|
Durante el transcurso
de una asamblea extraordinaria celebrada el 17 de marzo de 1923 presidida
por el presidente del Círculo Militar, General de Brigada don Eduardo
Broquen se sometió a los asociados la compra del Palacio Leloir,
de Florida Nº 770 al saberse la decisión de esta familia de
enajenar el inmueble, favorecían tal determinación, su favorable
ubicación y sólida construcción.
Luego de efectuado el debate y puesta a votación la idea de comprar
el Palacio Leloir, la decisión fue aprobada por unanimidad. Cabe
destacar que se encontraba presente el ministro de Guerra, indicando que
"su presencia en la sesión significaba el decidido apoyo del
Poder Ejecutivo, o sea de los poderes públicos" a las ya antiguas
y nobles aspiraciones del Círculo Militar de contar con sede propia.
Sin embargo, el Coronel Moscarda señalaba que "Yo he creído
y sigo creyendo que la calle Florida no es la calle más indicada
para ubicar nuestro centro. La calle Florida vivió su época
el año 50, 70, 80, pero Florida, como todas las arterias angostas
y reducidas van siendo relegadas a último término. Hoy y
mañana serán los boulevares las arterias importantes por
ser tráfico más fácil en ellas, el movimiento de
carruajes y automóviles es más cómodo. Por otra parte,
he pensado que nosotros debemos marchar por etapas. Debemos en mi concepto,
tener como principio y como fin en este momento, la intelectualidad, haciendo
que el Ejército sea en la Nación un centro donde el cerebro
se destaque sobre la exterioridad. Necesitamos, en consecuencia, tener
nuestro Salón de Conferencias, salón que debe ser renombrado
como el de 'La Prensa', sin el lujo de éste, pero con mayor
capacidad..."
|
|
|
|
|
|
El Palacio fue
adquirido por la cantidad de un millón de pesos moneda nacional.
En el mes de enero de 1926 se cancelaba la deuda con la familia Leloir
y se seguía pagando periódicamente la hipoteca al Banco
Hipotecario Nacional. La escritura se firmó en la escribanía
del doctor Enrique de la Villa, el lunes 23 de julio de 1923, fecha a
partir de la cual se entró en posesión definitiva del Palacio
Leloir.
Puede darse uno
idea del palaciego esplendor de esta residencia particular al leer las
descripciones y escritos tendientes a la adaptación de su nuevo
destino
"Sin duda no tiene la distribución ideal para el Círculo,
puesto que esto sólo se podría conseguir con una construcción
especialmente ideada y con un desembolso que estaría por mucho
tiempo fuera de nuestro alcance... pero es tal la amplitud de la casa,
subsuelo, piso bajo, dos pisos, bohardilla, que son excelentes habitaciones,
y que hasta el menos entendido deduce lo fácil que es adaptarlas
al nuevo destino; tal cual está, sin modificación alguna,
puede llenar nuestras necesidades con ventajas muy grandes sobre la casa
que habitamos"
"Así se puede mencionar que, en el piso bajo dispone de cuatro
salas, un amplio comedor, un antecomedor y un gran vestíbulo, lo
que es equivalente al único piso de la casa que actualmente ocupa
la institución; entre el primero y segundo piso se disponía
de doce dormitorios, cada uno con sus toiletes y baño, con dos
hallas centrales, una amplia sala de billar y otras dependencias, lo que
reemplaza con ventaja a los actuales dormitorios y baños".
"El subsuelo podría ser ocupado por las oficinas del Círculo,
Revista y Biblioteca del Oficial y Suboficial, sobrándonos la bohardilla
que ofrece cuatro excelentes dormitorios y el garage que es un local donde
se puede alojar la servidumbre y otros servicios".
Entre las obras de arte que adornaban la residencia podemos mencionar,
un mueble estufa y "un hermoso cuadro del reputado artista Cheka
titulado 'Una carga de amazonas' el que se halla en el salón de
honor", ambos donados por la familia Leloir; en tanto que el doctor
Guillermo Udaondo, vinculado con la familia Leloir, había donado
en nombre de su padre, un óleo titulado "Una batería
de artillería que va a tomar posición", que fue ubicado
en el hall central
En la Revista Militar
Nº 286 de noviembre de 1924 se incluye un dato interesante. La Comisión
Directiva en conocimiento del alto aprecio que la familia Leloir tenía
por la estufa que adornaba el salón comedor del Círculo,
"resolvió poner a disposición de ella ese valioso mueble",
como una retribución "a las consideraciones que tuvieron para
el centro al tramitarse la venta de la casa". Enterada la señora
Hortencia Aguirre de Leloir, correspondió a su vez informando que
retribuía esa atención "donando al Círculo aquel
mueble, en homenaje a la memoria de su esposo el doctor Federico H. Leloir".
