Hombres, Mujeres
y Trabajo por Glenn Sacks
Men, Women and
Work By Glenn Sacks
©Traducido de la pagina del autor con
permiso expreso, por
A.L.D.S. Permitida Su
difusión en
Mandefender
Una de las
principales quejas feministas oídas cada mes de Marzo durante El
Día Internacional de la Mujer y el Mes Histórico de la Mujer, es
que “las mujeres son las que trabajan en el mundo”. Este mito fue
publicitado por las Naciones Unidas durante los años 1970 (Las
mujeres constituyen la mitad de la población mundial y realizan
los dos tercios del trabajo del mundo) y reiterado en 1995 con la
emisión de su “Informe del Desarrollo Humano” y la presentación
del informe de las Naciones Unidas en la Conferencia Internacional
de la Mujer en Beijing. La queja de que las mujeres hacen mas
trabajo que los hombres fue ampliamente distribuido y sin critica
por los medios de comunicación de los Estados Unidos con titulares
como “Es Oficial: Las Mujeres trabajan mas duro” y “El trabajo de
una Mujer nunca se termina”.
Juzgar quien
hace “el trabajo del mundo” en un mundo de mas de seis mil
millones de personas es una tarea de gigantes, pero permitaseme
comenzar por hacer dos preguntas:
1)
Quien trabaja mas horas
(dentro y fuera del Hogar) de promedio en una unidad familiar en
el mundo?
2)
Quien realiza los
trabajos mas peligrosos y los mas solicitados?
La segunda
pregunta es mucho mas fácil de contestar que la primera, por eso
permitaseme comenzar por ahí. Según la Oficina Internacional del
Trabajo, se estima que 1.1 millones de trabajadores mueren en
accidentes industriales cada año, superando el numero de muertos
en la guerra, violencia, accidentes de trafico y SIDA.
Estos accidentes
ocurren principalmente en las minas, las talas, los trabajos
agrícolas pesados, la construcción, la pesca, la metalurgia pesada
y muchos otros abrumadoramente trabajos masculinos. La Oficina
Internacional del Trabajo estima que 600.000 vidas se hubieran
salvado cada año si fueran usadas, factibles medidas de
prevención. La OIT también estima que hay aproximadamente 250
millones de victimas de accidentes ocupacionales y 160 millones de
victimas de enfermedades profesionales cada año. La OIT no
diferencia estos datos por genero, pero en los pises donde estos
datos son asequibles (como SudAfrica, Inglaterra, Australia y
Canadá), las fatalidades y las lesiones importantes son
generalmente en mas del 90 % en hombres.
Las rupturas de
genero en los USA son poco diferentes. Según las Estadísticas de
la Oficina del Trabajo, hubo mas de 125 millones de accidentes
laborales en los Estados Unidos entre 1976 y 1999. Cerca de
100.000 trabajadores Americanos murieron de lesiones relacionadas
con accidentes laborales en la pasada década y media, el 95%
hombres. De los 25 trabajos mas peligrosos relacionados por el
Ministerio de Trabajo de USA, todos ellos están entre el 90 y el
100% hombres. Según La Administración de Seguridad e Higiene
Laboral, mas de tres millones de trabajadores al año son atendidos
en las urgencias de los hospitales por accidentes laborales y
cerca de 50 trabajadores americanos son lesionados cada minuto de
las 40 horas de trabajo semanal. De promedio, cada día laboral
mueren 25 trabajadores, 24 de ellos hombres.
Por eso no hay
duda de que los trabajos mas exigentes y peligrosos son realizados
por los hombres, en la mayoría si no virtualmente todas las
sociedades, y los hombros de los hombres soportan los trabajos mas
peligrosos en USA. Abordemos las otras preguntas: quien trabaja
mas horas (dentro y fuera del hogar) en la unidad familiar media
en el mundo? Es una pregunta mas difícil de responder pero, como
mejor puede ser contestada, el hombre medio esta haciendo al menos
tanto como la mujer media hace.
Como explico el
autor de temas masculinos Warren Farrel en su libro de 1999 “Las
Mujeres no pueden oír lo que los Hombres no dicen”, el informe de
Naciones Unidas que mas se queja de “las mujeres trabajan mas”,
sus fundamentos están profundamente viciados. De hecho Terry
McKinley funcionario de Naciones Unidas admitió en febrero de 1996
que las Naciones Unidas presentaron mal el estudio en algunos
temas importantes. Uno, la información aportada por Naciones
Unidas a la prensa solamente se refería a los países donde se
encontró que las mujeres trabajaban mas horas que los hombres; los
países donde se encontró que los hombres trabajaban mas horas que
las mujeres, fueron intencionadamente excluidos.
Mas aun, cuando
los datos aportados por los investigadores en algunos países
(incluidos USA) no concordaban con las intenciones de las Naciones
Unidas de mostrar a la mujer “mas trabajadora”, a los
investigadores se les pidió en privado que modificaran sus
estudios. A los investigadores se les solicito que incluyeran a
las mujeres que ejercían trabajos comunitarios voluntarios así
como hobbies, para incrementar la carga de trabajo de las mujeres.
