Villa Leloir
El encanto y la historia
Este es el
nombre olvidado de las tierras comprendidas entre Udaondo, Las Cabañas,
Leloir y La Tradición, según los documentos de la Casona
y el plano que reproducimos. Pertenecieron a Clara Leloir, que casó
con Alfredo Demarchi. En esos tiempos se la conocía como la "Chacra
Leloir" o "la chacra vieja", lindaba al norte y al este con
la Cabaña Tuyú (perteneciente a su tío Federico Augusto
Rogue Leloir, casado en segundas nupcias con Hortensia Aguirre).
La Casona, única por su estilo -ecléctico y nada fácil
de definir- logró sobrevivir desde 1885, siendo cuidadosamente restaurada
por la familia Colombo entre 1982 y 1985, y revalorizada por sus actuales
propietarios.
El predio alberga otro edificio mucho más antiguo, que veremos a continuación.
Ingeniero Alfredo Demarchi Quiroga, esposo de Clara Marta Leloir y nieto de Facundo.
Personaje de destacada trayectoria científica,
política y social. Miembro, del Partido Radical, ejerció cargos relevantes
como vicegobernador de la Pcia. de Bs. As. y Ministro de Agricultura de la
Nación (La Gaceta Biográfica, 1918)
La
casa primitiva
La
serie de fotos muestran desde un plano general a un detalle. Dejamos la
explicación al arquitecto Christian Masprone.
La casa primitiva
La serie de fotos muestran desde un plano general a un detalle. Dejamos la explicación al arquitecto Christian Masprone.
"El inmueble
actual fue reproducido sobre la estructura de un asentamiento anterior que
probablemente vestía una cubierta de paja. De planta rectangular con
una orientación favorable, sus dos pórticos en las fachadas
norte-sur enclaustran sendas galerías, protegidas de las inclemencias
del tiempo y rematadas por columnas de orden toscano.
La ornamentación es muy discreta, las cornisas perimetrales
engalanan sus cuatro frentes y las pilastras fundidas casi en su totalidad
contra los muros exteriores, custodian en forma simétrica e intercalada
las aberturas, siendo 3-2-3-2 de los respectivos lados este-norte-sur-oeste.
Estas pilastras
atraviesan la cornisa, terminando en doce torrecillas, sin romper la hegemonía
del conjunto, dando idea de rigidez estructural y balance en su diseño.
(Ver fotos, fachada norte, de acceso principal).
La carpinteria de roble con vidrios repartidos
es coronada con molduras que cumplen la funcion de escurrir las aguas pluviales
(foto)
Cabe destacar algunas curiosidades que emergen del análisis arquitectónico
y estructural del edificio, durante la etapa de reciclado. Los ladrillos utilizados
(llamados vulgarmente "zapatas" por sus dimensiones de 33 x 16 x
5 cm) para originar los techos y plafones en bovedilla (ver foto) tienen como
aditivo para mejor adherencia en su composición, unas conchillas (lo
que no resulta nada extraordinario, si se tiene en cuenta la cercanía
del río Reconquista, conocido anteriormente como de Las Conchas, por
tener esa asombrosa cualidad sobre sus márgenes).
Esos ladrillos,
que reposan sobre cavios de quebracho y alfajías de pinotea, son los
mismos que erigen los muros de hasta 50 cm de espesor; lo que sumado al adobe
de sus morteros dan una eficiente solución atérmica: ambientes
frescos en verano y templados en invierno.
Otra curiosidad es la poca privacidad distributiva de los ambientes en tiempos
de esplendor comparada con la necesidad funcional actual.
para indagar nuestra historia y saber de ellos un poco más."
La chacra
Leloir fue fraccionada, como el Barrio La Liebre, en la década
del 30, se caracterizó por la gran superficie de sus quintas, lo
que mantuvo por largo tiempo las densas arboledas. La zona mas afectada
por los pequeños parcelamientos fueron los bordes sobre Leloir
y De la Tradición, y algunos puntos interiores, como la calle Lorenzo
Caro.
Cuadras de entre 200 y 300 m se conservan aún. Todo el camino que
unía Castelar con el Haras Miryam tenia un único nombre:
Santa Rosa. Luego se diferenciarán Las Cabañas, Federico
R. Leloir, Gob. G. Udaondo. Las calles transversales a Julián Balbín,
Frers, Alsina y Las Cabañas tenían otras denominaciones:
De la Carreta era Lezica; De la Vidalita, Carranza; De los Reseros, Etcheverry,
De la Doma, Grecco; De los Baqueanos, Menéndez y De los Payadores,
Romero.
La modificación se produjo, como se sabe, bajo la intendencia de
César Albistur Villegas.
"Entre
1933 a 1936 había un Club de Polo llamado "Los Pelícanos" donde jugaban
los Gainza Paz, los Cernadas, los Udaondo. Ocupaban un predio que se hallaba
aproximadamente en el área de Alsina y De los Reseros. Cuando Udaondo
se mató con el avión en Morón, se disolvió el Club".
Un poco más tarde, para el 38, en ese punto se reunía un grupo para correr carreras de moto. El circuito estaba comprendido por Frers (que fue la primera mejorada), Leloir, Balbín y De la Tradición. Como los vecinos se quejaban de que rompían el mejorado, dejaron de correr en 1940. (Testimonios de José Ignacio Anzorena)
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