EL
TABLÓN: El artículo de hoy
La
geopolítica-ficción del Pentágono
Adrián Mac Liman* Desde
hace más de un lustro, la información
procedente del mundo árabe-islámico se resume
en dramáticos titulares: muertes, atentados
suicidas, enfrentamientos intercomunitarios o
interreligiosos, inestabilidad política,
peligro de guerra civil, amenazas
intervencionistas. Curiosamente, parece que los
habitantes los países industrializados se han
ido acostumbrando a la mortífera rutina. Para
muchos pobladores de la opulenta Europa, de la
imperial Norteamérica, lo musulmán es sinónimo
de desconocido, de incomprensible, de
misterioso, de violento, de rival. Con en paso
del tiempo, el indispensable enemigo virtual,
ansiado por los estrategas tras la caída del
comunismo, se ha convertido en enemigo real, en
la amenaza que planea, según los consejeros de
George W. Bush, sobre la civilización
occidental. Un punto de vista éste que comparte
la derecha conservadora, más volcada en la
defensa a ultranza de los “valores
tradicionales” de la civilización judeo-cristiana
que en la búsqueda de soluciones viables para
la solución de la crisis identitaria que afecta
a los países del “primer mundo”.
La caótica situación que impera en la mayoría
de los países islámicos constituye actualmente
un innegable peligro para la estabilidad política
global y el desarrollo armonioso de las
relaciones Norte-Sur. Ni que decir tiene que en
las circunstancias actuales el ambicioso
proyecto estadounidense de crear un Gran Oriente
Medio moderno y democrático está condenado al
fracaso. Más aún: la presencia militar de
Occidente en tierras de Islam es y será,
inevitablemente, un elemento de fricción, de
conflicto entre civilizaciones. No hay que extrañarse,
pues, al comprobar que los síntomas de
cansancio y rechazo de la guerra, registrados en
el seno de la opinión pública norteamericana,
encuentran últimamente su debido eco en la
nueva mayoría parlamentaria de Washington.
Sin embargo, mientras la clase política y los
medios de comunicación transatlánticos abogan
en pro de la retirada de las tropas destacadas a
Irak y Afganistán, los expertos del Pentágono
tratan de mantener viva la llama del
intervencionismo armado. No se trata sólo de
palabras en el aire; los militares se dedican a
elaborar nuevas doctrinas o rediseñar a su
manera el mapa del mundo musulmán, tratando de
borrar las “ensangrentadas fronteras”
establecidas a comienzos del siglo XX por las
Cancillerías de los dos grandes imperios
coloniales: Francia y el Reino Unido.
Uno de los ideólogos de este Nuevo Oriente
Medio es Ralph Peters, autor del libro No
abandones nunca el combate publicado en los EEUU
a mediados de 2006. En un ensayo reproducido por
el Diario de las Fuerzas Armadas (Armed Froces
Journal), el estratega norteamericano propone un
nuevo reparto étnico de la región, que supondría
nada menos que el desmembramiento de los Estados
del Cercano Oriente y la Península Arábiga. Su
criterio: renunciar a las divisiones políticas
artificiales ideadas en su memento por los
europeos, potenciando la creación de países
capaces de acoger grupos étnicos o religiosos más…
coherentes.
Peters recomienda la división del actual Reino
wahabita en tres regiones: el Sacro Estado Islámico,
alrededor de las ciudades de Meca y Medina,
integrado por musulmanes sunitas, el Estado Árabe
Chiíta, en la región de los yacimientos petrolíferos
del Golfo Pérsico y los Territorios
Independientes saudíes, en las inmediaciones de
Riad, que se convertirían en feudo de la dinastía
saudita.
Asimismo, sugiere la anexión de las provincias
sunitas de Irak a Siria, que a su vez perdería
el acceso al Mediterráneo, controlado por…el
Gran Líbano o, mejor dicho, por la Nueva
Fenicia. Las provincias kurdas de Irak, Siria,
Turquía e Irán formarían el Estado Kurdo
Independiente, un país pro-occidental cuyos
gobernantes se comprometerían a gestionar dócilmente
un inmenso océano de yacimientos subterráneos
de “oro negro”.
Irán perdería parte de su territorio destinado
a la creación del Estado Kurdo, el Estado Árabe
chiíta y el Baluchistán Independiente, pero
recibiría a cambio las provincias occidentales
de Afganistán, cuyos habitantes comparten el
idioma y la cultura de los persas. A su vez, los
afganos podrían adjudicarse parte de las
regiones fronterizas de Pakistán, país que
debería renunciar, además, a las tierras
destinadas al Baluchistán Independiente.
