especial interés del acceso de la población  a las instancias gubernamentales para ser atendida  en sus consultas y reclamaciones.

Otra justificación que se usa al respecto, es que en definitiva en la mayoría de los países del denominado Tercer Mundo e incluso en el primer mundo también hay millones de personas que ni siquiera pueden soñar con la Internet y la computación; pero estos no son los casos que se corresponden con la Cuba Socialista que tiene uno de los más altos niveles educacionales del mundo en donde se plantea la equidad distributiva, la justicia social y el libre acceso a la cultura, la información , la ciencia y la técnica, en la que además la ciudadanía en general por el nivel cultural alcanzado, se encuentra en condiciones técnicas favorables para poder alcanzar un pleno acceso a estas técnicas; lo que en definitiva constituye una gran contradicción con ese control tan estricto y limitativo. En consecuencia, todo lo que pudiera argumentarse al respecto para justificar estas restricciones actuales, no viene al caso; pues las mismas parten del concepto secretista ya obsoleto, propio de un Socialismo real fracasado en el mundo, de cuyos errores y vicios como lo es esta falta de transparencia, debería distanciarse al máximo posible  al Socialismo del siglo XXI a que aspiramos todos los que entendemos la importancia y la necesidad del Socialismo para el futuro de la humanidad.

En mi opinión, tampoco es una justificación válida los usos pervertidos que se hacen de esta red de redes, para fundamentar el aislamiento de probeta con que los teóricos de este secretismo pretenden preservar a la población cubana, como si fuera posible en estos casos tapar el sol con un dedo, en vez de realizar un adecuado trabajo de conciencia para que la ciudadanía pueda enfrentar directamente estas situaciones, demostrándole ante todo una plena confianza en su juicio y en el uso de la libertad que le corresponde. Este control preventivo de los usos pervertidos de las redes de información, además de ser cada día menos factible de lograrlo, promueve laceración de un tipo de ciudadano aséptico de probeta y no preparado para enfrentarse al futuro y constituye además, una falta esencial de la ética que debe caracterizar a una sana gobernabilidad.

El triste espectáculo que han dado algunos países del Este de Europa, durante una reciente gira europea  del Presidente Bush,  caracterizado porque mientras que en otros países europeos del Occidente la población pudo manifestar, aún por encima de la represión y de los controles oficiales, su libre y verdadero repudio en contra del guerrerismo y de todo lo malo que la actual Administración Norteamericana ha traído al mundo, la cual detenta el nivel de popularidad más bajo en muchos años dentro de su propio país, se dio el triste caso que pudo presentarse y ser aceptada controvertidamente como símbolo de libertad ante algunas de estas poblaciones de Europa del Este, hartas ya de un Socialismo burocrático, que ven ahora el espejismo de la libertad en la imagen que pretende dar al mundo esta Administración Norteamericana. Pienso sinceramente que en Cuba, deberíamos analizar a profundidad este hecho en toda su posible extensión, no vaya a ser que algún día tuviéramos que sorprendernos con algo similar.

La transparencia y el libre acceso a la información es un principio ético inviolable y su restricción con fines defensivos lógicamente  en aquellos aspectos militares que les resulta inherente y de lucha contra la delincuencia, en los que sí existen cuestiones cuya libre publicación no se justifica, en todo lo demás deberíamos abrirnos libremente al mundo, así como el mundo debería abrirse libremente a nosotros, teniendo más confianza en el juicio de una población culta y preparada como es el pueblo cubano, que para su desenvolvimiento en la vida social no debería depender  del paternalismo con se le pretende tratar, lo que resulta cada vez más rechazado y contradictorio con los verdaderos deseos del pueblo de a pie. Estos hechos justifican lamentablemente en múltiples casos, la forma en que se presenta la gobernabilidad socialista para muchos por aquí, que optan por irse del país, deslumbrados por los afeites, luces y adornos con que se les muestra  el denominado  mundo libre, todos los cuales no son tan así como se les ve desde nuestro aislamiento interno. Creo que hay que ser más responsables al respecto de este análisis y menos agresivos con los que así lo exponemos y por sobre todo evitar la descalificación y las acciones que al respecto algunos quisieran plantearnos.

La transparencia coadyuva  realmente a la eficiencia de la gobernabilidad, porque mediante su práctica generalizada, los que son gobernados pueden tener acceso al pleno conocimiento de la actuación de quienes los gobiernan y así aumenta su autoridad, se previenen contra el burocratismo  y se retroalimenta y perfecciona el  Sistema. Sin transparencia es muy difícil que se desenvuelva una verdadera democracia socialista en donde la población es la que detenta el poder. En el campo económico, precisamente las prácticas de la cooperativización, la auto gestión y del más efectivo control obrero, devienen métodos esenciales propios de un verdadero Socialismo que da participación efectiva a los trabajadores como dueños que son, dentro de los procesos económicos esenciales de la sociedad. Yo pienso que en todos estos casos la consecuencia de las palabras con los hechos es la mejor forma de denunciar la falta de transparencia real que en el mundo globalizado de hoy se plantea por quienes pretenden controlarlo de todo. En esto, aquello de que no hagas tú lo que no quieres que te hagan a ti y que me permito parafrasear del Evangelio, es básico para enfrentar las situaciones que estamos viviendo en el mundo de hoy.

