Manuel García-C. Gómez,        C U Q U I S    Biografía lírica de un can

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No olvides mi historia y si pasas por San Cristobal de Valdeiguña (Cantabria) no dejes de visitarme.VIII.—LA PERRITA TULA

      Con quien tenías verdadera amistad era con Tula  la perrita aquella, tan coqueta, de pelambrera blanca  con dos manchas negras de verdad; una en el lomo,  como una espesa nube en claro cielo azul; la otra,  más pequeña, tapaba parte de su cara ocupando el  centro de la mancha su ojo izquierdo.

     Te gustaba de verdad la perrita Tula. Al verla  pasar delante de casa, salías corriendo, saltabas la tapia e ibas, galante, a cortejarla. Jugabais juntos un  rato, y después la dejabas volviendo tú a tumbarte  en el felpudo de la puerta de la casa.

    Y así cada vez que ella pasaba junto a casa, acompañando a su joven ama, cuando, madrugadora, llevaba las perolas de leche al puesto de recogida; o iba  a la tienda o pasaba arreando sus vacas, camino del río, para darlas de beber.

    Tula te correspondía. También ella venía a casa; no podía saltar la tapia; entraba, no sin dificultad, por entre las rejas de la pintada portilla de hierro. Y juguetones los dos, pisabais la suave hierba correteando por la huerta, convertida en pradera, con algunos árboles frutales, de poco rendimiento frutero. Erais el uno para el otro, Cuquis.

    Angustiado y triste quedaste cuando alguien la envenenó ¿Era presentimiento? Porque en el pueblo alguien, de muy malos instintos, envenenaba con frecuencia los perros ¡Qué pena, Cuquis! Casi una semana te duró la nostalgia de Tula. Apenas salías de casa. Pasabas el tiempo tumbado en el felpudo de la puerta, apoyando tu cabeza a lo largo de tus patas delanteras estiradas ¿En qué pensabas, Cuquis? Se diría que filosofabas en la maldad de los seres humanos. Esta postura la adoptabas siempre que la tristeza invadía tu corazón. Porque tú, Cuquis, tenías corazón; y bien delicado, por cierto. Después se pasó la pena y volviste a ser el can alegre y saltarín de siempre.

El gato atigrado9 El gato atigrado.

Te llamabas Cuquis1
Viniste a mi casa2
Te hiciste mozo3
Tu hermana Linda4
Amigo de todos5
Las niñas6
Mariposas, Gorriones y lagartijas7
El gato atigrado9
El perrazo Turco10
La primera salida 11
A los Llares12
Un castigo 13
Subida al Moral14
Un atropello15
Segundo atropello16
Camino de la iglesia17
Las tristezas del cura18
Te pusiste enfermo19
Te llegó la muerte20
La tumba 21
Apéndice I.- Lápida y Flores  1
Apendice II.- La gatita Belinda  2
Apéndice III.- Tu hermano Cuquis II  3
Apéndice IV.- En Parla  4
Apéndice V.- Despedida  5