Misioneros oblatos de M.I.
Casa Provincial
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Somos misioneros. Estamos presentes en más de sesenta países. Trabajamos en varios ministerios.!

Alguna vez hemos oido hablar a personas concretas, conocidas nuestras sobre los misioneros. Posiblemente la misma palabra misionero, nos suene a un tiempo pasado, como a personas excepcionales que viven en condiciones determinadas, nos evocan países lejanos, nos transmiten peligros, nos emociona oirlos nombrar porque entre otras cosas nos alegra el oido oir de sus andanzas, sus hazañas. ...

Ahora bien, posiblemente hemos conocido a alguno de ellos y no hayamos visto en la realidad todo lo que nos contaron de ellos. De esos seres excepcionales que dejandolo todo fueron en pos de una aventura

Recogemos unas palabras pronunciadas por Luis Ignacio Rois Consejero para Europa

Nuestro carisma. Tenemos una historia, una tradición que estamos llamados a expandir con fidelidad creativa. S. Eugenio es un modelo de fidelidad creativa. A lo largo de su vida fue capaz de mantener lo que para él era fundamental y a la vez cambiar de estrategias misioneras. Si al principio funda una asociación de sacerdotes para predicar misiones en provenzal y en los pueblos de Provenza, más tarde veremos ampliar sus campos y ministerios incluso a algunos de aquellos que en los orígenes parecían excluidos. Así acepta santuarios, parroquias, seminarios, colegios, misiones ad extra, etc. Algunos elementos sobre los que insistió a lo largo de toda su vida: la identidad espiritual con Cristo Salvador, la vida comunitaria de modelo apostólico, el testimonio de vida evangélica, la predicación del Evangelio a los más abandonados, María...”

Incluir y armonizar en el proceso de discernimiento las distintas sensibilidades del carisma oblato. No es tan evidente que sepamos interpretar correctamente la realidad. Necesitamos buenas herramientas para poder hacerlo y captar correctamente las llamadas de los más abandonados. Creo que nos queda un largo camino que recorrer.

Si consideramos que todos los que forman la familia oblata, religiosos, religiosas y laicos, han sido llamados a vivir el carisma oblato, no se puede comprender que algunas de esas sensibilidades puedan quedar fuera del proceso de discernimiento y de la programación misionera. Por formularlo de otra manera, un discernimiento sobre una misión oblata no será completo sin haber tenido en cuenta la sensibilidad masculina y femenina de los religiosos y la masculina y femenina de los laicos, especialmente de los que son matrimonio. Comprendo que para llegar a este ideal hay que clarificar también los procesos de formación, los grados de asociación, etc. Haciendo camino desde la vida concreta podremos llegar a estructuras que permitan desarrollar más ésta necesidad carismática.