200 AÑOS EMITIENDO PARTÍCULAS CONTAMINANTES

LO QUE SE DEBE SABER DEL MATERIAL PARTICULADO

Material Particulado Respirable (PM10 y PM2,5)

 

CONCEPTOS Y GENERALIDADES DE CALIDAD DEL AIRE

El aire es una mezcla gaseosa compuesta en un 78% de nitrógeno, un 21% de oxígeno y un 1% de gases como: dióxido de carbono, argón, xenón, radón, etc. Se considera como contaminación del aire a la adición de cualquier sustancia que altere sus propiedades físicas o químicas, siendo los contaminantes atmosféricos más comunes: el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y las partículas sólidas suspendidas cuyos componentes pueden ser muy diversos: metales pesados (Pb, Cd, As, Ni, etc), silicatos, sulfatos, entre otros. La contaminación puede ser causada por fuentes emisoras fijas o móviles. Las fuentes fijas son aquellas que se encuentran establecidas en un lugar determinado y su emisión se produce siempre en este mismo lugar, pueden ser desde una industria en particular hasta un vertedero de basura o un área agrícola. Las fuentes móviles son aquellas que cambian su ubicación con respecto al tiempo, como por ejemplo los vehículos motorizados. Así los estudios orientados al tráfico vehicular involucrarán monitoreos a lo largo de las carreteras y las zonas aledañas.

Uno de los principales agentes determinantes de la calidad del aire son las partículas sólidas suspendidas, comúnmente denominadas TSP: partículas totales suspendida). Las TSP se dividen de acuerdo a su tamaño en partículas menores o iguales a 10 µm (PM10) y las menores a 2,5 µm (PM2,5). La atención sobre las TSP, se ha concentrado mayormente en las partículas PM10, que pueden ser inhaladas y penetrar con facilidad al sistema respiratorio hµmano, causando efectos adversos a la salud de las personas. Es así como, la Norma Primaria de Calidad del aire para contaminante PM-10, establece como límite máximo cincuenta microgramos por metro cúbico normalizado de aire (150 ug / m3 N) como concentración promedio de 24 horas.

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El material particulado presente en el aire se puede clasificar de acuerdo a su diámetro en dos grandes grupos:

1. el que no ingresa al aparato respiratorio, quedando atrapado en nuestras fosas nasales, al presentar un diámetro mayor a 10 micras (0,01 mm)

2. las partículas de diámetro menor a 10 micras, también llamadas PM10 o material particulado respirable, las que sí pueden ingresar a las vías respiratorias debido a su menor tamaño. Al mismo tiempo, estas últimas se dividen en mayores y menores de 2,5 micras, dado que las de diámetro aerodinámico más pequeño pueden llegar incluso a las vías aéreas más finas, como el alvéolo pulmonar. En tanto, las de mayor tamaño van quedando atrapadas en la mucosa que recubre las vías respiratorias superiores.

Origen y Responsabilidad del Pm10:

  1. El transporte era responsable del 6,5%,
  2. La industria, construcción y comercio de un 7,6%,
  3. Un 77,9% correspondía a polvo resuspendido,
  4. Con un 3,7% de procedencia agrícola (quemas) y un 3,3% de origen doméstico.
  5. Sin embargo no considera cuánto de esto perdura en el aire, ya que luego de emitidas comienza a actuar la ley de la gravedad y otros procesos, con lo cual las partículas de mayor tamaño se precipitan a tierra, convirtiéndose en "polvo de calle", el que puede ser nuevamente resuspendido por el paso de las fuentes móviles.
  6. Las partículas más pequeñas serán las que van a permanecer más tiempo en el aire, entre ellas las que miden menos de 2,5 micras de diámetro (PM2,5), siendo por lo tanto este tipo de partículas el que va a respirar la población expuesta.

    El material particulado menor a 10 micras colectado en los filtros   detecta que:

    1. El 25% de este PM10 proviene de las "fuentes móviles",
    2. Un 38% corresponde a la categoría "industria, comercio y material particulado secundario", este último procedente tanto de fuentes fijas como de móviles, siendo muy difícil poder diferenciar su origen.
    3. En tanto que el "polvo resuspendido" representa esta vez un 33% .

