Año 13
Sept. 2000

EL PRIMER EVA MODERNIZADO

El escuadrón de Espinosa de los Monteros, ya plenamente operativo, incorpora el radar tridimensional que establece el Programa SIMCA

Radar. Su única antena, de alcance tridimensional, proporciona al Escuadrón de Vigilancia Aérea num. 12 una notable mejora en su cobertura y en su capacidad operativa

«El EVA 12 es un moderno castillo del siglo XXI», explica su jefe, el comandante del Ejército del Aire Miguel Jaimez. Como en las fortalezas medievales, se ha edificado en un lugar elevado: la cumbre del Picón del Fraile, situada a 1.750 metros de altitud, un balcón excepcional sobre el mar Cantábrico y la ciudad de Santander, de la que dista veinte kilómetros en línea recta. También es inexpugnable. Su instalación sólo fue posible después de cinco años de excavaciones y explosiones controladas para abrir en la roca un tramo de carretera de cinco kilómetros que ofreciera un acceso viable a la cima.

Ocupa casi 3.000 metros cuadrados, en los que se ha levantado un búnquer de hormigón con muros blindados. Su estructura ha sido concebida para albergar un EVA de acuerdo con un sistema de construcción modular que diferencia cuatro zonas claramente delimitadas: seguridad, apoyo (que incluye la automoción, la planta de energía, las oficinas y el alojamiento), radar y comunicaciones.

Proceso. En junio de 1998 se activó la unidad y dieciséis meses más tarde, en octubre de 1999, se instaló la antena del nuevo radar, que entró en funcionamiento el 21 de enero de 2000. Desde esta última fecha hasta ahora se han realizado las pruebas oportunas para la integración del radar en el sistema español de defensa aérea, que se ha producido este mes de septiembre.

Este desarrollo tecnológico ha permitido reducir a un tercio el personal de la unidad. Si en un EVA trabajan más de doscientas personas, en éste sesenta militares permiten el funcionamiento óptimo de la unidad.

Desde unas pequeñas pantallas se verifica el funcionamiento adecuado de todos los sistemas electrónicos, la antena de radar y las comunicaciones. La vigilancia y seguridad del EVA se realiza desde una sala del edificio con ventana al exterior: el puesto de control, en el que se recibe información del sistema de vigilancia exterior.

Dos salas del búnquer de hormigón están dotadas con protección EMP contra el pulso electromagnético, un mecanismo de combate que daña e inutiliza los componentes electrónicos. Asimismo, para mantener operativos los equipos ante cualquier imprevisto el EVA 12 cuenta con una planta de energía propia y una unidad de continuidad de energía que comprueba la intensidad de la corriente y la conserva constante.

Este Escuadrón posee también los recursos suficientes para funcionar sin ayuda externa durante largos períodos de tiempo. La estructura de hormigón alberga cinco depósitos de 75.000 litros de combustible, una planta potabilizadora, un aljibe de 400.000 litros de agua y un almacén con alimentos para quince personas durante treinta días. «El único problema en una situación de emergencia sería el abastecimiento de tabaco», bromea el comandante Jaimez.

EVA. La entrada en operatividad del EVA 12 forma parte de la progresiva modernización de los Escuadrones de Vigilancia Aérea acometida en el Ejército del Aire dentro del Programa SIMCA. Una modernización que en unos casos implica la creación de nuevos asentamientos --como el de Espinosa de los Monteros-- y en otros la transformación de los existentes, si bien en todos ellos se instalará un único radar tridimensional de última generación y se incorporarán modernos equipos electrónicos de control aéreo.


Raúl Díez/Santiago F. del Vado
Fotos: Pepe Díaz
 

El  texto tomado literalmente de la REVISTA DE DEFENSA habla por si solo, no hacen falta comentarios