Los Emiratos Árabes Unidos perderían la
soberanía, integrándose en el Estado Árabe
Chiíta. Los únicos supervivientes de esta
operación etno-estética serían, según Peters,
los principados de Kuwait y Omán, actuales
plataformas de las tropas estadounidenses en la
región.
Finalmente, conviene señalar que el estratega
norteamericano no disimula su preocupación por
los aspectos clave de la problemática actual de
Oriente Medio: la necesidad de garantizar el
acceso de Occidente (léase, Estados Unidos) a
los recursos energéticos de la zona y la
“guerra global” contra el terrorismo islámico.
Y confiesa que, a la hora de la verdad, el nuevo
reparto territorial serviría también para
limitar el número de víctimas occidentales.
Sólo cabe preguntarse si el precio que han de
pagar los estados de la región no es…
demasiado elevado. Y si el Imperio de la
democracia no cae en la tentación del
satanizado, aunque socorrido neo-colonialismo.
* Escritor y periodista, miembro del Grupo de
Estudios Mediterráneos de la Universidad de La
Sorbona (París) maclahor@gmail.com
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Nota
de/para los amigos que me escriben:
De: Coordinadora Estatal Sahara
Asunto: CONCENTRACIÓN DEL MOVIMIENTO DE SOLIDARIDAD CON EL SÁHARA EN APOYO ALOS PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS
FRENTE A LA EMBAJADA DE MARRUECOS EN MADRID C/ SERRANO, 179 (metro República Argentina)
VIERNES 16 DE FEBRERO, DESDE LAS 17:00 HORAS HASTA LAS 20:00 HORAS
Lejos de disminuir o desaparecer la violencia en los Territorios Ocupados del Sáhara Occidental, el año 2007 ha comenzado con una intensificación, mayor si cabe, de la represión de las fuerzas ocupantes marroquíes sobre la población saharaui.
Los primeros días del año se vivieron en las diferentes calles y barrios de las ciudades ocupadas del Sáhara Occidental con manifestaciones en contra de la presencia de ocupación marroquí.
La resistencia pacífica de los saharauis se intensificó en todas las ciudades ocupadas del territorio saharaui.
En las paredes de Smara y otras ciudades aparecieron pintadas con la bandera nacional saharaui y se distribuyeron cientos de octavillas en las que se reclamaba la libertad del Sáhara y se condenaba la invasión ilegal marroquí.
Estas manifestaciones pacíficas fueron duramente reprimidas por las fuerzas ocupantes, que procedieron a detenciones indiscriminadas seguidas de torturas. El defensor saharaui de Derechos Humanos y presidente del Comité franco-saharaui por el Respeto de las Libertades y los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, Asfari
Ennaama, fue detenido y encarcelado mientras efectuaba una visita familiar con su mujer y sus suegros.
Las manifestaciones de la población saharaui exigiendo su liberación se han saldado con secuestros y detenciones indiscriminadas en la ciudad ocupada de Smara.Como se sabe, la organización norteamericana defensora de los Derechos Humanos Human Rights Watch ha denunciado también, en su informe anual de 2006, las violaciones sistemáticas de los Derechos Humanos perpetradas por el Gobierno marroquí en el Sáhara Occidental, así como el bloqueo de seguridad impuesto al territorio.
(SPS)
El movimiento de solidaridad con el Sáhara quiere denunciar ante la opinión pública la alarmante situación de violación de los derechos humanos a los que está siendo sometida la población saharaui en los territorios ocupados ilegalmente por Marruecos sin que la prensa internacional pueda ser testigo de ello, ya que Marruecos les crea serias dificultades de acceso a la zona.
NO A LA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS EN EL SÁHARA OCCIDENTAL
LIBERTAD PARA TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS
¡CONDENA A LOS TORTURADORES!
EXIGIMOS LA PRESENCIA DE OBSERVADORES INTERNACIONALES EN EL SÁHARA OCCIDENTAL
¡PARTICIPA CON NOSOTROS EN ESTE ACTO SOLIDARIO Y DE PROTESTA!
Asociaciones de Amistad y Solidaridad con El Pueblo Saharaui
Comité de seguimiento de los presos políticos saharauis
Teléfono de contacto: 91.531.76.04
e-mail: ceas-sahara@ceas-sahara.es
Nota: Rogamos llevéis a la concentración ropa saharaui, banderas, velas, carteles de denuncia, caretas blancas sin rostro para representar a los presos y desaparecidos, megafonía, ...
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