Oraciones oblatas

A la Santísima Trinidad

Te adoro augusta Trinidad; adoro tus grandezas incomprensibles a los hombres y a los angeles, solo por ti conocidas, alabadas por tu Verbo y dignamente amadas por tu Espíritu

Padre eterno, siendo incapaz por mi mismo de honrarte como es debido te ofrezco todos los homenajes de tu Verbo encarnado en la tierra, me adhiero a todos los sentimientos de honor y de alabanza que Jesucristo te tributa en el cielo, y me uno de corazón a todo lo que el Espiritu Santo realiza en sus miembros para tu gloria.

Santísima y adorable Trinidad, un solo Dios en tres Personas, permíteme ofrecerte mis homenajes en Jesucristo, nuestro mediador ante ti, y con la gracia de su Espíritu.

Accion de Gracias

Padre Eterno, te doy grancias por el amor con que me has creado y por la paciencia con que me conservas la vida a pesar de mis faltas y especialmente porque me has amparado durante esta noche y me has dado este dia para servirte y honrarte.

Hijo de Dios, te doy gracias porque me has librado tantas veces del infierno con los trabajos de tu vida y los sufrimientos de tu muerte y porque me has merecido todos los bienes de la Iglesia.

Espíritu Divino te doy gracias por tantos dones y gracias como has derramado en mi alma porque a pesar de mi desprecio a esos favores, has renovado tu vida en mi tantas veces.

Arrepentimiento

Padre eterno, te suplico me perdones el mal uso del cuerpo y del espíritu que me has dado con tanta bondad y conservas con tanta misericordia.

Hijo de Dios , te pido perdon del poco fruto que he sacado de los santos ejemplos de tu vida, de los consejos de tu santo Evangelio y de las gracias de tus sacramentos.

Divino Espíritu, perdóname el menosprecio en que he tenido tus inspiraciones y tus luces y los remordimientos que has suscitado en mi conciencia.

Abandono

Padre eterno, renuncio a confiar en mi virtud y me abandono a ti, para establecerme en la tuya. Hijo de Dios, rechazo toda la presunción de mi espiritu y me entrego a tí para entrar en tu sola sabiduria. Espiritu Divino, renuncio a todas mis inclinaciones para vivir con los deseos de la santidad que inspiras a las almas santas.

Padre eterno sé la perfección de mi alma. Hijo de Dios, sé la luz que la guie, Espíritu divino, sé el único impulso que la mueva.

La oracion del oblato

Hasta 1966 las Constituciones pedían que el oblato consagrara 45 minutos , incluyendo la oracion de la mañana, a la meditacion en comun en la capilla antes de la misa, y media hora por la tarde, ante el Santísimo Sacramento. Jesús , Señor y Salvador debía ser el tema habitual de esa meditación. El fundador daba tal importancia a este ejercicio que incluso los oblatos que predicaban misiones