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Su actual trabajo como profesor de la sede municipal de la Universidad Agraria Fructuoso Rodríguez y sus compromisos sociales, se han convertido en los cleptómanos de su tiempo, y lo transforman en un ser muy difícil de hallar en casa.
Finalmente, una tarde fui testigo de su presencia. Atrincherada con una pluma y un poco de memoria, pude rescatar sus andares y múltiples facetas.
"Siempre me gustó escribir. Cuando me jubilé comencé a participar en actividades culturales y a crear obras narrativas, poesía, anécdotas... Esto fue en la década del ´80. El primer libro lo escribí en 2002. Se llama Estampas Ariguanabenses y trata sobre personajes pintorescos del pueblo, en su mayoría fallecidos.
"En El libro de los juegos, el segundo, reflexioné sobre los entretenimientos de los niños de hoy. Aparece un poema y ejercicios de Español, Historia o Aritmética relacionados con el tema. Es, por tanto, un material didáctico".
Con voz pausada, no duda en hablarme de sus obras inéditas sobre la Casa de los Abuelos y atletas ariguanabenses destacados, como Cira Alfonso y Guillermo Torres.
En un instante de sosiego comenta que el matiz del glamour le ha gustado toda la vida. Lo manifiesta en sus poemas Melancolía, Soledad y Evolución, recogidos en una antología publicada en el 2005 y puramente románticos como él.
"En mis 50 años como profesor de diferentes enseñanzas, he impartido todas las asignaturas culturales, excepto Física, Inglés, Música y Educación Física."
Es decir, que este hacedor de conocimientos es un maestro integral de todos los tiempos.
"Tengo un plan inmediato: realizar la biografía de Rodolfo Chacón, un músico de este pueblo con mucho prestigio."
Me cuenta de cuando comenzó en el Taller Literario con las peñas en el Río Ariguanabo, y de su posición ante la vida, siempre a favor de los humildes, que es una ratificación de sus raíces.
Con sus 79 años, se considera un instructor exigente pero cariñoso con sus alumnos. Ama la sinceridad y honestidad como cualidades en ellos.
Mis labios no temblaron al pronunciar cuanta duda se posaba en mi mente, e indagué sus opiniones acerca de la venidera Feria Internacional del Libro.
"Es la oportunidad de poner a disposición de la gente las mejores obras que hoy se editan, con vistas a facilitar la cultura general de la sociedad. El hecho de traer este sigular evento a San Antonio, constituye un regalo para sus pobladores, pues, desde el punto de vista cultural, se destacan tradicionalmente.
"Creo que la Feria... contribuye al surgimiento de nuevos creadores porque cuando alguien lee algo que le gusta, se siente motivado. Es muy personal. Todo el que tenga aptitudes percibe cómo despierta en él ese
`bichito´ de escribir."
Sobre las nuevas generaciones de escritores plantea que se ajustan a los nuevos momentos por los que el mundo transita. "Mi consejo a los que incursionan en este oficio es que para llegar a escribir lo primero es leer mucho".
Hoy podemos verlo en la Cátedra del Adulto Mayor, como Presidente de la Unión de Historiadores de Cuba, o cuando, liberado del trabajo diurno, se sienta a admirar una de esas impresionantes jugadas de pelota.
Félix es mucho más que un maestro, mucho más que un escritor. Es alguien que vive enamorado de su pueblo. Como él mismo me confesó: "Lo amo tanto, que si no hubiera sido
ariguanabense, hubiera deseado serlo."
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Derecho a la historia
Por Sandy Castrillo Martínez
04.07.2007
Según el informe de la última Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento, el abuso o maltrato contra personas de la Tercera Edad, -la mayoría frágiles y dependientes de los demás para satisfacer sus necesidades básicas- se generaliza en nuestros días.
Dialogando con el profesor Félix Romero de la Osa, coordinador de la Universidad del Adulto Mayor en San Antonio de los Baños, supe de una experiencia que vivió en días pasados mientras cruzaba la Calle Ancha – (una de las de mayor tráfico en el municipio). Sucede que un joven sobre una bicicleta se le tiró encima...
-¡Oye puro, no estás mirando pa’ lante!
El hecho, que ocurrió en horas de la noche, pudiera haberle provocado al profesor Romero lesiones graves y hasta una fractura de cadera, tan traumática en esa edad.
Esta no es ni la primera ni la última de estas historias, pues la pérdida de algunos valores en parte de nuestra sociedad ha hecho que los "más" jóvenes vean en la ancianidad a personas tediosas, amargadas, celosas, que resultan un estorbo... sin pensar, quizás, que van a llegar a esa edad y que sus hijos y nietos puedan repetir la historia.
El maltrato a los ancianos puede consistir tanto en golpes, empujones, ofensas verbales, negligencias o violación de los más elementales derechos individuales. La disposición inconsulta de propiedades, los desconocimientos de sus deseos u opiniones, al igual que las discriminaciones o rechazos los hacen sentir un estorbo y también son formas de maltrato.
En los Estados Unidos, por poner un ejemplo, miles de ancianos son llevados a los llamados HOMES, que son centros donde se internan a las personas mayores cuando comienzan a estorbar en la vida de sus familiares, ya que por la gran carga de trabajo y al no tener tiempo para cuidarlos, los llevan allí, de donde muchas veces no salen vivos ni son visitados jamás.
Sin lugar a dudas duele más un desprecio, desplante o insulto que una bofetada, y, en ocasiones, la agresividad puede trasmitirse con la expresión facial, la ironía, una mueca o con el tarareo de una canción.
Quien les comenta apenas rebasa los 20 años, pero me sentiría muy ofendido si me dijeran frases como estas: "¡Que cansada estoy de él!, "Ya no soporto a quien tu sabes", "¼ está que no da un kilo en la casa", "¡Óyeme, está que no tira un chícharo!, se levanta todos los días a las cinco y media y no deja dormir a nadie. Darles el rol que merecen, hablarles y dedicarles tiempo contribuye a que se sientan mucho mejor.
Hace algún tiempo la Televisión Cubana transmitió una telenovela (Lo que me queda por vivir) que demostró cómo el cuidado y atención adecuada de nuestros abuelos, bisabuelos, padres, tíos, vecinos... resulta beneficioso para el desarrollo de las relaciones entre todos los miembros de la familia.
El escritor y político romano Marco Tulio Cicerón, en su libro Sobre la Vejez, reflexionaba: "más sufridos, más inhábiles, más enfermizos y más cercanos a la muerte."
Recordemos entonces las palabras del Doctor Miguel Valdés Mier cuando dijo:
"Si bien el que no se ocupa de los niños no tendrá derecho al futuro, el que no se ocupa ni respeta a los viejos, no tiene derecho a la historia."
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