Las PM10 de origen urbano se puede definir como partículas sólidas o líquidas, como polvo, cenizas, hollín, partículas metálicas, cemento o polen dispersas en la atmósfera, cuyo diámetro es inferior a 10 µm (1 micrómetro corresponde la milésima parte de 1 milímetro). están compuestas principalmente por compuestos inorgánicos como silicatos y aluminatos, metales pesados entre otros, y material orgánico asociado a partículas de carbono (hollín). Dentro de los metales, los más relevantes desde un punto de vista toxicológico son el arsénico, cadmio, cobre, mercurio, plomo, entre otros. Cadmio es un elemento ampliamente utilizado en la elaboración de productos como pigmentos, pinturas, baterías, recubrimiento de otros metales, etc. Son partículas gruesas en su mayoría de ph básico producto de la combustión no controlada.

3. las partículas de diámetro menor a 2,5 micras, PM2,5. el segundo tamaño, agrupa a partículas generalmente ácidas, que contienen hollín y otros derivados de las emisiones de vehículos e industriales, y corresponde a la fracción más pequeña y agresiva debido a que éstas son respirables en un 100% y por ello se alojan en bronquios, bronquiolos y alvéolos. Son las que causan mayor daño y las más peligrosas respecto de la salud de las personas. Esto porque pueden impactar en la parte más noble de las vías respiratorias como lo es el alvéolo, donde se realiza la función de intercambio gaseoso (la respiración), alterando los mecanismos defensivos del organismo, actuando como "factor predisponente o condicionante", y facilitando el ingreso de microorganismos, como bacterias o virus, que son la "causa necesaria" o "indispensable" para producir las llamadas IRAs, Infecciones Respiratorias Agudas, altas o bajas, según el segmento anatómico afectado. Las partículas finas pueden estar constituídas o transportar metales pesados, hidrocarburos aromáticos policíclicos u otros elementos nocivos, los cuales pueden expresarse en daño a la salud a más largo plazo, pueden estar presentes en las partículas  el plomo, arsénico, berilio, cadmio, mercurio, sulfatos, nitratos e hidrocarburos policíclicos aromáticos.

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En el aire los valores promedios son aproximadamente 0,002 ug/m3 . Debido a que el cadmio es un metal relativamente volátil, se transfiere de un lugar a otro a través de procesos físicos (viento y erosión) y entra al organismo humano principalmente por la vía respiratoria en forma de aerosol (PM10). Por esto, es importante determinar su concentración en PM10. Por otra parte, el plomo también es un metal utilizado ampliamente en baterías, pinturas y combustibles como la "gasolina roja". Sin embargo, sólo está presente en aire, aguas y suelos en bajas concentraciones. Aún cuando el plomo esté en muy bajas concentraciones en el cuerpo, puede provocar alteraciones graves a la salud humana, incluyendo daños irreversibles al sistema nervioso y sanguíneo. Se necesita una larga exposición para presentar síntomas de intoxicación, debido a que plomo es acumulado por el organismo, principalmente en algunos tejidos como huesos (por su similitud al calcio), en los riñones, hígado, cabellos y el sistema nervioso central. Al igual que el cadmio, una de las principales vías de exposición es a través del aire. Por lo anterior, se han dictado diferentes normativas tendientes a controlar los posibles efectos tóxicos de plomo en la población. Algunas de estas normas establecen concentraciones máximas permitidas de plomo en: aire ambiental (promedio trimestral), 1,5 µg/m3 ; agua potable, 20 µg/L ; gasolina, 0,38 g/L y pintura, 0,06 ].

 

SUSTANCIA FUENTE LIMITE "OMS"
Monóxido de Carbono (C.O.) 90% emitido por el sector transporte; 65% vehículos motorizados 100 mg/m3 durante 15 minutos - 10 mg/m3 durante 8 horas.
Oxidos de Nitrógeno (NOx) 47% emitido por vehículos motorizados 400 ug/m3 NO2 durante 1 hora

150 ug/m3 NO2 durante 24 horas

Ozono (O3) Provocado por la interacción de HC y Nox 150-200 ug/m3 durante 1 hora
Plomo (Pb) Proviene del aditivo del petróleo 0,5-1,0 ug/m3 durante 1 año
Hidrocarburos (HC) 50% emitidos por automóviles No existe límite especificado
Benzeno (C6H6) Vehículos y evaporación del petróleo La OMS no acepta ningún nivel seguro.
Material Particulado (Hollín) Vehículos, Industrias y Fuentes Domésticas La OMS no acepta ningún nivel seguro.

