¡Viva la Muerte!

El viernes 3 de junio de 2005 el siempre pintoresco Charly Garcia ofrecio, en virtud de una invitacion, un recital en el Salon Blanco de la Casa Rosada.

Ademas de dedicarse a tocar, aprovecho a lanzar algunas declaraciones tan 'disparatadas' como lucidas y sutilmente certeras.

"Yo pense que Kirchner tambien era radical", entre otras.

De todos modos, el 'peligro' que supone manejar al incontrolable Garcia no fue superado sino por el demencial alarido de un joven en plena funcion y paroxismo: "¡Maten a Menem!".

"Como, ¿Menem no era peronista como ustedes?" replico mordaz y despiadadamente Garcia.

Este 'ligero' episodio, esta insignificante anecdota admitiria dos valiosas y, a la vez, peligrosas lecturas.

Una, la politica, en boca de Garcia.

Y la otra, mucho mas aterradora, en boca de aquel lunatico joven que en pleno Salon Blanco de la Casa de Gobierno proclama la ejecucion de una persona.

El articulo de Clarin del sabado 4 de junio de 2005 culmina alli, con la respuesta de Garcia y no nos dice que este individuo haya sido amonestado por los presentes.

Y esto es lo peor. No lo que un enajenado pueda ladrar, sino el silencio de quienes estaban a su lado, presuntamente funcionarios dirigentes de un pais.

"Muerte". La palabra ha sido usada (y aplicada) ya en varias ocasiones en este recinto ocupado por quienes debieran velar por la vida y seguridad de todos los ciudadanos.

La "Muerte" ha teñido de sangre este espacio sagrado que debiera ser el refugio de las garantias constitucionales, de los derechos de los habitantes de un pais.

Es escalofriante que hoy dia, una persona vuelva a gritar alli "Muerte".

Es muy triste que nadie haya repudiado esta aclamacion, este llamamiento, por mas desatinado e 'insignificante' que fuera.

Nubla nuestra esperanza de una Argentina mejor, el beneplacito y adhesion a este grito criminal y nos hace preguntar que clase de personas son las que detentan el poder de dirigir nuestros destinos.

Nubla cada vez mas, un horizonte que se aleja y nubla cada vez mas el camino que ciega, mansa y alborozadamente recorremos hacia el precipicio.

Diario Accion de General Rodriguez, 20 de junio de 2005