Queridos amigos:

Recibo vuestra invitación a participar en los actos que, anticipadamente respecto del 10 de marzo, fecha en que mi tío abuelo el Rey Don Carlos VII mandó honrar a los "mártires de la tradición", organizáis todos los años en las sierras para mí tan queridas de Lihué-Calel, donde el horizonte se dilata y el espíritu de la Tradición se encarna en una geografía: en una tierra y en unas familias.

Me llega en un momento en que estoy todavía bajo la emoción del reciente viaje que, como sin duda sabéis, me ha llevado durante las últimas semanas con mi Jefe-Delegado y el Padre José Ramón García Gallardo –que ha sido, movido por su gran afán apostólico, el gran artífice del mismo–, por las tierras del viejo virreinato de la Nueva Granada, y que luego he proseguido con idéntico entusiasmo por otras tierras también hispanoamericanas. Fascinado por Santafé de Bogotá, Tunja, Bucaramanga y poco después Pasto; y por las reliquias hispánicas y carlistas que hemos hallado, y encantado igualmente por las otras tierras que vengo de visitar; el recuerdo de la Pampa me llena a la vez de alegría y tristeza.

No puedo olvidar a don José Ramón García Llorente y a Juan Manuel Muskett. Pero me anima ver que su ejemplo ha fructificado y sus familias ejemplares perseveran en el servicio de la Tradición.

El número creciente de jinetes que acuden a la cabalgata así lo acredita: en vosotros vive el alma hispana de los que, a caballo, expandieron la Cristiandad llevando a la sombra de la Espada la luz de la Cruz por tierras inmensas. Lleváis en vuestros corazones el fuego de un espíritu que quiere arder con fuerza y propagarse a tantos jóvenes que desearían abrazar tan bellos ideales. Quiero alentaros en la obra magnifica de hacer Hispanidad: Méjico, Colombia y los puntos más distantes de la Argentina están presentes en la cabalgata de este año, convocados una vez mas por la voz de José Ramón, que aún vibra y congrega en la inmensidad de este desierto donde el espíritu se refugió.

La Comunión Tradicionalista se está reorganizando por todos los rincones de nuestra común nación. En la Península madre tuvimos un acto memorable de afirmación hispánica y antieuropea en vísperas del viaje a la Nueva Granada, con participación de representantes novo-hispanos, limeños, lusitanos, napolitanos y castellanos. La Madre Patria necesita hoy más que nunca, esa vieja encina cubierta de hiedra, salir de su ahogo gracias a los retoños que le confió la Providencia.

La caballería cristiana y el caballero hispano son arquetipos imperecederos. Por eso no puedo sino exhortaros a proseguir en vuestra militancia tradicionalista tan castiza, que ayer avanzó protegida con el escudo del "detente", y prosigue hoy el mismo viejo combate, tan místico y tan real, flameando en mil lanzas en ristre la oriflama "Triunfarás": ¡contra una globalización anticristiana la Hispanidad mariana!

Es nuestro deber para continuar la estela que nos dejaron nuestros reyes y nuestros mártires, el de la Tradición que la Providencia me confió y debo abanderar. Cada vez que recorro las tierras de las Españas, cada vez que trato sus gentes y también cada vez que rememoro a unas y otros me invade la convicción de que el futuro será nuestro.

 

Sixto Enrique de Borbón

 

Desde San Ignacio, Pasto, bajo la inspiración del Cura Santa Cruz, a 12 de febrero de 2005

 


 

Comunión Tradicionalista

Agencia FARO