Reportaje seriado II

Se agudizan las estadísticas de cierre

Las empresas del Táchira cada vez más golpeadas por la crisis

 

 

Eggly D. Cuesta
Jhonny  Sanchez
Jesús Rincón
Darwin Silva
Diego Puentes

4to Año

 

En este artículo
Cierre de empresas hasta en el Libertador
Una realidad a cuestas
Municipio Michelena
Santa Ana, municipio Córdoba

 

Es cada vez más preocupante la situación de las empresas en  la región , día tras día se incrementa el número de las empresas que cierran o tienen que reducir personal porque la demanda de bienes y servicios es menor desde que este gobierno impulso una política estadista que atenta contra la libre empresa. 

En un recorrido por distintos municipios del estado comprobamos esta grave situación que arroja sombras sobre la paz social que necesita el país en  estos difíciles momentos.
 

 

Cierre de empresas hasta en el Libertador
 

El municipio Libertador, situado al este del estado Táchira, cuenta con unos 17.744 habitantes –según censo del 2001-, distribuidos en su capital Abejales y en sus dos parroquias Don Emeterio Ochoa (San Antonio) y Doradas (El Milagro); este municipio - a diferencia del Fernández Feo- cuenta con una economía representada en un 70% agrícola, lo cual ha retardado la reaparición de industrias fructíferas. Según cifras suministradas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), sólo existen unas 25 industrias en este municipio distribuidas en un 20% carpinterías, un 16% fábricas de bloques, 16% metalúrgica, 16% sastrerías y taller de costura, 12% Fabricas de alimentos, 8% aserraderos, 8% fabricas de guacales y alpargatas y por último un 4% Panaderías.

En el municipio Libertador también se puede observar una disminución de industrias entre 2001 y 2003. Sin duda se han reducido un 20% del total, siendo el más afectado el sector de metalúrgica con un 6% de estas cerradas, en parte debido a la escasez de repuestos para abastecer el negocio, además, la inflación de estos han ocasionado que estas industrias terminen con la santa maría abajo. Mientras otras se mantienen a flote gracias a las drásticas medidas que se comienzan a tomar, siendo una de las principales la reducción en la nómina y trabajar sólo con empleados eventuales.

Una realidad a cuestas

 

Conindustria estimó, que el sector empresarial requiere para este año de 7mil millones de dólares para cubrir sus necesidades, lo que ni siquiera actualmente abarca el 40% de estos gastos los otorgamientos –selección subjetiva por parte del gobierno- de divisas a los empresarios. Es por esta razón, que en lo que va del 2003 se ha tenido que prever cierres parciales o totales de industrias en todo el país mediante estrategias, aunque drásticas, necesarias para evitar el cierre de más santa marías.

Sin duda, los Municipio Fernández Feo y Libertador no escapan de estas medidas, las cuales han determinado la reducción en las nóminas de empleados, la paralización de las inversiones -puesto que en este momento pueden resultar riesgosas-, la contratación de empleados eventuales, trabajar en base de inventarios, reducir los créditos a los compradores, disminuir las cargas horarias y, en algunos casos, trabajar sólo con los empleados indispensables para ejercer cada cargo en las industrias. Todo esto con el fin de mantenerse en el mercado, aún cuando se luche con una escasez del 75% en cuanto a proveedores de materiales ya sea de construcción, de consumo o productos de uso diario, repuestos mecánicos, entre otros; al igual que se han visto mermadas las ventas en los últimos meses, debido a la fuerte caída de la demanda que es ahora el principal problema seguido por la falta de dólares para invertir.

No hay que olvidar que en la mayoría de los estados del país y sobre todo en los llanos, las empresas que existen son pequeñas y medianas industrias, las cuales carecen de un músculo financiero fuerte que les permita sobrevivir ante la actual crisis económica, social y política. Dejando con un hilo de incertidumbre el futuro de las empresas sobrevivientes al recordar las palabras de Lope Mendoza, cuando pronostica más cierre de estas empresas antes de culminar este año si la situación en el país no mejora, trayendo consigo más despidos, más desempleos y sin duda más pobreza. De seguir esta política económica tal cual, lo más probable es que en lugar de consolidar grandes empresas, Venezuela pasará a ser el país con un elevado índice de personas dedicadas al comercio informal, la inestable suerte de una remuneración inconstante, injusta y sacrificada.

Municipio Michelena

 

Para 1998 en el municipio Michelena funcionaban un total de 11 fábricas de caramelos y confitería, ahora en el 2003 - aún cuando su población sigue en franco ascenso- sólo se encuentran laborando 4, que al igual que las extintas, no cumplen con todos los requisitos legales, pero representan una de las mejores opciones en un pueblo hasta donde no han llegado, a más de tres años de haber sido anunciados, los tan urgidos planes de desarrollo industrial de la actual administración.

 

Para Luis Jaimes, propietario de las fábricas que aún se encuentra laborando, el cierre de la mayoría de las dulcerías obedece a la “normal competencia” en la cual sobreviven sólo los más aptos. No obstante, Jaimes esconde su preocupación porque ante el descenso de las ventas, ha tenido que reducir su personal a menos de dos tercios de lo que para 1999 laboraba en su empresa.

