Manuel García-C. Gómez,            C U Q U I S    Biografía lírica de un can

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No olvides mi historia y si pasas por San Cristobal de Valdeiguña (Cantabria) no dejes de visitarme.XI.—LA PRIMERA SALIDA

      Eras aún pequeñito, cuando te saqué de paseo,  carretera arriba, una suave y luminosa mañana de febrerillo el loco. Te cansaste mucho y pronto. Viendo tu cansancio, me paraba de vez en cuando; y tú descansabas, echado en el césped de las cunetas. Reanudábamos la marcha. Hacía calor y empezaste a sacar  tu lengua vibrátil y roja, que por la punta se recogía en espiral. A la vuelta a casa, lo primero que hiciste fue ir derechito al cuenco de barro vidriado que  tenías lleno de agua fresca ¡Con qué ansia bebías!  ¡Qué cansado volviste, perruco!

    Pero te agradó callejear, sí. Desde aquel día, al  verme salir, ibas detrás de mí; salías por entre las barras de la portilla de la huerta. Y correteabas de un lado para otro curioseándolo todo.

    ¡Como saltabas alegre y contento, cuando te decía: Vamos, Cuquis! Saltabas intentando besar mis manos agradecido. En cambio, si te decía: «Hoy quédate ahí, hasta que vuelva», te ponías triste y mustio y de mala gana me obedecías.

    Sabías subirte a la tapia y otear desde allí el rumbo que tomaba el amo. Y cuando comprendías que ya no podía verte, seguías sus pasos hasta encontrarle. Yo te reñía, sí; pero acá en mi interior relucía el lucero de la satisfacción y el agradecimiento porque al fin, me acompañabas. Cuántas veces, a la salida de  misa, te encontraba a la puerta de la iglesia esperándome; y no habías venido conmigo.

       Salías a la carrera a encontrarme cuando la finura de tu olfato y la agudeza de tu oído te decían que se acercaba el amo. En todo el pueblo no había perro que tal hiciera con sus amos. Por eso todos te alababan y decían, Cuquis, que eras muy listo. Y así era en verdad, perruco. Por el solo ruido del coche conocías cuándo llegaba yo. Qué gusto me daba que salieras a mi encuentro. Paraba antes de entrar, abría la portezuela del coche y tú subías a él haciendo mil carantoñas mientras yo te atusaba agradecido.

A los Llares12 A los Llares.

Te llamabas Cuquis1
Viniste a mi casa2
Te hiciste mozo3
Tu hermana Linda4
Amigo de todos5
Las niñas6
Mariposas, Gorriones y lagartijas7
La perrita Tula8
El gato atigrado9
El perrazo Turco10
A los Llares12
Un castigo 13
Subida al Moral14
Un atropello15
Segundo atropello16
Camino de la iglesia17
Las tristezas del cura18
Te pusiste enfermo19
Te llegó la muerte20
La tumba 21
Apéndice I.- Lápida y Flores  1
Apendice II.- La gatita Belinda  2
Apéndice III.- Tu hermano Cuquis II  3
Apéndice IV.- En Parla  4
Apéndice V.- Despedida  5