1972.
Inauguracion
del Laboratorio de Cancerologia en la Fundacion Campomar. Luis Federico Leloir
corta la cinta. A su izquierda, Jose Mordoh.
Mordoh,
discipulo de Leloir y Francois Jacob, dos prestigiosos premios Nobel, es el
cientifico argentino que durante el 2001 realizo mas avances en la investigacion
del cancer. En febrero de aquel año logro que un laboratorio internacional
firmara un convenio por 10 años para usar su metodo de diagnostico
de tumores a traves de un anticuerpo monoclonal
Los
Años Anteriores Al Premio Nobel. En
1957 es incorporado como miembro de número a la Academia Nacional de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, y en su discurso pronuncia palabras
que sintetizan lo que era y sería su norma de pensamiento a través
de los años. Luego de recordar el nombre de sus colaboradores sostuvo:
"Creo que a todos ellos les corresponde una parte del honor que hoy se
confiere a uno sólo. Sin embargo, estas distinciones no son lo que
más satisface a los hombres de ciencia. Más de una vez he odio
decir a un distinguido amigo: Desearía conseguir un buen laboratorio
en lugar de tantos actos y honores."
Al
agradecer un premio: "
Cuando era practicante en el hospital Ramos Mejía oí comentar
que en el Instituto de Fisiología se habían hecho importantes
descubrimientos sobre el metabolismo de los hidratos de carbono. Estos estudios,
que se calificaban de revolucionarios, se referían a la relación
de la hipófisis con la diabetes. Recuerdo que me lo explicaron todo,
pero no llegué a entenderlo bien. Sin embargo, me despertó el
interés, aunque en ese tiempo sólo pensaba en finalizar los
estudios. No creía que tenía condiciones de investigador. No
era ni muy estudioso ni muy trabajador. En cuanto a la capacidad mental, un
compañero me había dicho: -" Vos no sos muy inteligente,
pero, con todo, puede ser que llegues a algo porque sos persistente"
-.
El
doctor Luis Federico Leloir hizo algunas consideraciones sobre el nuevo centro
de investigación, Campomar: "
Es éste un tipo de acontecimiento poco frecuente en nuestro medio,
ya que se trata de una institución cuya única finalidad es la
investigación científica y la formación de expertos en
algunas ramas de la bioquímica ".
"
Una finalidad tan elevada y que representa una importante contribución
al desarrollo cultural del país es una muestra de la generosidad y
clara visión del señor Campomar. Digo clara visión porque
es poco común llegar a comprender cuales son los pasos necesarios para
que la ciencia avance. Todos valoran la enorme influencia que esta tiene sobre
la sociedad moderna, pero son escasos los que dirigen sus esfuerzos hacia
el progreso científico".
"
Esta falta de interés es debida en gran parte al hecho de que los resultados
de la investigación aparecen lentamente y bajo formas poco espectaculares.
A veces se requieren muchos años antes de que un descubrimiento se
manifieste en forma que pueda ser apreciada por el gran público".
En
1969 un acontecimiento asombró al mundo civilizado: el primer alunizaje
del hombre, y como una reafirmación más que todos los problemas
y sucesos le interesaban dijo al respecto Leloir que "constituía
una de las manifestaciones más espectaculares del progreso científico.
La hazaña que comentamos lo lleva a uno a meditar sobre el pasado y
sobre el futuro. Nunca pensé que llegaría a ser testigo de los
adelantos que se han logrado. En mi propia especialidad, la bioquímica,
el equivalente del alunizaje ha sido el desciframiento del código genético,
la síntesis de un virus en el tubo de ensayo y la síntesis química
de una enzima. Todos los días tenemos ocasión de admirar algún
nuevo descubrimiento. ¿ Traerá todo esto un mundo mejor?. Creo
que si, siempre que el mundo no esté por demás superpoblado
y con los consiguientes problemas sociales."
Una
frase impresa en la pared del laboratorio " NO EXISTEN PROBLEMAS AGOTADOS;
SOLO HAY HOMBRES AGOTADOS POR LOS PROBLEMAS ".
1949:
No fue nada fácil, y hubo momentos de gran depresión, como lo
muestra un elocuente dibujo de Leloir hecho al final de un día lleno
de fracasos:
Dibujo
realizado por Leloir que sintetiza una depresión temporaria sufrida
en el curso de los experimentos para transformar la galactosa en glucosa.
Se trataba de purificar la "coco" (el barco que se hunde con Paladini
- PA- a bordo).
"
La investigación es una tarea para la cual se requiere una personalidad
especial: no bastan la inteligencia, la salud y los medios adecuados. Es necesario
además tener una fuerte vocación. Esta vocación, que
se traduce por un insaciable deseo de descubrir hechos nuevos, es poco común
y muchas se malogran por falta de institutos de investigación".
