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Glennsacks.com | When Men's Health Doesn't
Count Sunday, October 13, 2002
When Men's Health Doesn't Count
By Dianna Thompson and
Glenn Sacks
Cuando la Salud de los hombres No Importa.
Por. Diana
Thompson y Glenn Sacks
El Congreso está enviando un mensaje a los
hombres: la salud de los hombres no importa.
Las alteraciones de salud y la disparidad
entre la mortalidad de los Americanos Negros y blancos es bien
conocida, pero la mayoría de la gente no se da cuenta de que las
disparidades en la salud y en la mortalidad entre hombres y
mujeres son igualmente grandes. Por ejemplo, el intervalo de la
esperanza de vida entre blancos y negros es de seis años, mientras
que el intervalo de genero es de 5,7 años. Ajustado a la edad, los
hombres tienen 1,6 veces mas que las mujeres, la posibilidad de
morir de una de las 10 mayores causas de muerte, y los negros 1,5
veces mas de morir de ellas que los blancos.
Aparte de esto, es la salud de la mujer, no
la de los hombres la que sigue recibiendo continuamente atenciones
y fondos. Por ejemplo, El Instituto Nacional de la Salud (INS) –
el sitio local federal para las investigaciones medicas en los
Estados Unidos – gasta casi cuatro veces mas en investigaciones
específicamente femeninas, que en investigaciones masculinas. Y
aunque el promedio de hombres que van a morir de cáncer de
próstata es similar al de mujeres que van a morir de cáncer de
mama, el Departamento de Salud y El Instituto Nacional del Cáncer
y Servicios Humanos gasta tres veces y media mas dinero en
investigaciones sobre el cáncer de mama que en el de próstata. De
hecho, el cáncer de próstata supone el 37% de todos los casos de
cáncer, pero solo recibe el 5% de los fondos federales para
investigación. Además, el sello de correos sobre el cáncer de mama
ha aportado mas de 25 millones de dólares para investigación desde
que comenzó en 1998, un sello similar propuesto en 1999 para la
investigación sobre el cáncer de próstata, no tubo éxito.
Cuando el Congreso constituyó en 1991 La
Oficina de Salud de la Mujer, su meta era mejorar la salud
femenina mediante la coordinación y dirección de las
investigaciones sobre la salud de la mujer, los servicios de
salud, y la educación de la salud. Desde entonces los promotores
de la salud de los hombres han estado intentando crear una
Oficina de la Salud del Hombre, con el objetivo de reproducir el
éxito de la Oficina de Salud de la Mujer. Mientras una nueva
partida presupuestaria ayudará a convertir en permanente la
Organización de Salud para la Mujer, ha pasado ya por la Casa
Blanca, el Acta de Salud del Hombre 2001 (H.R. 632) permanece
atrapada en el subcomité de salud del Departamento de Energía y
Comercio. Si no se rescata pronto, el presupuesto morirá cuando se
celebre el 107 Congreso y se suspenda este otoño.
Según Tracie Snitker, directora de asuntos
públicos de la Red de Salud del Hombre, “el número y la calidad de
los proyectos financiados federalmente para la educación de la
salud de la mujer es .extraordinario. Pero mientras que los
programas oficiales enseñan a la mujer sobre el cáncer de mama y
el cáncer cervical uterino, hay solo unos pocos programas, si
acaso, para educar a los hombres sobre las necesidades especificas
de salud masculina.
“Queremos hacer con los hombres lo que la
Organización de Salud de la Mujer hace con las mujeres”, añadía
ella “los hombres necesitan educación sobre los cánceres que
desproporcionadamente les afectan a los hombres, tales como el
cáncer de próstata, el cáncer de piel y el cáncer colo-rectal. Los
hombres jóvenes necesitan educación sobre el cáncer testicular. Lo
más importante, necesitamos enseñar a los hombres a buscar los
servicios de salud preventiva.”
Parte de las razones por las que La Oficina
de Salud del Hombre ha tardado tanto tiempo en llegar, es la
común, pero no obstante falsa, percepción de que el gobierno y la
comunidad científica ha prestado mas atención a la salud del
hombre que a la de la mujer. En 1990 la Senadora Bárbara Mikuski
(M-MD) realizó titulares a nivel nacional citando el hecho de que
las investigaciones en salud especificas para la mujer comprendían
solo el 14% de los presupuestos del Instituto Nacional de la
Salud. Ella llamó a esto “ “descarada discriminación” y emprendió
una exitosa campaña para la creación de la Oficina de Salud de la
Mujer. Lo que ni Mikuski ni muchos de los medios de comunicación
que publicitaron las peticiones de Mikuski , entendieron fue que
solo el 6,5% del presupuesto del Instituto Nacional de la Salud va
a investigaciones especificas para hombres – la inmensa mayoría de
las investigaciones del Instituto Nacional de la Salud eran
neutrales al genero.
Hoy
la disparidad en favor de las mujeres en el Instituto Nacional de
la Salud ha crecido, al igual que las diferencias de genero en la
participación en estudios no específicos de genero. Según la
Oficina Gubernamental de Finanzas, una de las pocas áreas en las
que los hombres comprenden la mayoría de las investigaciones, es
en los ensayos iniciales de los fármacos experimentales. Estos son
los ensayos que se llevan a cabo para asegurar que los fármacos no
son mortales o seriamente lesivos. Primero los fármacos se
prueban generalmente en ratas y monos. Si no presentan efectos
adversos, los fármacos se prueban en gente –generalmente hombres.
Si los hombres tampoco presentan efectos adversos, los fármacos
pasan a ensayos más amplios, donde las mujeres constituyen la
mayoría.
Considerando el rechazo repetido del
Congreso en actuar para ayudar a la salud de los hombres, uno no
puede ayudar pero si preguntar -- si la salud de los hombres es
tan importante como la de las mujeres, o es simplemente más
importante que la de los monos?.
Esta columna apareció por vez primera en el
Pilot Virginia Norfolk el 9 de Octubre de 2002
Diana Thompson es una de las fundadoras y
directora ejecutiva de la Coalición Americana de Padres e Hijos (www.acfc.org).
Se puede contactar con ella por e-mail en
DThompson2232@aol.com.
Glenn Sacks escribe sobre asuntos de género
desde la perspectiva del varón. Puede contactarse con él en.
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