LA COMPOSICIÓN DE LA TOMA


Las imágenes fuertes se apoyan hasta cierto punto en el uso de recursos compositivos que ayudan a dar a la imagen una estructura y un centro de interés que la destaca de sus alrededores. Debemos decidir cuál es la mejor manera de presentar la imagen, cuál es el elemento principal y dónde conviene enfatizar.

Los colores:

El color es una de las mayores ayudas a la composición: la gente le presta mucha atención y la respuesta a los diferentes tonos y matices es casi instintiva y, con frecuencia, se asocia con una fuerte emoción.

Los rojos, los naranjas, los amarillos y los marrones son colores cálidos y afirmativos que "pasan al frente" en una composición. Por el contrario, los violetas, azules y verdes son colores fríos y descansados que parecen "retroceder" hacia el fondo.

Las composiciones que hacen uso del contraste de color entre el centro de interés y su entorno obtienen una fuerza dramática adicional. Pero también se puede lograr un gran impacto con un color bastante mitigado, siempre que exista un contraste y un quiebre definidos.

Las formas y las líneas:

La forma y la línea son otras poderosas ayudas a la composición. Un problema muy común en muchas fotografías consiste en que no se encuentra un centro de interés o que éstos son excesivos y, por lo tanto, el ojo se resiste a "viajar" para acabar por aposentarse en un lugar. Las formas dentro de una imagen misma pueden usarse para enmarcar el tema principal, pero es recomendable que tengan una conexión natural: por ejemplo, una puerta que da a una habitación.

Las formas definidas, dispuestas en puntos clave de la imagen, pueden usarse para alentar al ojo del espectador a recorrer la composición, llevándolo en algunos casos a un centro de interés, pero siempre evitando que ese interés se divida. Las formas que se relacionan entre sí, ya sea física o simbólicamente, tienden a funcionar mejor.

  Aunque esta imagen de unas ruinas incas en el Perú muestra un encuadre que utiliza una forma vigorosa en el primer plano, hay otro procedimiento más sutil: el de falsa unión. El tono y la textura del arco de piedra implican que una vista en primer plano de las terrazas distantes mostraría las mismas características.   Las formas fuertes y el equilibrio tonal constituyen elementos importantes en la composición. Aquí, la escala del jinete montado sobre un camello, en tono oscuro, y el primer plano también oscuro están equilibrados perfectamente por la pálida masa de la pirámide.  

Hay muchas escenas que pueden fotografiarse para crear zonas de tonos y formas que atraigan nuestra atención. Recordemos, sin embargo, que los contrastes tonales fuertes atraen al ojo con más facilidad que una zona de tonos parecidos. De esta forma, es posible conducir la atención hacia los objetos pequeños, colocándoles contra una masa grande de un tono contrastante.

Las líneas que conducen a un elemento importante dentro de la escena constituyen ayudas muy útiles para la composición y su efecto puede duplicarse si entran desde una esquina del cuadro en lugar de hacerlo desde un costado. Pero debe existir un centro de interés, porque, de otra manera, el espectador se verá llevado a un anticlímax visual.

   

Las líneas guía no tienen por qué ser físicamente continuas. Pueden adoptar la forma de de una serie de objetos de formas relacionadas que disminuyen en tamaño a medida que se aproximan al tema principal de la composición. En esta imagen, tomada en Noruega, las filas de lápidas y los árboles forman fuertes líneas de guía que llevan el ojo hacia la iglesia.

Las yuxtaposiciones y las uniones falsas:

Otros dos procedimientos compositivos que pueden usarse con éxito son la yuxtaposición y las uniones falsas. Son procedimientos que se parecen mucho y su fuerza reside en la capacidad de la cámara para sacar de contexto un elemento y presentarlo como una imagen completa.

Las falsas uniones tienen lugar cuando un elemento de una escena se coloca junto a otro muy distinto, de tal forma que queden conectados: por ejemplo, un retrato con un árbol o un poste que parecen brotar de la cabeza del retratado, constituyen un error frecuente pero una disposición similar, hecha en forma deliberada, podría servir para simbolizar que el personaje está soportando una pesada carga.

De manera análoga, los elementos yuxtapuestos pueden presentarse de tal manera que simbolicen una relación inexistente, ya sea para crear humos o para distorsionar la realidad. Tal es el poder de la composición.

 

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