TODO SOBRE LA IV CONFERENCIA REGIONAL
DE ILGALAC
Globalizacion
alternativa por nuestros derechos.
La
cuarta Conferencia Regional de ILGALAC, la cual se realizará del 20 al
23 de septiembre en el Hotel Riviera ubicado en el Centro Histórico de
Lima- Perú. ILGALAC es la federación de agrupaciones de lesbianas, gays,
trans y trans (LGTB) de Latinoamérica, la comisión organizadora del
evento tiene previsto reunir en Lima a más de 100 activistas
provenientes de 17 países de la región.
Para el Movimiento LGTB
organizar la conferencia en el Centro Histórico es muy simbólico ya que
debemos recordar que sus calles han sido escenario de las políticas
homofóbicas del Alcalde de Lima, Luís Castañeda Lossio, en este sentido
la presencia LGTB desafiará las políticas represivas de la actual
gestión municipal en manos de la derecha conservadora. Para asegurar el
éxito de la Conferencia las agrupaciones peruanas afiliadas a ILGALAC
han formado un grupo de apoyo que viene impulsando colectivamente este
evento.
La IV Conferencia tiene como lema: “Globalización alternativa por
nuestros derechos”, el cual refleja la apuesta de los grupos de la
diversidad sexual por una globalización solidaria sin discriminación, en
contraposición al pensamiento único y excluyente de la globalización
neoliberal. Por tanto será un espacio latinoamericano de discusión y
debate sobre las formas como el movimiento LGTB está contribuyendo al
desarrollo de los movimientos sociales en América Latina y el Caribe.
Un importante insumo para la IV Conferencia es hacer un recuento
histórico de lo avanzado:
Relatoría de la III Conferencia de ILGALAC- Santiago de Chile,
Septiembre 2004.
Por
Manuel Herrera Loayza
Comunicador Social, fundador del Colectivo Raíz.
Esta III Conferencia Regional de ILGA-LAC tuvo lugar en Santiago de
Chile, del 13 al 17 de setiembre. Los primeros días de trabajo se
desarrollaron en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y los
dos últimos en la casa que fuera de Violeta Parra. Asistieron activistas
de diversas organizaciones de lesbianas, gays y trans de Honduras,
Nicaragua, Cuba, México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina,
Brasil y Chile.
El nuevo consejo regional quedó constituido por Patria Jiménez,
activista lesbiana, promotora del Claustro de Sor Juana en México;
Bellisa Andía, activista trans de la Asociación Runa de Perú; y Alberto
de Jesús, activista gay de Brasil.
De la misma manera, fueron elegidos las y los consejeros regionales de
ILTGA-LAC para cada una de las seis subregiones: una lesbiana, un (a)
trans y un gay de Perú-Ecuador-Colombia-Bolivia; Chile-Argentina;
Cuba-Venezuela; Brasil; Nicaragua-Honduras-otros país centroamericanos;
y México.
Los debates fueron animados por el tema central: “Homosexualidades,
Globalización y Movimientos Sociales en América Latina”. A continuación,
las principales conclusiones:
Agenda política y derechos humanos
Se plantearon “definir ejes de articulación política transversales al
quehacer de nuestros movimientos, que permitan potenciar regionalmente
la promoción de los derechos LGBT (lesbianas, gays, bisexuales,
transexuales y transgénero), incluyendo nuestras particularidades
culturales, étnicas, económicas y sociales”. En tal sentido, decidieron
“implementar mecanismos que permitan articular y sumar esfuerzos con
otros actores y procesos sociales, políticos y culturales de la región,
evitando la práctica estancada del corporativismo”. Así, afianzar la
“participación en foros sociales mundiales de las diversas
homosexualidades” y el “renovar alianzas históricas con los movimientos
feministas”.
En las misma perspectiva, se comprometieron a “definir una agenda de
trabajo y de incidencia política mínima para la región, con una postura
crítica donde se contemplen temas como el de los fundamentalismos, el
TLC (Tratado de Libre Comercio), la resolución de Brasil (para que la
ONU precise que la orientación sexual y la identidad de género son
derechos humanos), los derechos humanos, el impacto de la globalización
en nuestras comunidades, etc.”. Se trata de situaciones que vulneran o
“afectan directamente el ejercicio de los derechos ciudadanos de
personas LGTB”.
Resolvieron que, en nuestros países latinoamericanos, es clave “la
promoción y defensa del estado laico”, que incluya una “perspectiva de
diversidad sexual e identidad de género”, “estrategias frente a las
iglesias y otras instituciones fundamentalistas”, y “luchar contra todas
las formas de intolerancia en la región”.
Políticas de inclusión
Las y los activistas que dan vida a los movimientos LGBT en América
Latina y el Caribe tienen muy en claro la necesidad de incentivar
políticas de inclusión. Consideraron oportuno “implementar políticas de
género (incluidas las masculinidades) y de orientación sexual
transversales”, las cuales deber ser apoyadas “con la formación de
políticas públicas”. Paralelamente, alertaron sobre la pertinencia de
“incluir y considerar los puntos de vista de los
grupos de lesbianas feministas en desacuerdo con proyectos de ley que
refuercen pautas de heteronormatividad” (reglas impuestas por la
dominación masculina o la eterna dictadura del patriarcado aún en
nuestros días).