 


El hollín aumenta el riesgo de cáncer
Es equivalente al del fumador pasivo

NUEVA YORK (The New York Times).- La exposición prolongada a aire que contiene microscópicas partículas de hollín eleva significativamente el riesgo de muerte por cáncer de pulmón y otras enfermedades pulmonares y cardíacas, de acuerdo con un nuevo estudio en 500.000 personas y 116 ciudades americanas.

De hecho, dicen los autores, muchos residentes de ciudades enfrentan los mismos riesgos a largo plazo de cáncer de pulmón fatal que el que padecen quienes viven con personas fumadoras.

Debido a que el cáncer de pulmón es tan raro entre no fumadores, esto se traduce en sólo dos muertes por cáncer cada 100.000 personas, dijo el jefe del proyecto de investigación, doctor George D. Thurston, profesor asociado de medicina ambiental de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York. Pero, agregó Thurston, el hallazgo ayuda a sugerir una causa para muertes por cáncer de pulmón que de otro modo no podrían explicarse y agrega urgencia a los esfuerzos para reducir la contaminación de particulado fino, que viene de las plantas de energía y los motores de automóviles.

Salud y medio ambiente

Anteriores estudios habían sugerido una relación entre las finas partículas de hollín y el cáncer de pulmón. Pero éste, cuyos resultados aparecieron ayer en el Journal of The American Medical Association, fue el primero con la suficiente amplitud (involucró a 500.000 personas) y duración (16 años) como para mostrar una relación.

La Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos ha escrito reglas para eliminar la contaminación por hollín, pero fueron detenidas por juicios iniciados por la industria energética y los fabricantes de automóviles. Ahora, como consecuencia de una decisión de la Suprema Corte favorable a la agencia, las regulaciones podrían comenzar a regir desde el año próximo, y un funcionario superior de la agencia dijo ayer que el nuevo estudio sugiere que "están en la pista correcta".

Contaminantes invisibles

Las partículas microscópicas de hollín, mucho más pequeñas que las que se juntan en los vidrios de las ventanas, han sido identificadas como uno de los contaminantes que mayor riesgo suponen. Su nivel promedio, en las ciudades norteamericanas, ha descendido más de 30% desde 1980, como resultado de regulaciones más amplias que no se dirigen específicamente a estas partículas. Pero, en 1997, un cuerpo creciente de estudios que muestra su riesgo llevó a la agencia ambiental a proponer restricciones.

El promedio de estas partículas en las ciudades en 1980 era 21 microgramos por metro cúbico de aire. En 2000 era 14 microgramos. La Agencia de Protección Ambiental intenta establecer un límite de 15 microgramos para las ciudades..

Los 500.000 adultos sobre los que se centró el estudio fueron reclutados en 1982 por la Sociedad de Oncología Americana para un proyecto de por vida que registró sus dietas, estilos de vida, condiciones laborales y, finalmente, causas de muerte.

Los expertos que han pasado años estudiando las posibles relaciones entre el medio ambiente y la salud otorgaron crédito al estudio.

"Un solo estudio no contesta estas preguntas, pero abre la puerta al estudio de la relación entre cáncer y contaminación ambiental", dijo Daniel S. Greenbaum, presidente del Health Effects Institute, un grupo de investigación en contaminantes de Boston que recibe financiación tanto de la Agencia de Protección Ambiental como de las industrias.

Fuente: La Nación
Marzo 7, 2002


  

Fuente: Organización Mundial de la Salud y 20 th. World Gas Conference Proceedings, Copenhagen 1997.

Las partículas generadas por las actividades del hombre, provienen principalmente de procesos de combustión, donde las fuentes más importantes son los motores diesel, que contribuyen con un 39% del total.

