Cuba: médicos para Latinoamérica
Fernando Ravsberg
BBC Mundo, La Habana
1.610 estudiantes latinoamericanos y del
Caribe se graduaron como médicos en la Escuela Latinoamericana de Ciencias
Medicas de La Habana, donde estudiaron becados durante los últimos 6 años.
A la graduación asistieron los presidentes Hugo Chávez
de Venezuela y Martín Torrijos de Panamá y el vicepresidente de Ecuador,
Alejandro Serrano, además de los primeros ministros de San Vicente y las
Granadinas, Antigua y Barbuda y Saint Kitts y Nevis.
Ahora los estudiantes graduados volverán a sus
comunidades de origen -en su mayoría ubicadas en regiones apartada - para
ejercer allí la medicina; de hecho, 300 de ellos ya están trabajando en sus países.
La Escuela Latinoamericana de Medicina surgió en 1999
como un proyecto en el que se reclutaron jóvenes humildes de regiones apartadas
del continente para formarlos como galenos y reincorporarlos a sus comunidades.
Financiamiento completo
En la actualidad estudian en la Escuela Latinoamericana
de Medicina 10.508 jóvenes de América Latina y el Caribe, provenientes de 28
países y que forman parte de 33 diferentes etnias de la región.
Los estudiantes son seleccionados en sus países de
origen y sólo deben poder pagarse el pasaje aéreo, dado que Cuba financia
completamente la carrera, desde los libros hasta el hospedaje y la alimentación
de los alumnos.
De hecho el 71% de los graduados este año son hijos de
familias pobres, de origen obrero o campesino, muchos de los cuales aseguran que
no podrían haber estudiado esta carrera en sus países por falta de recursos.
Escasez de médicos
"Fidel es mi padrino", "es el padre que
no tuve", "me abrió un mundo nuevo para mí", "cambio mi
vida para siempre", son algunos de los comentarios de los estudiantes
graduados, un 45,9% de los cuales son mujeres.
Castro, en sobrio traje oscuro, lucía verdaderamente
feliz. De hecho, la Escuela Latinoamericana de Medicina fue su idea, a raíz de
la escasez de médicos que se produjo en Centroamérica después del huracán
Mitch en 1998.
Rápidamente se readaptaron los edificios de la Escuela
Naval de la Marina de Guerra y se realizó la convocatoria internacional a la
que acudieron jóvenes de toda América y el Caribe, incluyendo los Estados
Unidos.
Todos los escollos fueron resueltos, algunos tan difíciles
como que los estudiantes hablaban diferentes lenguas y dialectos o que traían
de los preuniversitarios de sus países bases educativas muy dispares.
¿Sin fines políticos?
"Lo que necesita Haití no es una invasión de
soldados sino una invasión de médicos" dijo Castro hace unos años y hoy
envía su primera invasión a los más recónditos parajes de América Latina, e
incluso a los Estados Unidos.
El gobierno cubano asegura que con la formación de
profesionales latinoamericanos -médicos, enfermeros, profesores de deporte- no
persigue fines políticos, sino que se trata sólo de solidaridad.
Sin embargo, esta solidaridad fue el argumento
utilizado recientemente por el presidente paraguayo, Raúl Cubas, para negarse a
secundar las acusaciones del secretario de defensa de Estados Unidos contra Cuba
y Venezuela.
Sin lugar a dudas, estos estudiantes serán la mejor
propaganda que puede hacer el gobierno cubano, más aún si, como prometieron,
vuelven a trabajar a sus comunidades, muchas de las cuales no cuentan con un
solo médico.
De todas formas, el debate sobre si este proyecto
persigue fines políticos o no parece poco importante si se tiene en cuenta que,
en definitiva, lo trascendental es que, a partir de ahora, cada año saldrán
para América más de 1.500 nuevos médicos.