BIENVENID@S AL PERÚ

LESBIANAS, GAYS, TRANS Y BISEXUALES DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

20- 23 SEPTIEMBRE 2007

HOTEL RIVIERA

CENTRO HISTÓRICO

DE LIMA

 

 

 

 

 

 


TODO SOBRE LA IV CONFERENCIA REGIONAL DE ILGALAC

 Globalizacion alternativa por nuestros derechos.

La cuarta Conferencia Regional de ILGALAC, la cual se realizará del 20 al 23 de septiembre  en el Hotel Riviera ubicado en el Centro Histórico de Lima- Perú. ILGALAC es la federación de agrupaciones de lesbianas, gays, trans y trans (LGTB) de Latinoamérica, la comisión organizadora del evento tiene previsto reunir en Lima a más de 100 activistas provenientes de 17 países de la región.

Para el Movimiento LGTB organizar la conferencia en el Centro Histórico es muy simbólico ya que debemos recordar que sus calles han sido escenario de las políticas homofóbicas del Alcalde de Lima, Luís Castañeda Lossio, en este sentido la presencia LGTB desafiará las políticas represivas de la actual gestión municipal en manos de la derecha conservadora. Para asegurar el éxito de la Conferencia las agrupaciones peruanas afiliadas a ILGALAC han formado un grupo de apoyo que viene impulsando colectivamente este evento.

La IV Conferencia tiene como lema: “Globalización alternativa por nuestros derechos”, el cual refleja la apuesta de los grupos de la diversidad sexual por una globalización solidaria sin discriminación, en contraposición al pensamiento único y excluyente de la globalización neoliberal. Por tanto será un espacio latinoamericano de discusión y debate sobre las formas como el movimiento LGTB está contribuyendo al desarrollo de los movimientos sociales en América Latina y el Caribe.

Un importante insumo para la IV Conferencia es hacer un recuento histórico de lo avanzado:

Relatoría de la III Conferencia de ILGALAC- Santiago de Chile, Septiembre 2004.

 Por Manuel Herrera Loayza

Comunicador Social, fundador del Colectivo Raíz.

 Esta III Conferencia Regional de ILGA-LAC tuvo lugar en Santiago de Chile, del 13 al 17 de setiembre. Los primeros días de trabajo se desarrollaron en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano y los dos últimos en la casa que fuera de Violeta Parra. Asistieron activistas de diversas organizaciones de lesbianas, gays y trans de Honduras, Nicaragua, Cuba, México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Brasil y Chile.

El nuevo consejo regional quedó constituido por Patria Jiménez, activista lesbiana, promotora del Claustro de Sor Juana en México; Bellisa Andía, activista trans de la Asociación Runa de Perú; y Alberto de Jesús, activista gay de Brasil.

De la misma manera, fueron elegidos las y los consejeros regionales de ILTGA-LAC para cada una de las seis subregiones: una lesbiana, un (a) trans y un gay de Perú-Ecuador-Colombia-Bolivia; Chile-Argentina; Cuba-Venezuela; Brasil; Nicaragua-Honduras-otros país centroamericanos; y México.

Los debates fueron animados por el tema central: “Homosexualidades, Globalización y Movimientos Sociales en América Latina”. A continuación, las principales conclusiones:

 Agenda política y derechos humanos


Se plantearon “definir ejes de articulación política transversales al quehacer de nuestros movimientos, que permitan potenciar regionalmente la promoción de los derechos LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales y transgénero), incluyendo nuestras particularidades culturales, étnicas, económicas y sociales”. En tal sentido, decidieron “implementar mecanismos que permitan articular y sumar esfuerzos con otros actores y procesos sociales, políticos y culturales de la región, evitando la práctica estancada del corporativismo”. Así, afianzar la “participación en foros sociales mundiales de las diversas homosexualidades” y el “renovar alianzas históricas con los movimientos feministas”.

En las misma perspectiva, se comprometieron a “definir una agenda de trabajo y de incidencia política mínima para la región, con una postura crítica donde se contemplen temas como el de los fundamentalismos, el TLC (Tratado de Libre Comercio), la resolución de Brasil (para que la ONU precise que la orientación sexual y la identidad de género son derechos humanos), los derechos humanos, el impacto de la globalización en nuestras comunidades, etc.”. Se trata de situaciones que vulneran o “afectan directamente el ejercicio de los derechos ciudadanos de personas LGTB”.

Resolvieron que, en nuestros países latinoamericanos, es clave “la promoción y defensa del estado laico”, que incluya una “perspectiva de diversidad sexual e identidad de género”, “estrategias frente a las iglesias y otras instituciones fundamentalistas”, y “luchar contra todas las formas de intolerancia en la región”.

 Políticas de inclusión


Las y los activistas que dan vida a los movimientos LGBT en América Latina y el Caribe tienen muy en claro la necesidad de incentivar políticas de inclusión. Consideraron oportuno “implementar políticas de género (incluidas las masculinidades) y de orientación sexual transversales”, las cuales deber ser apoyadas “con la formación de políticas públicas”. Paralelamente, alertaron sobre la pertinencia de “incluir y considerar los puntos de vista de los
grupos de lesbianas feministas en desacuerdo con proyectos de ley que refuercen pautas de heteronormatividad” (reglas impuestas por la dominación masculina o la eterna dictadura del patriarcado aún en nuestros días).