Según el "Second Report of Quality of Urban Air Review Group, 1993", los autos con motores diesel emiten alrededor de 0.4 gr/Km de material particulado, alcanzado valores de 1.2 gr/Km durante la marcha en frío.

Dentro de las motorizaciones Diesel, la fuente principal de material particulado son los vehículos de transporte pesado, cuyas emisiones constituyen el 72% de todo el material particulado diesel.

La emisión de partículas depende de las características del motor, y es independiente de la velocidad de circulación.

Este material, que no tiene composición química definida, penetra al organismo principalmente por la vía respiratoria. Las partículas más pequeñas, menores a 10 micrones, penetran profundamente en el aparato respiratorio.

Estas partículas disminuyen la capacidad de defensa y traen aparejado, entre otros efectos nocivos, tos crónica, ronquera, síndromes respiratorios nocturnos, neumopatías, bronquitis, asma bronquial, y cáncer pulmonar.

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Artículo de la revista Science (Vol 295, No 5562, 15 mar 2002, p.1994) dice que "Respirar aire contaminado puede ser tan malo para usted como vivir con un fumador".

Pyne se basa en que "Un nuevo estudio, el más extenso de su tipo, muestra que la exposición de largo plazo a partículas finas de contaminación del aire (menores de 2.5 micras, la 40ava parte del grosor de un cabello) incrementa el riesgo de morir por afecciones del corazón o de los pulmones o por cáncer de pulmón, más o menos de la misma manera que laexposición de largo plazo al humo de cigarro de otros." Este estudio confirma la validez de la regulación gubernamental existente, que la industria ha estado combatiendo.

200 AÑOS EMITIENDO PARTÍCULAS CONTAMINANTES

La contaminación por partículas pequeñas se ha producido en grandes cantidades desde los inicios de la revolución industrial. Hoy, esa contaminación no podría ser

tan obvia, pues la gente no soportaría una chimenea que escupe un humo negro visiblemente cargado de hollín. Desafortunadamente eso no significa que hoy

producimos menos partículas contaminantes pues las fuentes se han multiplicado, con el consiguiente efecto acumulativo tanto local como global. Eso hace que

ciudades como los Ángeles y Nueva York tengan altos riesgos, o inclusive ciudades más pequeñas que tienen el infortunio de estar cerca de fuentes industriales (por

ejemplo, termoeléctricas que queman carbón). Lo mismo puede suceder con ciudades de México. Actualmente los estándares de la EPA (Agencia de Protección

Ambiental de EUA) para emisiones establecen un promedio anual máximo de 15 microgramos por metro cúbico de aire, y en 24 horas no se pueden emitir más de

65 microgramos por metro cúbico.

LOS RIESGOS A LA SALUD

"La contaminación del aire en lugares como los Ángeles le aumenta a uno los riesgos de cáncer y otras enfermedades. Según un reporte en el número del 6 de

marzo del Journal of the American Medical Association, el equipo encontró que los riesgos son más altos en Los Ángeles, que promedió 20 microgramos de

partículas finas por metro cúbico en 1999 y 2000. Chicago cerró en 18 y Nueva York en 16. Pero las ciudades pequeñas no son necesariamente más seguras,

aclara Thurston: Huntington, West Virginia, tiene concentraciones promedio de partículas finas más altas que Nueva York debido a su proximidad con plantas

que queman carbón."

Pyne dice que "Estudios clave en 1993 y 1995 sugerían que la exposición crónica a partículas finas

podía causar enfermedades de corazón y pulmones, pero algunos científicos argüían que estos descubrimientos no eran confiables porque los

investigadores no habían tomado suficientemente en cuenta los factores individuales de riesgo y las diferencias entre las comunidades (Science, 4 agosto

2000, p 711)." Pero después, para entender mejor el fenómeno y superar estas deficiencias, "los epidemiólogos Arden Pope, de la Universidad Bringham Young

en Provo, Utah, George Thurston de la Escuela de Medicina de la Universidad New York, y Daniel Krewski de la Universidad de Otawa, estudiaron el

comportamiento de personas por un período de tiempo más largo y controlaron más extensivamente los factores individuales de riesgo. El equipo comparó datos

sobre contaminación del aire de partículas y gases, con datos sobre la causa de muerte entre 500,000 personas seguidas durante 16 años por la American Cancer

Society. Después de compensar por fumar, dietas, obesidad, y otros factores de riesgo, así como por posibles diferencias regionales, los investigadores

encontraron que cada incremento de 10 microgramos de partículas finas por metro cúbico de aire provoca un 6% de incremento en el riesgo de muerte por

enfermedades cardiopulmonares, y 8% por cáncer de pulmón."