"
La química ha penetrado en todos los campos de la biología,
y de la unión de ambas han resultado progresos imprevisibles. Lo más
espectacular ha sido la combinación de la química, la genética
y la microbiología, que se ha dado en llamar biología molecular.
Se
ha llegado a saber cómo los ácidos nucleicos guardan la información
genética y cómo está es usada en la formación
de proteínas. Los métodos refinados, la imaginación y
la inteligencia que se han aplicado en estos experimentos son realmente increíbles".
Dijo
Leloir. En
nuestro país la química biológica está más
desarrollada que muchas otras especialidades y es probable que en el futuro
esta evolución sea más rápida.
Actualmente
contamos con varios grupos de investigadores de valor que realizan trabajos
de primera línea, apoyados por el Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas y algunas universidades. Sin embargo,
se podría decir que los investigadores no rinden al máximo debido
a que a veces están muy aislados, tienen mucha actividad docente y
deben manejarse con escasos recursos. Todo esto se podría solucionar
fácilmente, ya que se cuenta con el material humano, que es lo más
importante".
En
1968 obtuvo un nuevo premio, el Benito Juárez, concedido por única
vez por el gobierno de México, consistente en 100.000 pesos mexicanos,
medalla de oro y diploma y creado con motivo del centenario de dicha república,
además de otras dos distinciones: el nombramiento como doctor honoris
causa de la Universidad nacional de Córdoba, Argentina, y el de miembro
de la Academia Pontificia de Ciencias, de la Ciudad del Vaticano, por resolución
de los miembros de dicha Academia.
En
1969 el doctor Leloir fue nombrado miembro honorario de la Biochemical Society
de Inglaterra, y recibió el premio Juan José Jolly Kyle, de
la Asociación Química Argentina, correspondiente a 1968.
Dice:
"El
problema de la utilidad y de la aplicación práctica de la investigación
me ha preocupado, o mejor dicho, me ha perseguido desde que comencé
hace muchos años a trabajar en el laboratorio".
"Me
inicié en la investigación con el doctor Houssay en el Instituto
de Fisiología de la Facultad de Medicina. Como a todo hombre que se
destaca, a Houssay le buscaban motivos para criticarlo. Es así como
decían que trabajaba en cosas inútiles y que tenían poca
relación con la medicina; que en lugar de estudiar la fisiología
del hombre se los pasaba operando sapos".
Premio
Nobel. La
presentación de Leloir fue hecha por el profesor Karl Myrback, miembro
del Comité Nobel de Química de la Real Academia Sueca de Ciencias.
"
Gracias a los trabajos de Leloir y de otros investigadores inspirados en sus
descubrimientos se ha podido echar luz sobre un terreno y sectores de la bioquímica
antes nebulosos - dijo -. Se sobreentiende que sus investigaciones también
tienen gran importancia dentro de la fisiología y la medicina."
En
Buenos Aires la ceremonia fue seguida por televisión vía satélite.
En todos los hogares argentinos se alcanzó la misma emoción,
pero donde más se hizo sentir fue en la casona de Obligado y Monroe.
A las 13:17 en punto la treintena de colaboradores de Leloir en el Instituto
de Investigaciones Bioquímicas, a través de dos televisores
portátiles, pareció suspender la respiración cuando el
relator oficial anunció al doctor Luis Federico Leloir, "profesor
de la Universidad de Buenos Aires".
Se
le oyó decir: " Quienes en realidad se merecen el premio son mis
colaboradores: Cardini, Caputo, Paladini y Trucco y el grupo de investigadores
del Instituto, integrado, integrado por 33 personas. A ellos debo este premio.
No es por mérito propio, ya que yo represento la centésima parte
de las tareas de investigación. Soy nada más que el representante."
"Los
científicos necesitan apoyo económico. Nosotros empezamos pobremente
y con el tiempo las cosas se han complicado y son más costosas. Es
decir, seguimos trabajando debajo del nivel óptimo. Están dadas
las condiciones para la emigración de cerebros, pues las facilidades
en el exterior son mayores que aquí, y difícilmente la Argentina
alcance el nivel de los Estados Unidos o de Europa en cuanto a atracción
económica y a medios diversos y técnicos. El nivel científico
argentino es excelente y está perfectamente capacitado para la investigación."
"Probablemente
destinaré el premio (aproximadamente 80.000 dólares) al Instituto
mismo, aunque todavía no he elaborado ningún plan en ese sentido".
Sin
ninguna duda sería así porque igualmente había sucedido
con todas las otras recompensas recibidas y con todos los sueldos, que nunca
cobró.
