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La Enseñanza Virtual, aquí y ahoraSolamente
los educadores del siglo pasado (o peor, del antepasado...)
ponen en duda las ventajas de la educación virtual
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DIEZ MITOS ACERCA DE LA EDUCACIÓN VIRTUAL
- Se
necesita saber mucho sobre la tecnología
- Es
muy costosa
- Los
alumnos no están listos
- Los
profesores no están listos
- Los
cursos son impersonales
- Los
cursos son mediocres
- La
deserción es muy alta
- Rivaliza
con la educación presencial
- Nuestros
países no están listos
- No
es para mí ni para mis alumnos
- Se
necesita saber mucho de Tecnología.
No
Tanto para los profesores como para los alumnos, las
herramientas de comunicación y de estudio disponibles son cada
vez más intuitivas y simples. Si pueden usar Internet y saben
manejar un correo electrónico, un chat y un foro de discusión,
están listos para participar en un curso virtual. Visite
nuestro campus virtual...
- Es
muy costosa.
No.
Existen soluciones muy económicas que utilizan software de uso
libre para instituciones educativas. En www.colegiovirtual.org
usted puede tener su campus virtual en 24 horas por sólo US$24
mensuales. Ver precios...
- Los
alumnos no están listos.
Mentira.
Los estudiantes están listos hace mucho tiempo. Hoy en
día los jóvenes se comunican a través de Internet en forma
tan natural como hablar por teléfono. Su principal fuente de
información hoy en día es la Web y esperan que sus maestros
estén tan conectados como ellos.
- Los
profesores no están listos.
Ya
no es tan cierto.
Hace un par de años podíamos decir que era así. Los
estudiantes iban a un ritmo mucho mayor que los profesores. Hoy
ya no. La comunidad académica le ha perdido el “miedo” a la
tecnología y los profesores ya son conscientes que aquellos que
se enorgullecían de su analfabetismo tecnológico están en vías
de extinción.
- Los
cursos son impersonales.
No necesariamente.
Los cursos a través de Internet pueden ser tan personales
como lo quiera el profesor y lo alumnos. Es obvio que no habrá
contacto cara a cara, pero esto no quiere decir que no se pueden
crear relaciones y amistad entre los participantes. Al
contrario, es muy común que los estudiantes que están geográficamente
apartados se interesen por conocerse mutuamente, aunque sea
solamente por medios electrónicos.
- Los
cursos son mediocres.
No
necesariamente.
Al igual que en la educación presencial, la calidad
depende del profesor que acompaña el curso. Los materiales NO
son la única razón por la que un curso es bueno o malo. La
excelencia de un curso (presencial o virtual) está determinada
por la pasión con la que el profesor lo diseña y lo dicta. No
depende del medio utilizado.
- La
desercón es muy alta.
No
necesariamente.
Ocurre igual que en la educación presencial. Aunque
obliguemos a los alumnos a asistir a la clase (llamando a lista
o haciendo quizzes en todas las clases) los alumnos desearán
asistir solamente a las clases en las que encuentren profesores
que saben atraerlos y motivarlos.
- Rivaliza
con la educación presencial.
¡No!
Mil veces no.
Es una locura pensar que la educación presencial y la educación
virtual van por caminos separados. Hoy en día cualquier curso
presencial puede utilizar las herramientas virtuales como
complemento enriquecedor de la experiencia educativa. Muy pronto
un curso que no tenga un complemento de un aula virtual será
como una clase sin tablero o sin trabajo en casa.
- Nuestros
países no están listos.
Al
revés.
Cada vez nuestras regiones están más comunicadas e
interconectadas. Incluso es muy cierto que los estudiantes de
poblaciones pequeñas reciben con más entusiasmo esta nueva
oportunidad de educación que les brinda la tecnología. Aunque
sus conexiones no sean las mejores, su espíritu de superación
y su entusiasmo a veces es mucho más notorio que el de
estudiantes de las grandes y conectadísimas capitales.
- No
es para mí ni para mis alumnos
Error
grave.
Si un educador todavía piensa que puede marginarse de
lo que está ocurriendo en el mundo, no hay problema. Puede
quedarse en su caverna, pero por favor, no encierre a sus
alumnos. El miedo a los cambios es natural en el ser humano pero
ojalá más temprano que tarde todos los educadores se atrevan a
enfrentarlos y hacerlos parte del pasado.
Guillermo Ramírez
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