 

LAS PARTÍCULAS CONCENTRAN CONTAMINANTES TÓXICOS EN EL CUERPO HUMANO

Las partículas también tienen un efecto importante de concentración de contaminantes en el organismo humano (que se suma a los de las cadenas

alimenticias y al meteorológico que mencionamos en el artículo de la semana pasada). "Es lógico que las partículas finas causen problemas de corazón y

pulmones", dice Thurston: "las partículas están cargadas con carcinógenos, y se quedan en los pulmones por largos períodos de tiempo". Los investigadores aún

están tratando de definir cuáles son las partículas más letales, sin embargo, ya clarar cómo causan la enfermedad. Pyne comenta que "pueden alojarse en la

cubierta de los pulmones, inflamándolos y contribuyendo a la infección. Las partículas finas también pueden generar sustancias químicas muy reactivas que

contienen oxígeno y que pueden desencadenar inflamación y alergias y pueden dañar el corazón. Y las partículas más pequeñas pueden pasar de los pulmones a

la corriente sanguínea, y viajar a otros sitios en los que pueden crear problemas.""Como es el caso con el humo del cigarro, probablemente están involucrados

muchos diferentes compuestos y mecanismos," dice Morton Lippman, un científico de salud ambiental en la Escuela de Medicina de NYU, y director de uno de los 5

centros instalados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA en inglés) para estudiar los efectos en la salud de las partículas finas. "No sabemos por quéalgunas

personas tienen problemas serios de corazón mientras otros tienenen fermedades del pulmón," dice. "Pero esa no es una excusa para no regular las

partículas finas".

 

¿Y HASTA AHORA EMPEZAMOS A ESTUDIARLO?

Claro que uno se podrá preguntar, ¿Por qué llevamos más de dos siglos emitiendo industrialmente partículas finas en las poblaciones y hasta ahora nos estamos

preguntando si es dañino, o qué tan dañino es? Alguien podría decir que durante muchos años esa no era una preocupación pública, pero eso en sí mismo es

preocupante y define la clase de sociedad en la que vivimos, sobre todo en términos de proclamar unos estándares éticos y democráticos y vivir por otros tan diferentes.

Más concretamente, hace más de 30 años que se lanzó la alerta ambiental y casi 30 desde que, por ejemplo, se inauguró la Agencia de Protección Ambiental de los

EUA. Hace 10 años que nos pusimos mundialmente de acuerdo sobre la importancia de estos asuntos y sobre la urgencia de atenderlos y fueron

precisamente este  tipo de problemas los que detonaron que ahí mismo en la Conferencia de Río se emitiera el Principio Precautorio (PP). El PP propone que se

tomen medidas de prudencia y prevención antes que sujetar a la población a los efectos perniciosos de la contaminación y el deterioro ambiental.

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Contaminación del aire urbano: Por qué, cuánto y dónde           Ejemplo de ciudad :SANTIAGO DE CHILE

Entender, en primer lugar, cuáles son los factores determinantes de la contaminación y sobre cuáles de ellos podemos actuar. Hay factores de carácter natural  y otros que tienen que ver con la acción humana.

Entre los primeros, cabe destacar que la geografía y el clima de una zona son determinantes respecto de la intensidad de un proceso de contaminación, ya que esto tiene que ver con la concentración del contaminante en el aire, y el tiempo de exposición  al que son sometidas las formas de vida que allí habitan. En el caso de la Región Metropolitana, la contaminación tiene mucho que ver con la ubicación de Santiago, emplazada en una cuenca rodeada de cerros que rodean el valle central, restringiendo la circulación de los vientos y, por tanto, la renovación del aire al interior de la cuenca. Por eso, en épocas de estabilidad atmosférica, los contaminantes quedan atrapados dentro de la cuenca, salvo cuando aparecen sistemas frontales que generan precipitaciones, permitiendo la limpieza temporal del aire.

