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La Historia de Darrin White.
Darrin White's Story
Sabado, 1 de Abril de 2000
“El suicidio de una padre se convierte en
una concentración que grita contra la justicia de los juzgados.”
Saturday, April 01,
2000
"Father's suicide becomes rallying cry for fairness in court "
Brandon , Man.- Hoy hace treinta y cinco
años, Lllian White dio la luz a su hijo menor. Ayer, ella se
arrodillaba y besaba su féretro junto a su tumba.
Darrin White se suicidó hace dos semanas en
Principe Jorge, Columbia Británica, después de que un juez le
ordenara pagar a su separada esposa, el doble de su salario
mensual como pensión compensatoria y de alimentos infantiles.
Muerto se ha convertido en un patético
símbolo, hecho incomodo para los juzgados de familia, de un
sistema de divorcio llevado por gente de mentes cerradas, corazón
duro y oídos sordos.
A través del país la noche pasada, los
activistas mantuvieron encendidas velas en memoria de los hombres
como Darrin. Durante su multitudinario funeral el padre Leo
Fernández de la Iglesia Católica Romana de San Agustín conminó a
los amigos de Darrin a continuar la lucha por la que el había sucumbido.
Como aquellos que completaron la ultima
opera de Puccini después de su muerte, el padre Fernandes dijo a
la gente cercana a Darrin que deberían preguntarse: “Que vas a
hacer con esto?. Supuestamente hay mas. Recae en vosotros, sus
amigos, terminar lo que el no pudo hacer. Si su sueño era desafiar
las escalas de la justicia en nuestro país, entonces hacerlo así.
Hacerlo por su bien.”
Darrin no era un hombre complicado. A él le
gustaba dar paseos por el campo y disfrutar montando en bicicleta.
El leía libros sobre los adorables animales salvajes. El era un
ingeniero de locomotoras, que se ganaba la vida conduciendo trenes
primero en La National Canada y luego en el ferrocarril de la
Columbia Británica.
Cuando su matrimonio fallo allá por Enero,
Darrin se encontró en una situación compartida por muchos hombres.
Aunque había trabajado largas horas, haciendo lo que la sociedad
le había dicho, que un padre se suponía que debía hacer –traer la
comida a casa— su devoción se volvió contra él.
En un país que todavía trata a los hijos
como un premio a “conseguir” en el juicio de divorcio, mas que
como un ser humano llamado a mantener un contacto estrecho con
ambos padres, el hecho de que Darrin no hubiera dedicado tanto
tiempo a sus hijos como su esposa ama de casa, fue estimada razón
suficiente para adjudicarle a ella la custodia única.
Repentinamente solo, conminado con aviso a
dejar su casa en menos de 48 horas, obligado a cargar con la renta
dineraria de costas de abogados y perdiendo turnos de trabajo
debido a las citas judiciales, Darrin se encontró a si mismo
siendo criticado por no pagar a su separada esposa (quien, en vez
de él, era susceptible de ayuda social) la pensión infantil
durante este caótico periodo.
Quizás, durante estas semanas, comenzó
Darrin a darse cuenta de lo vulnerable que se habían convertido
sus relaciones con sus hijos de edades, cinco, nueve y 10 años (su
hija mayor, de catorce años, de una relación anterior, vivía con
su madre en Saskatchewan). Quizás otro padre divorciado le contó a
Darrin, el lavado de cerebro que las antiguas esposas hacen a los
hijos contra ellos, desobedeciendo las ordenes judiciales de
visita infantil, que no tienen ninguna consecuencia legal, y
comportándose como si los hijos debieran llamar “papa” a cada
nuevo novio.
Todas las madres divorciadas no se comportan
de esta forma, desde luego, pero suficientes como para hacer estas
sospechas razonables. Incluso la sociedad no proporciona ningún
servicio para ayudar a los amorosos, responsables y traumatizados
padres afectos de tales situaciones.
Los investigadores han sabido durante
décadas que el divorcio es mucho mas duro para los hombres, que lo
es para las mujeres. Sabemos que los hombres que sufren una
experiencia de ruptura matrimonial tienen tasas significativamente
mas altas de suicidio, enfermedad mental, problemas de salud
física y accidentes, de los que tienen las mujeres. Incluso
permanecemos indiferentes a sus angustias.
Los suicidios relacionados directamente con
el duro tratamiento de los hombres divorciados, de manos de los
juzgados y de los gobiernos, ha estado teniendo lugar durante al
menos una década en este país. En palabras de Peter Ostrowski, un
activista de la Coalición Principe Jorge de Defensa Padre-Hijo,
que trató de ayudarle en las semanas previas a su muerte, hombres
como Darrin “No tienen ningun sitio donde ir. Son la parte
ignorada de la sociedad. Si son mayores y se encuentran en tales
situaciones, desarrollan problemas de salud. Si son jóvenes, con
frecuencia reaccionan con violencia contra otros o contra si
mismos.”
En el funeral de Darrin ayer, sus familiares
volvían al tema una y otra vez. Su muerte fue tan innecesaria,
decían. Tan inútil. “No tenía que haber ocurrido” decían. Copiando
al padre Fernandes, “Asi, que es lo que nosotros, el pueblo
Canadiense, vamos a hacer con esto?”
At
Darrin's funeral yesterday, his relatives returned to one theme again and again.
His death was so unnecessary,
they
said. So pointless. "It
didn't have to happen," they said.
To echo Father Fernandes, "So what are we, the Canadian
people, going to do about it?"
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