A los investigadores no se les pidió que incluyeran estos aspectos
u otros nuevos en los trabajos de los hombres. Como un estudio del
trabajo de hombres y mujeres, los hallazgos de las Naciones Unidas
dejan mucho que desear.
Incluso si se
pudiera realizar un estudio eficaz sobre cuantas horas trabajan de
promedio los hombres y las mujeres dentro y fuera del hogar en
todo el mundo, el hallazgo de que las mujeres trabajan mas horas
no significaría que las mujeres trabajan “mas duro” o “mas” porque
tal estudio no tendría en cuenta la naturaleza mas peligrosa o mas
dificultosa del trabajo del hombre.
Las Feministas
han realizado quejas similares de “las mujeres trabajan mas” en
relación con la división del trabajo en los Estados Unidos. La
idea de lo que Warren Farrel llama la “segunda ocupación de la
mujer y el hombre holgazán” fue traído a colación en gran medida
por el libro record de ventas en 1989 de la profesora de la UC de
Berkeley, Arnold Hochschild, La Segunda Ocupación. En el ella
escribió (y los medios de comunicación repitieron sin critica) “la
mujer trabaja un mes extra de 24 horas al día, cada año”.
Sin embargo,
como apunta Farrel, Hochschild llego a su conclusión de “la mujer
trabaja mas” mediante una variedad de trucos de cuestionable
reputación. En primer lugar, ella compara la carga del trabajo
domestico de los hombres con empleo a tiempo completo, con los
empleos a tiempo parcial de las mujeres, describiendo a hombres
que trabajan 50 horas a la semana como holgazanes y egoístas por
no hacer tanto trabajo domestico como sus mujeres que han estado
trabajando 20 horas a la semana. También, ella se quejaba de que
los hombres no realizan mas trabajo domestico a finales de los
1980, que en la era pre-feminista, interpretándolo como peor.
Además, ella también definía el trabajo domestico, para incluir
quehaceres que generalmente realizan las mujeres, ignorando muchas
de las tareas domesticas que generalmente realizan los
hombres.
En realidad,
estudios objetivos y científicamente creíbles han mostrado que las
mujeres Americanas no trabajan mas o mas duro que los hombres. Por
ejemplo, el estudio de las Naciones Unidas en los Estados Unidos,
mostró que los hombres Americanos trabajan tres horas mas a la
semana de promedio que las mujeres Americanas. El Journal de
Literatura Económica, informo que de media el hombre trabaja cinco
horas mas, y un estudio que salió el pasado año del Instituto de
Investigaciones Sociales de la Universidad de Michigan, el estudio
académico y la organización investigadora mayor del mundo, puso la
disparidad en tres horas de mas a la semana para los hombres.
Además, estos
estudios (ambos los serios y los feministas tendenciosos) cuentan
solo las horas trabajadas. Un hombre haciendo ocho horas de
peligroso trabajo en la construcción a 35..... grados de calor
esta acreditado como no mas “trabajo” que el trabajo de una mujer
en una oficina con aire acondicionado o quien, en la comodidad y
la seguridad de su propia casa (y sin un supervisor echando le el
aliento en el cuello), prepara su desayuno, lleva a los niños al
colegio, prepara el almuerzo de su esposo y realiza la colada
mientras charla por el teléfono.
Sin embargo,
como apunta Farrel, las referencias negativas a los hombres y el
trabajo domestico ensucian nuestra cultura popular. “El Mito del
Trabajo Domestico Masculino: para las mujeres se avecina trabajo
duro de Sol a Sol” fue un titular en una de las publicaciones de
mayor tirada, sobre una cartel mostrando a una mujer haciendo
malabarismos (y luchando) con un bebe, un pavo asado, una mascota,
mientras su esposo mira la TV y “hacia malabarismos” con su
cerveza y sus patatas fritas. Otras publicaciones de gran tirada
han destacado a mujeres alegando su carga bajo titulares como
“Para las Mujeres, Tenerlo todo puede significar hacerlo Todo”, y
“El Problema con los Hombres”, con incluso un comentario, “El
trabajo de una mujer no se termina nunca, un hombre esta borracho
de sol a sol”.
Las Feministas
están en lo cierto al ocuparse de la situación de las mujeres en
el desarrollo de las naciones del mundo. Su error es que atacan a
los hombres. El enemigo de la mayoría de las mujeres del mundo no
son los hombres que trabajan duro para mantener a su esposa y a
sus hijos, sino por el contrario la trituradora pobreza que
siembra la devastación de todos: hombres, mujeres y niños.
Glenn Sacks es un columnista de
prensa y radio que habla desde la perspectiva de hombres y padres
Sus columnas han aparecido en docenas de periódicos a lo largo de
America. SE puede conocer mas acerca de él en GlennSacks.com,
email:glenn@glennsacks.com
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