La estacionalidad es otro de los factores de tipo natural que influyen en la contaminación. En el invierno ésta se agudiza, al producirse el fenómeno de inversión térmica. ¿Qué es esto? Por lo general la atmósfera cercana a  la tierra está más caliente que el aire más alto en la atmósfera. Por ello tiende a subir, arrastrando hacia arriba los contaminantes del aire.

Pero en la estación más fría ese proceso se invierte, porque en esa época del año el aire que está más cerca de la tierra está más frío que el de arriba y se convierte en una suerte de techo. El aire con las partículas contaminantes queda atrapado y no sube, aumentando la concentración de la contaminación. Por eso, en Santiago, las “emergencias” por episodios de alta contaminación atmosférica se producen en esa estación. Por otra parte, en primavera y verano la luz solar convierte en O3 “Ozono Malo” a ciertos compuestos químicos emitidos desde los automóviles, los óxidos de nitrógeno e hidrocarburos. Sus efectos en el ser humano, plantas y animales son tóxicos.

Por último, hay fenómenos naturales que pueden ser causa importante de contaminación, como es el caso de una erupción volcánica.

Pero donde está nuestra mayor responsabilidad y, también, nuestra mayor posibilidad de influir, es en los fenómenos producidos por nuestra propia actividad como humanos. Es decir, en la contaminación atmosférica generada por quema de combustibles fósiles como el carbón, el gas o el petróleo en cualquiera de sus derivados, tales como la bencina o la parafina; o las emisiones de partículas sólidas por las industrias; el ruido derivado del funcionamiento de máquinas y motores; las ondas electromagnéticas (de radar, computadores, microondas, torres de alta tensión, artefactos electrónicos, etc), entre otros.

Un segundo aspecto para actuar frente a la contaminación tiene que ver con el diagnóstico.

El análisis de la situación   llevó a  a declarar  como “zona saturada” (es decir, donde se traspasa la norma) para cuatro contaminantes atmosféricos -material particulado respirable PM10, partículas totales en suspensión (PTS), monóxido de carbono (CO)  y ozono (O3)- y “zona latente” (aquella donde el contaminante alcanza valores de entre el 80 y 100% de la norma) para el dióxido de nitrógeno (NO2)

Efectos en la salud

El factor determinante en el efecto en salud es el tamaño de las partículas, debido al grado de penetración y permanencia que ellas tienen en el sistema respiratorio.

La mayoría de las partículas cuyo diámetro es mayor a 5 µm se depositan en las vías aéreas superiores (nariz), en la tráquea y los bronquios. Aquellas cuyo diámetro es inferior, tienen mayor probabilidad de depositarse en los bronquiolos y alvéolos y a medida que su tamaño disminuye son más dañinas.

Los efectos en salud vinculados a la exposición prolongada a este contaminante son:

Su acumulación en los pulmones origina enfermedades como:

Una vez que las partículas se han depositado en el sistema respiratorio, su acción irritante es producto por una parte, de su composición química y su toxicidad y, por otra, de su facilidad de absorber y adsorber otras sustancias en su superficie, produciéndose un efecto sinérgico que incrementa su agresividad.

Monitoreo de fuentes

El material particulado respirable está constituido por contaminantes de origen natural (polen y tierra, por ejemplo) y de origen antropogénico. Estos últimos corresponden a contaminantes primarios, como hollín y metales, entre otros; y secundarios, que transportan compuestos orgánicos (COVs), metales pesados y compuestos nitrogenados y sulfatos, cuyo origen son las fuentes primarias de óxidos de nitrógeno (NOx) y óxidos de azufre (SOx).

El material particulado de origen antropogénico, es decir, aquel generado por el hombre, es el resultado de la combustión industrial y doméstica del carbón y el petróleo diesel, además de las emisiones generadas por el transporte. Mientras que las fuentes naturales del mismo son la erosión eólica y las erupciones volcánicas, entre otras.