 

Otro ramo importante en la producción interna de Michelena es el ensamblaje de carrocerías. En este, Carrocerías Michelena, del señor Armando Torres, produce y distribuye a nivel regional, nacional y hasta internacional, pues confiesa el mismo Torres que sus cavas han sido encargadas desde Brasil. Esta empresa, al igual que las obras tres del mismo ramo se encuentra funcionando a media marcha, pues los altos precios y la dificultad para importar algunos insumos y equipos han puesto a la empresa en el dilema de producir cuanto se pueda o, simplemente, no producir.

 

Belkis Moncada, administradora de la alcaldía del municipio Michelena, confiesa que si bien en la entidad ha descendido la producción interna, el gobierno municipal ha tratado también de apaliar esta situación, pero de una forma bastante clásica y para nada revolucionaria, agrandando la nómina de pagos de un municipio con unos ingresos escasos y cuya disposición depende en sumo grado del gobierno regional y nacional.

 

“Seguimos dependiendo económicamente del gobierno central debido a que no producimos, nunca hemos producido riqueza en este municipio”. Moncada confiesa así el gran parecido entre ésta administración y las anteriores, aunque en el aviso sobre el escritorio donde destaca su nombre, se puede leer: “Administradora de la Alcaldía REVOLUCIONARIA de Michelena". Es acá donde cabe preguntarse la concepción del término “revolución” que manejan los adeptos al actual gobierno.

 

El municipio Michelena es un caso más de los que engrosan la lista de entidades en crisis del estado Táchira, por no mencionar la del país entero, en donde cada día se nota más el descalabro de una economía que va directo a la quiebra y sin rumbo, porque sus autoridades no llevan siquiera cuenta de su mermada producción, o por lo menos así lo declaran Quizá sea mejor para ellos, y hasta para la salud síquica de los ciudadanos, no tomarlas en cuenta.

Santa Ana, municipio Córdoba


Santa Ana es un pueblo que ha crecido en los últimos años como un suburbio de San Cristóbal. El censo del año 2000 (O.C.E.I), señala que tiene una población de 24.398 personas, que trabajan y estudian en su mayoría en la ciudad de San Cristóbal y que todas las tardes regresan a aquello que los sociólogos llaman, ciudad-dormitorio.

Comercial e industrialmente, Santa Ana es totalmente dependiente de San Cristóbal, así que cuando el desempeño económico no es favorable en la ciudad los municipios cercanos son fuertemente afectados. Siendo Santa Ana un pueblo, tiene algunos comercios que suplen las necesidades locales generalmente constantes y que no se afectan por la crisis económica actual. Existen además varias industrias relacionadas con el sector agrícola, principalmente trapiches y beneficiaderos de café. Y unas pocas industrias relacionadas a la construcción.


De manera que Santa Ana no escapa de la recesión que vive el país y que afecta a un 25 por ciento del comercio local, según cifras de la alcaldía. Estas cifras se refieren al número de empresas locales, con una tasa de desocupación del 18 al 22 por ciento. Al cerrarse las fuentes de trabajo en San Cristóbal, las personas, además de quedar sin trabajo, llegan a competir con el empleo local lo que termina empeorando las cosas. Y es que vale la pena preguntarse si quienes dirigen el país, piensan en el sufrimiento de estas personas que todos los días despiertan con la esperanza de conseguir un empleo  y sin embargo, se acuestan todas las noches con el orgullo destrozado por no haber conseguido un trabajo.

 

Santa Ana es la capital del municipio Córdoba y asombra lo bien conservados que se encuentran sus ecosistemas. Es un sitio que cuenta con un clima agradable y grandes bosques encerrados en gargantas montañosas que serían muy atractivos para el turismo. Sin embargo, la población no cuenta con ninguna actividad económica relacionada y francamente el desarrollo del municipio se ha visto frenado por la exigua carretera que le sirve.

 

En una pequeña encuesta entre los comerciantes de Santa Ana, la mayoría expreso que la condición de su compañía era regular. Como el señor Mauricio Molina - vendedor de carne frente a la plaza Bolívar - quien explicó que hace pocos años sacrificaba el doble de animales que ahora.

 

Para los comerciantes de la región, el paro de las cúpulas políticas de principios de años agravó una situación que era francamente mala desde hacía tres años. Consideran además que las políticas del gobierno central y regional han estado alejadas de las soluciones efectivas y se han concentrado en soluciones demagógicas de corto plazo para ganar adeptos con miras al referéndum.

 

Casi todos los entrevistados manifestaron haber realizado reducción de personal este año, principalmente por el paro de principios de año que paralizó la economía. Para Francisco Mechan, dueño de una carpintería, la baja en la demanda lo ha obligado a despedir parte del personal que regularmente mantenía, con la promesa - dice él- de contratarlos nuevamente apenas las condiciones mejoren. Además pocos manifestaron estar en condiciones de contratar personal este año por cuando las expectativas de mejoría pronta son escasas.

 

En lo que si concuerdan todos es en la salida. El referéndum es la salida que necesita el país y ponen todas sus esperanzas en un desenlace que traiga lo mejor para el país. Para algunos Chávez debería salir, otros no se muestran tan afanados diciendo que, salga o no Chávez, la situación debería estabilizarse hasta las próximas elecciones dándole un respiro a la economía nacional.


Web Masters: 
  María Lorena Meléndez
Página construida por: Ericka Lobo y Exis Edgardo Rujano
San Cristóbal, octubre de 2003

 

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES - TÁCHIRA

Departamento de Comunicación Social

 
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