San Antonio
nuevamente
hoy con tristeza infinita
nos volvemos a dar cita
con Angelito Valiente.
Cuba lo llora y lo siente
cantar a cada momento
con profundo sentimiento
llenando de luz el mapa
aunque lo cubra una tapa
de granito y de cemento.
Fue un 21 de
enero
en que el Indio Naborí
presenció llorando aquí,
por Valiente a un pueblo entero.
La soga al sepulturero
se le hizo un nudo aquél día
y cuentan que todavía
después de aquellos instantes
en la cuñas y en los guantes
hay olor a poesía.
Fue aquélla
tarde sombría
terrible en que Francisquito
se abrazó a ti, Angelito
mientras la lluvia caía
y en medio de la agonía
reinante en aquél lugar
lloviendo acabó Aguilar
la despedida de duelo
porque las nubes del cielo
no dejaron de llorar.
Duerme
tranquilo Valiente
que en medio de este universo
donde se improvise un verso
no estará tu nombre ausente.
Tu voz seguirá presente
en eterna primavera
y al pie de tu jardinera
tendrás además de flores
sinsontes y ruiseñores
trinando en tu cabecera.