Desde 1988 CONAMA viene realizando monitoreos diarios de la calidad del aire de nuestra capital con resultados más o menos positivos, al menos en lo que se refiere al PM10. En efecto, se ha detectado una disminución del material particulado, sobre todo en la fracción más agresiva para la salud (PM2.5), donde la concentración promedio anual ha diminuido sobre 35% entre 1993 y 1999.

Esto es un gran avance, pues el material particulado fino (PM 2,5) es el contaminante que alcanza en Santiago los niveles más agresivos para la salud de la población cuando se presentan situaciones de alerta, pre emergencia o emergencia.

Figura 1: Promedios anuales y máximos promedios de 24 horas PM10, 1999.
La exposición por períodos prolongados de la población al material particulado respirable sigue siendo elevada. En Chile no existe norma anual para el PM10, pero como referencia en USA, la norma es de 50 ug/m3, valor que como se aprecia en el gráfico, es claramente sobrepasado en todas las estaciones de la Región Metropolitana. Nota: valor promedio anual de estación Las Condes corregido en sistema TEOM por pérdidas de sustancias semivolátiles. (Fuente: SESMA-CONAMA)

De los datos expuestos en el gráfico anterior es importante comprender que la exposición por períodos prolongados de la población al material particulado respirable sigue siendo elevada. En Chile no existe norma anual para el PM10, pero como referencia se puede hacer la comparación con USA, donde es de 50 ug/m3, valor que en la Región Metropolitana es claramente sobrepasado en todas las estaciones de la red.

En tanto, las concentraciones promedio de 24 horas indican que en todas las estaciones se supera la norma diaria, particularmente en Pudahuel y El Bosque, donde la norma es duplicada.


Figura 2: Fracción fina (PM2,5)y fracción gruesa de PM10 durante 1999 (máximos valores diarios).
Datos del monitor del tipo dicotómico. (Fuente: SESMA-CONAMA)

En la figura 2es posible apreciar que la población de la ciudad se encuentra expuesta a máximos diarios relativamente homogéneos de la fracción fina del material particulado (PM2.5) y a máximos bastante diferentes en cuanto a la fracción gruesa.


El hollín atmosférico

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Oscar Peralta

En 1948, en Donora, pueblo minero de Estados Unidos, las condiciones climáticas y el humo proveniente de los hornos de fundición de zinc en el lugar crearon una nube que mató a cerca de 20 personas y enfermó a más de 6000. Seis años más tarde, en Londres, Inglaterra, una inversión térmica, en combinación con la humedad del ambiente y el hollín producido por quemar carbón, mató por asfixia a cientos de personas y hospitalizó a miles más. En ambos casos, las terribles condiciones atmosféricas duraron varios días y por esta razón afectaron a tantas personas.

El principal participante de tales episodios fue el hollín, subproducto de la combustión incompleta. El hollín puede contener cientos e incluso miles de compuestos orgánicos derivados de la combustión, y algunos son altamente cancerígenos. Además contiene carbón negro, que puede funcionar como receptáculo para otras sustancias que resultan de la quema del combustible, tal como sucedió en Londres, donde el hollín funcionó como superficie para que la humedad se condensara y reaccionara con el dióxido de azufre que había en el ambiente para producir ácido sulfúrico. Estas partículas quemaban la tráquea y los pulmones de la gente que las respiraba.

El tamaño de las partículas de hollín puede ser desde decenas de micras hasta sólo décimas de micra. De éstas, las de menor tamaño son las más peligrosas, ya que entran al tracto respiratorio con gran facilidad y se depositan en los alvéolos. Además, en muchos casos los efectos directos en el organismo son a largo plazo y esto hace creer a la gente que tiene cierta inmunidad a ellas.

El hollín absorbe gran cantidad de radiación solar, lo que produce un incremento en la temperatura media de la atmósfera baja y provoca la evaporación de nubes.

El control de las emisiones de hollín a la atmósfera no es tarea fácil, ya que el hollín es un producto directo de los procesos incompletos de combustión, y el consumo de combustibles, sobre todo en las grandes ciudades, va en constante aumento.