Más en concreto, indicaron la importancia de “implementar acciones que visibilicen e incentiven las plataformas de los movimientos sociales y políticos y el trabajo de jóvenes LGBT, mujeres lesbianas y trans, solidarizando ambas agendas”. En esta perspectiva, sugirieron “implementar registros públicos de participación de jóvenes LGBT, lesbianas y trans que especifiquen niveles y formas de participación”. Se trata de encontrar y promover formas de participación que permitan “favorecer el empoderamiento de las personas jóvenes LGBT, trans y lesbianas en niveles de formación y participación”, por ejemplo en sindicatos y partidos políticos. Aquí resulta clave la inclusión de temas específicos que afectan a estos grupos en todas las agendas de trabajo de ILGA-LAC: violencia, concepción asistida, reasignación de sexo, salud mental, tercera edad, estudios de género y diversidad sexual, mujeres encarceladas, discapacitados, indígenas y afrodescendientes, patria-potestad de mujeres lesbianas y trans, etc.

En el mismo terreno, se plantearon “promover y apoyar denuncias a nivel internacional de (casos específicos que vulneren o violen) los derechos ciudadanos de la comunidad GLBT”. Esto tiene mucha relación con la urgencia de “implementar y mantener un archivo que registre las violencias perpetradas contra los derechos humanos de las personas trans”, en el marco de una lucha frontal contra la impunidad, “asegurando la continuidad del seguimiento de dichos casos” y exigiendo se haga justicia.

En la procura de protección y mejores condiciones de vida para las personas trans, es necesario “implementar acciones y campañas para que en los documentos legales se priorice la identidad de género en vez del sexo de la persona”.

De otro lado, resultó muy oportuno que los y las activistas latinoamericanos se propongan ampliar la perspectiva del trabajo de ILGA-LAC en relación al VIH-SIDA y luchar mejor de manera integral por la salud como un derecho humano, poniendo énfasis en la salud sexual, la salud reproductiva y la salud mental, enfocándose en los problemas específicos de las comunidades GLTB, teniendo en cuenta la perspectiva de género.

A la par, exigieron “aplicar un lenguaje inclusivo y no estigmatizante que visibilice todas y cada una de las identidades sexuales y de género” (romper con el uso, por ejemplo, de “HSH” o “población en riesgo”, etc.). 

Por una incidencia política más efectiva y eficaz

En la medida que los y las activistas LGBT de Latinoamérica son conscientes de la urgencia de promover legislaciones antidiscriminatorias y acciones afirmativas, y de la necesidad de trabajar por una incidencia política más eficaz en cada uno de nuestros países, se propusieron “aplicar, elaborar campañas y hacer manifiestos estos criterios en los programas, políticas y servicios de salud pública para que se realicen campañas equitativas y focalizadas que incluyan derechos étnicos, sociales, económicos y culturales”. En esta propuesta, sindicaron como clave a la evaluación. Por ello, es necesario “implementar un informe diagnóstico de situación de la salud de la población LGBT” con el fin de “proveer de información técnica necesaria a los organismos responsables de salud pública”. Del mismo modo, resulta apropiado “fiscalizar los criterios respecto de la asignación presupuestaria por parte de los gobiernos y estados en cuanto a estos temas”, y “tomar acción directa respecto a los problemas de acceso a la salud derivados de los tratados de libre comercio y el ALCA”. Por tanto, “ante respuestas adversas de los organismos responsables de salud pública, ILGA-LAC apoyará las acciones jurídicas ante organismos, locales, nacionales e internacionales”.

 En aras de lograr mayor participación LGBT y una incidencia política más efectiva y eficaz que generen cambios positivos en nuestras sociedades, reforzaron su compromiso de “promover y proteger la ciudadanía y los derechos humanos de las personas trabajadoras sexuales (hombres y mujeres) y de las personas en estado de prostitución”. Es un deber ético y cívico promover su dignidad, su ciudadanía y mejores condiciones de vida.

En el mismo plano, acordaron “apoyar los activismos de jóvenes LGBT en los diferentes espacios, particularmente en la universidades”, lo cual demanda “fortalecer las agrupaciones de activistas LGBT jóvenes”, “articular redes y alianzas con grupos juveniles LGBT, y otras agrupaciones sociales”, y “promover el trabajo de transferencias del activismo histórico al activismo juvenil actual (recuperar la memoria histórica del movimiento en los ámbitos local, regional e internacional)”.

Frente a este gran desafío resulta vital “promover el entrenamiento y la retroalimentación de los activistas LGBT jóvenes en relación a una incidencia política LGBT eficaz y efectiva en pro de la justicia social y los derechos humanos en su amplio sentido (derechos políticos, económicos, sociales, culturales, sexuales, reproductivos), y en el marco de la perspectiva crítica actual de los derechos humanos”. En este marco, se comprometieron a realizar campañas en contra de la impunidad de casos crímenes de odio por homofobia, lesbofobia y transfobia, para lo cual es fundamental efectuar denuncias y hacer seguimiento de las mismas en


 

 



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