El 4 de mayo de 1924 se efectuó en la sede de Florida Nº 770
una ceremonia a la que se invitó a las personas que habían
contribuido en "forma muy eficaz, valiosa y desinteresada en el buen
éxito de las gestiones que realizaba el centro, pro edificio propio"
y el 25 de mayo con motivo de la celebración del aniversario patrio
la invitación de práctica en esa fecha de las familias de
los señores socios, adquirió un "realce especial"
al contar con la presencia del Excelentisímo señor presidente
de la Nación, don Marcelo T. de Alvear -que había concurrido
sin aviso previo- así como lo señores ministros de Guerra,
General de Brigada don Agustín P. Justo, y de Marina, Almirante,
don Manuel Domec García; a estas ilustres personalidades se debe
agregar una importante delegación militar italiana, presidida por
el Coronel Invernizzi, que visitaba el país con motivo de la celebración
de las fiestas mayas. Estas autoridades y la concurrencia, "después
de presenciar el desfile de las tropas, desde los balcones del edificio",
fueron obsequiadas con un lunch y a continuación de este agasajo,
se inició un baile que permitió que la fiesta se prolongara
durante varias horas.
El edificio fue
sometido a numerosas refacciones y embellecimiento, en esa misma época,
los Jefes y Oficiales de la 1º División de Ejército
donaron al Círculo Militar un vitral con el escudo nacional, para
que fuera colocado en la parte superior de la cúpula del nuevo
local. Asimismo "con el propósito de dar el centro mayor vida
y animación se resolvió amueblar especialmente los salones
de la planta baja que dan a la calle, invirtiéndose en ellos la
suma de $12.000 m/n, a fin de ofrecer a los señores socios y a
sus familias que deseen concurrir a conversar y a tomar el té".
Vista
de la biblioteca del Circulo Militar en su local de Florida 770. Por las
imagenes puede uno imaginar la suntuosidad de esta gran residencia, propiedad
de la familia Leloir, poseedora hacia el año 1928, de 181.036 hectareas
en la provincia de Buenos Aires
Sin embargo, con
el transcurrir de los años, el Palacio Leloir iba quedando chico
para las necesidades siempre crecientes de los asociados. Y ante la imposibilidad
de adquirir los inmuebles linderos en 1936 se decidió demoler el
edificio y construir uno nuevo, más amplio y moderno.
El día 26 de febrero de 1938, durante una reunión, el General
de Brigada don Juan Bautista Molina, presidente del Círculo Militar
por el período 1937/8 expresó "Este local ha prestado
ya a la institución largos años de continuados y útiles
servicios, pero actualmente, el aumento de necesidades de acuerdo al progreso
constante del centro, el gran número de nuevos socios y la creación
de numerosos servicios, hacen que no pueda llenar las necesidades propias
de la institución ni ofrecer los servicios y comodidades a que
tienen legítimo derechos los socios y sus familias". Ya se
había llamado a licitación para la nueva construcción
y el decreto correspondiente ya había sido publicado en el Boletín
Militar. "Este decreto había sido refrendado por el Excelentísimo
señor presidente de la Nación, General de División
don Agustín P. Justo y por su excelencia el señor Basilio
Pertiné". La obra aprobada había sido adjudicada por
la suma de $2.703.880 m/n. Terminada esta exposición del General
Molina, se brindó por la realización de "esta gran
obra del Círculo Militar", y los presentes pasaron luego al
corredor de entrada del Palacio Leloir, en donde el General Molina empuñando
un pico, inició simbólicamente, con varios golpes en el
muro, la demolición de la tradicional casona de la calle Florida
Nº 770. El Palacio Leloir había albergado en su seno a la
institución por espacio de quince años.
La determinacion
de su demolicion obedecía a la necesidad de construir un nuevo edificio,
más amplio y adaptable a las necesidades de esta institución. Pero casi
de inmediato surgió la posibilidad de adquirir el Palacio Paz que había
sido ofrecido en venta al presidente del Círculo Militar, General don
Bautista Molina, donde definitivamente se traslado la institucion.
Revista
Militar, agosto-diciembre 1982 "Los locales del Circulo Militar",
Coronel Emilio Angel Bidondo
|
|
|