La ciudad de México presenta características geográficas (a 2200 metros sobre el nivel del mar y rodeada de montañas que evitan la dispersión de partículas y gases contaminantes), sociales (con millones de automóviles en circulación, problemas de tráfico y consumo de todo tipo de combustibles, incluso algunos no destinados para ese fin, como basura, llantas y plásticos) y climáticas (con temporadas de lluvia muy intensas y poca circulación de vientos) que desafortunadamente parecen favorecer los procesos incompletos de combustión; es decir, promueven la emisión de hollín a la atmósfera.


La incineración y sus efectos
sobre la salud


Hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs)


Todas los tipos de incineradores liberan contaminantes a la atmósfera a través de los gases, cenizas y otros residuos. Entre la gran variedad de sustancias químicas que se emiten, se incluyen innumerables productos químicos que permanecen sin identificar. Las sustancias químicas presentes en los gases de la chimenea también se localizan en las cenizas y otros residuos, los más frecuentes son: dioxinas, bifenilos policlorados (PCBs), naftalenos policlorados, bencenos clorados, hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), numerosos compuestos orgánicos volátiles (COVs), y metales pesados como plomo, cadmio y mercurio.

La mayoría de estas sustancias son persistentes (resistentes a la degradación en el medio ambiente), bioacumulativas (se acumulan en los tejidos de organismos vivos) y tóxicas. Estas propiedades las convierte en los contaminantes más problemáticos a los que jamás se ha expuesto un sistema natural. Algunas de ellas son cancerígenas y pueden alterar el sistema hormonal. Otras como el dióxido de azufre (SO2) y el dióxido de nitrógeno (NO2), así como las partículas finas, se han asociado con trastornos del sistema respiratorio.

Las poblaciones que residen cerca de incineradores se encuentran potencialmente expuestas a productos químicos,
bien por inhalación del aire contaminado, por el consumo de productos agrícolas locales (verduras, huevos y leche), o por el contacto directo con el suelo contaminado. Se ha detectado un incremento significativo de los niveles de dioxinas en tejidos corporales de personas que viven cerca de incineradores. En Finlandia se encontró que la proporción de mercurio en el cabello de las personas que vivían cerca de un incinerador era superior al resto de la población, posiblemente debido a las emisiones de la planta. En España, se detectaron niveles elevados de tioéteres en orina, un biomarcador de exposición a tóxicos, en niños que vivían cerca de una planta incineradora con tecnología moderna. También se encontraron niveles elevados de ciertos PCBs en la sangre de niños, que vivían cerca de una incineradora de residuos tóxicos y peligrosos en Alemania.

La incineración, en particular de residuos sólidos urbanos, se identificó como la mayor fuente de dioxinas, en la década de los ochenta y principio de los noventa. En países industrializados llegan a representar una proporción, de entre el 40 y el 80%, de las emisiones a la atmósfera de dioxinas.

En algunos países de Europa existe una tendencia reciente que utiliza las cenizas de fondo y/o las cenizas volantes para proyectos de construcción, en especial para carreteras y caminos. Esta práctica reduce los costes económicos que implica un relleno "de seguridad" para las cenizas, pero no impide la
liberación de las sustancias químicas persistentes por la acción de la erosión. En Newcastle, Reino Unido, se ha podido comprobar esta afirmación. Entre los años 1994 y 1999 se utilizaron, para la construcción de caminos, las cenizas volantes y de fondo procedentes de un incinerador de tecnología moderna que aún sigue en funcionamiento. Estas cenizas se emplearon también como fertilizantes, esparciéndose sobre las parcelas. Análisis recientes de cenizas procedentes de los terrenos muestran que están contaminadas con niveles extremadamente elevados de metales pesados y dioxinas. El uso de cenizas procedentes de incineradores supone un peligro potencial para la salud humana, aunque ni la Unión Europea ni ningún gobierno ha dictado medidas legislativas para acabar con esta práctica.

Extraído de "Estado del conocimiento de los impactos de los incineradores de residuos en la salud humana." Michelle Allsopp, Pat Costner y Paul Johnston , Laboratorios de Investigación de Greenpeace, Universidad de Exeter, Reino Unido. Marzo 2001 .

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