En este orden de pensamiento, debo expresar que la ética tiene un alto componente de análisis y planteamiento teórico para lograr la comunicación intersubjetiva que tan importante es a los efectos de los procesos de  generalización, educación y formación en sentido general del pueblo y sobre todo de las nuevas generaciones que deberán forjarse en los principios éticos básicos de una sociedad socialista proyectada hacia el Siglo XXI. En consecuencia, en medio de las circunstancias de hoy, la ética no podría plantearse en su justa concepción actualizada y al día, fuera del análisis de los problemas prácticos y objetivos en que se desenvuelven las sociedades contemporáneas y sobre todo dentro del contexto en que se encuentran enmarcadas las personas en específico. Por eso en este análisis sobre la importancia de la transparencia para la gobernabilidad, a pesar de los propósitos intemporales con que lo estoy escribiendo a los efectos de asegurar su validez en el tiempo como conceptos teóricos necesarios, me he referido a estos ejemplos sobre el acceso a la INTERNET además de la referencia a los acontecimientos en Europa con la gira del Presidente Bush porque estos asuntos éticos es muy difícil concebirlos dentro de una posibilidad y contexto práctico.

La ética de la transparencia para lograr adecuados niveles de gobernabilidad conciente, es un elemento fundamental parar construir un mundo mejor posible como es el lema que hoy recorre nuestro planeta de un extremo a otro. Lamentablemente hay quienes toman esta consigna, sólo a partir de sus muy específicos intereses, planteándola como un esquema, de boca para afuera,  que a veces repiten hasta el cansancio, pero que cuando en cambio les toca actuar en consecuencia dentro de su radio de acción, subordinan la justicia de este concepto a sus intereses  personales o grupales y se quedan únicamente en la expresión de una lema vacío que repiten hacia fuera sin sentirse aludidos en el significado de la acción que conlleva edificar realmente un mundo mejor para todos, comenzando en primer lugar desde el entorno en el cual nos encontramos ubicados. Mi observación al respecto, me ha permitido percibir la forma esquemática en que algunas personas a mi alrededor conciben el mundo mejor posible hacia fuera, sin entender las necesidades de transformación, cambios y reformas que esa concepción conlleva dentro de los marcos de referencia en que ellos se desenvuelven y que su concepto triunfalista y las ideas sacralizadas de que parten, no les permite entender adecuadamente. En este orden de cosas, se produce una inconsecuencia de las palabras con los hechos, lo cual  plantea una violación flagrante de los principios éticos políticos, cristianos y revolucionarios.

Por otra parte, para finalizar, en mi opinión, resulta necesario plantear algunas cuestiones más sobre el concepto de la gobernabilidad,  a los efectos de lograr una comprensión adecuada de lo que estamos desarrollando al respecto de su relación con la transparencia y la ética. Ante todo debo expresar que en mi criterio, la gobernabilidad es un concepto subjetivo que se sustenta en hechos objetivos y en consideraciones subjetivas derivadas de estos hechos y de la transparencia con que se  realicen y se presenten. Me explico, porque considero muy importante que sea explícito al máximo posible.

La gobernabilidad es la posibilidad concreta de que un gobierno efectivamente pueda gobernar y valga la redundancia de la palabra, en el medio en que se encuentra insertado. Por tanto la gobernabilidad tiene un importante componente subjetivo de aceptación de las órdenes, orientaciones y planteamientos recibidos dentro de la mente de los que son gobernados, lo  que tiene una interdependencia básica con la moral y la práctica ética derivada de esa especifica moralidad que da marcos de referencia a la actuación del gobierno de que se trate, a partir de hechos objetivos realizados efectiva y transparentemente.

La moralidad es un sello de garantía para obtener la confianza y la aceptación por parte de los que son gobernados y por tanto, base esencial para lograr que la gobernabilidad del gobierno en cuestión (y valga la redundancia),  sea realmente efectiva en su desenvolvimiento y en el respeto  de la ciudadanía.  Aquí la transparencia juega un papel determinante para que se comprenda más allá del gobierno específico la justeza de sus  actos, libre del  miedo innato que generan los secretismos y las imposiciones que a su amparo se realizan. Con miedo se puede lograr también un determinado grado de gobernabilidad, pero esa gobernabilidad no podrá disfrutar de una base consciente que le de fundamentos y solidez en el tiempo; y puede suceder que cuando esa misma población gobernada sobre la base del miedo se pueda encontrar sometida a nuevo y advenedizo miedo  forjado mediante recursos y posiciones de mayor poder, ese gobierno emisor de miedo hoy, podría ser fácilmente abatido por el hecho de que la ciudadanía bajo su jurisdicción dominada por su  miedo específico podría ser fácilmente subordinada por parte del poderoso miedo emergente advenedizo.

El miedo es una violación de la ética que puede desarrollar una reacción en cadena de forma inconsciente y más allá de la voluntad, Luego la gobernabilidad alcanzada por el miedo genera un serio problema de inseguridad nacional. Por otra parte, la ciudadanía gobernada por el miedo, siempre tendrá determinados límites de aceptación,  desengaño, hastío e incluso instinto de conservación exacerbados que no valdría para sembrar la verdad en los corazones y podría ser controvertido con la actitud moral y ética  correcta que forma parte de la gobernabilidad y que constituye una acción de confianza plena entre ciudadanía y su gobierno libre y democráticamente aceptado.

Por tanto la ética de la transparencia es un factor fundamental, aunque no el único para lograr adecuados y aceptables niveles de gobernabilidad.

(SEMANARIO UNICORNIO PERIÓDICO POR ESTO, MÉRIDA YUCATÁN, PUBLICADO EL DOMINGO 24 DE JUNIO DEL 2007)