"A
la vez que se promueve la investigación y la formación de
investigadores hay que buscar mecanismos que faciliten la transferencia
a la industria de conocimientos y de personal adiestrado. Sería
deseable favorecer las relaciones entre universidad e industria y brindar
a los profesores la posibilidad de ser consultores en la industria. En
la actualidad ni la Universidad ni el Consejo Nacional de Investigaciones
Científicas y Técnicas permiten esta actividad".
"Otro
método de promover la aplicación práctica de la investigación
básica que se podría ensayar sería obligar a que
de cada subsidio o fondo que otorga el gobierno para investigación,
una pequeña parte (por ejemplo, un 10 por ciento) sea dedicada
a proyectos de aplicación directa. Sería interesante averiguar
como resulta la aplicación de esta idea".
"
Hay que tener en cuenta que nuestra velocidad de progreso es inferior
a la de los países adelantados, de modo que la diferencia en desarrollo
se hace cada vez más grande. Si esto sigue así quedaremos
completamente subordinados y dependientes de otros países para
cualquier adelanto tecnológico. Esta es una situación política
y económicamente muy peligrosa".
"Sería
ingenuo sugerir que todo esto se arreglará con solamente promover
la investigación. Hay muchos otros factores que intervienen en
el buen funcionamiento de un país: hace falta un ambiente de orden
y trabajo, gobernantes y empresarios honestos y bien preparados, industrias
eficientes, escuelas y universidades bien organizadas, etc., pero la capacidad
científica y técnica es uno de los factores fundamentales".
"Necesitamos
organizar el esfuerzo científico de manera que rinda al máximo.
Este es un problema que tal vez ningún país ha logrado resolver
aunque estén en un nivel de desarrollo muy superior al resto. Es
necesario que el Estado destine progresivamente más fondos para
promover la investigación. Este es un requisito indispensable,
pero no el único. No se trata simplemente de adjudicar más
y más recursos para la investigación. Hay que tener en cuenta
que un mal investigador puede gastar cualquier cantidad de dinero sin
producir ningún resultado valioso. El problema es como distinguir
los buenos investigadores de los malos, cómo saber quién
merece ayuda y quién no".
"
Para tener una buena administración de la promoción científica,
la capacidad de decisión debe estar en manos de científicos
experimentados. Pienso que el país debe usar mejor sus hombres
para planear y evaluar las tareas de promoción científica.
Tal vez así podríamos cumplir con la predicción de
Houssay cuando decía que en dos o tres décadas podremos
tener una posición de primera fila entre los países adelantados".
Sus
discursos y su concepción de lo que debía ser el país
y de cómo pudo haberlo logrado eran de una lucidez y una coherencia
admirables
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