Más en concreto, indicaron la importancia de “implementar acciones que
visibilicen e incentiven las plataformas de los movimientos sociales y
políticos y el trabajo de jóvenes LGBT, mujeres lesbianas y trans,
solidarizando ambas agendas”. En esta perspectiva, sugirieron
“implementar registros públicos de participación de jóvenes LGBT,
lesbianas y trans que especifiquen niveles y formas de participación”.
Se trata de encontrar y promover formas de participación que permitan
“favorecer el empoderamiento de las personas jóvenes LGBT, trans y
lesbianas en niveles de formación y participación”, por ejemplo en
sindicatos y partidos políticos. Aquí resulta clave la inclusión de
temas específicos que afectan a estos grupos en todas las agendas de
trabajo de ILGA-LAC: violencia, concepción asistida, reasignación de
sexo, salud mental, tercera edad, estudios de género y diversidad
sexual, mujeres encarceladas, discapacitados, indígenas y
afrodescendientes, patria-potestad de mujeres lesbianas y trans, etc.
En el mismo terreno, se plantearon “promover y apoyar denuncias a nivel
internacional de (casos específicos que vulneren o violen) los derechos
ciudadanos de la comunidad GLBT”. Esto tiene mucha relación con la
urgencia de “implementar y mantener un archivo que registre las
violencias perpetradas contra los derechos humanos de las personas trans”,
en el marco de una lucha frontal contra la impunidad, “asegurando la
continuidad del seguimiento de dichos casos” y exigiendo se haga
justicia.
En la procura de protección y mejores condiciones de vida para las
personas trans, es necesario “implementar acciones y campañas para que
en los documentos legales se priorice la identidad de género en vez del
sexo de la persona”.
De otro lado, resultó muy oportuno que los y las activistas
latinoamericanos se propongan ampliar la perspectiva del trabajo de ILGA-LAC
en relación al VIH-SIDA y luchar mejor de manera integral por la salud
como un derecho humano, poniendo énfasis en la salud sexual, la salud
reproductiva y la salud mental, enfocándose en los problemas específicos
de las comunidades GLTB, teniendo en cuenta la perspectiva de género.
A la par, exigieron “aplicar un lenguaje inclusivo y no estigmatizante
que visibilice todas y cada una de las identidades sexuales y de género”
(romper con el uso, por ejemplo, de “HSH” o “población en riesgo”,
etc.).
Por una incidencia política más efectiva y eficaz
En la medida que los y las activistas LGBT de Latinoamérica son
conscientes de la urgencia de promover legislaciones
antidiscriminatorias y acciones afirmativas, y de la necesidad de
trabajar por una incidencia política más eficaz en cada uno de nuestros
países, se propusieron “aplicar, elaborar campañas y hacer manifiestos
estos criterios en los programas, políticas y servicios de salud pública
para que se realicen campañas equitativas y focalizadas que incluyan
derechos étnicos, sociales, económicos y culturales”. En esta propuesta,
sindicaron como clave a la evaluación. Por ello, es necesario
“implementar un informe diagnóstico de situación de la salud de la
población LGBT” con el fin de “proveer de información técnica necesaria
a los organismos responsables de salud pública”. Del mismo modo, resulta
apropiado “fiscalizar los criterios respecto de la asignación
presupuestaria por parte de los gobiernos y estados en cuanto a estos
temas”, y “tomar acción directa respecto a los problemas de acceso a la
salud derivados de los tratados de libre comercio y el ALCA”. Por tanto,
“ante respuestas adversas de los organismos responsables de salud
pública, ILGA-LAC apoyará las acciones jurídicas ante organismos,
locales, nacionales e internacionales”.
En aras de lograr mayor participación LGBT y una incidencia política
más efectiva y eficaz que generen cambios positivos en nuestras
sociedades, reforzaron su compromiso de “promover y proteger la
ciudadanía y los derechos humanos de las personas trabajadoras sexuales
(hombres y mujeres) y de las personas en estado de prostitución”. Es un
deber ético y cívico promover su dignidad, su ciudadanía y mejores
condiciones de vida.
En el mismo plano, acordaron “apoyar los activismos de jóvenes LGBT en
los diferentes espacios, particularmente en la universidades”, lo cual
demanda “fortalecer las agrupaciones de activistas LGBT jóvenes”,
“articular redes y alianzas con grupos juveniles LGBT, y otras
agrupaciones sociales”, y “promover el trabajo de transferencias del
activismo histórico al activismo juvenil actual (recuperar la memoria
histórica del movimiento en los ámbitos local, regional e
internacional)”.
Frente a este gran desafío resulta vital “promover el entrenamiento y la
retroalimentación de los activistas LGBT jóvenes en relación a una
incidencia política LGBT eficaz y efectiva en pro de la justicia social
y los derechos humanos en su amplio sentido (derechos políticos,
económicos, sociales, culturales, sexuales, reproductivos), y en el
marco de la perspectiva crítica actual de los derechos humanos”. En este
marco, se comprometieron a realizar campañas en contra de la impunidad
de casos crímenes de odio por homofobia, lesbofobia y transfobia, para
lo cual es fundamental efectuar denuncias y hacer seguimiento de las
mismas en
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