En
una de las escasas ocasiones en que había accedido a una entrevista
periodística antes del máximo lauro había dicho":
No es que a uno le guste o le interese trabajar en el anonimato: simplemente
se trata de trabajar tranquilo, poder rendir al máximo y hacer cada
uno su trabajo. Esa es la razón. En cuanto a las conversaciones con
los periodistas, más publicaciones se hacen, más se distrae
uno.
Hay
muchas veces en que se tergiversan los conceptos y aparecen cosas inexactas.
Por eso es que preferimos trabajar silenciosamente, sin publicidad alguna."
A
su arribo al aeropuerto de Arlanda (Suecia) lo aguardaba un grupo de periodistas
suecos.
"
Claro que no hay otro remedio, lo sé. ¿Qué les parece
si antes de cualquier cosa les hago una pregunta a ustedes?. ¿Creen
que alguna vez recuperaré la paz? ".
"Los
felicito. Nunca imaginé que supieran tantas cosas".
Pero
había llegado el momento y debería responder al aluvión
de preguntas.
Mientras
las voces se silenciaban consiguió balbucear: "Me siento honrado
por la distinción de la Academia Sueca. Hoy, después de unas
horas de la notificación, espero no estar equivocado y que el premio
realmente exista. Al principio estaba contento. Ahora estoy simplemente asustado.
Realmente tenía noticias ligeras de que podía obtenerlo, pero
no tenía conciencia de que mis experimentos justificaran este galardón.
El domingo pasado - esto sucedía un martes - tuve noticias, pero secretas
de que podía ser nominado. No era precisamente para divulgar".
Su
vida desde que había ganado el premio se le había complicado,
"No he hecho ningún experimento desde entonces. Confío
en volver a mi labor una vez más. Es lo único que sé
hacer bien. Ciertamente no soy muy bueno como orador público o en conferencias
de prensa".
"Nunca
he conseguido tanto con tan poco". Un punto de vista muy personal, pero
no compartido por nadie que lo conociera.
"Han
cambiado muchas cosas. Creo que no va a ser fácil recuperar la tranquilidad,
el silencio: dos cosas que necesito bastante".
Veinte
años de investigación sobre la biosíntesis de polisacáridos.
"A
la vez que se promueve la investigación y la formación de
investigadores hay que buscar mecanismos que faciliten la transferencia
a la industria de conocimientos y de personal adiestrado. Sería
deseable favorecer las relaciones entre universidad e industria y brindar
a los profesores la posibilidad de ser consultores en la industria. En
la actualidad ni la Universidad ni el Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas permiten esta actividad".
"Otro
método de promover la aplicación práctica de la investigación
básica que se podría ensayar sería obligar a que de cada
subsidio o fondo que otorga el gobierno para investigación, una pequeña
parte (por ejemplo, un 10 por ciento) sea dedicada a proyectos de aplicación
directa. Sería interesante averiguar como resulta la aplicación
de esta idea".
"
Hay que tener en cuenta que nuestra velocidad de progreso es inferior a la
de los países adelantados, de modo que la diferencia en desarrollo
se hace cada vez más grande. Si esto sigue así quedaremos completamente
subordinados y dependientes de otros países para cualquier adelanto
tecnológico. Esta es una situación política y económicamente
muy peligrosa".
"Sería
ingenuo sugerir que todo esto se arreglará con solamente promover la
investigación. Hay muchos otros factores que intervienen en el buen
funcionamiento de un país: hace falta un ambiente de orden y trabajo,
gobernantes y empresarios honestos y bien preparados, industrias eficientes,
escuelas y universidades bien organizadas, etc., pero la capacidad científica
y técnica es uno de los factores fundamentales".
"Necesitamos
organizar el esfuerzo científico de manera que rinda al máximo.
Este es un problema que tal vez ningún país ha logrado resolver
aunque estén en un nivel de desarrollo muy superior al resto. Es necesario
que el Estado destine progresivamente más fondos para promover la investigación.
Este es un requisito indispensable, pero no el único. No se trata simplemente
de adjudicar más y más recursos para la investigación.
Hay que tener en cuenta que un mal investigador puede gastar cualquier cantidad
de dinero sin producir ningún resultado valioso. El problema es como
distinguir los buenos investigadores de los malos, cómo saber quién
merece ayuda y quién no".
"
Para tener una buena administración de la promoción científica,
la capacidad de decisión debe estar en manos de científicos
experimentados. Pienso que el país debe usar mejor sus hombres para
planear y evaluar las tareas de promoción científica. Tal vez
así podríamos cumplir con la predicción de Houssay cuando
decía que en dos o tres décadas podremos tener una posición
de primera fila entre los países adelantados".
Sus
discursos y su concepción de lo que debía ser el país
y de cómo pudo haberlo logrado eran de una lucidez y una coherencia
admirables
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