Una
de las características fundamentales de la provincia de Córdoba, durante
toda la guerra, fue el continuo éxodo de las poblaciones tomadas por los
nacionalistas, - tanto de la provincia, como de Andalucía en general y
Badajoz - a la zona leal republicana, que pronto quedó reducida a la
comarca de los Pedroches. Con la población, huían también las
autoridades municipales y sus comités y llevaban consigo el erario
municipal, sus ganados, alimentos de sus economatos etc. - en los casos en
que podían - y que distribuían entre los vecinos de la localidad. De aquí,
que una vez asentados en otra población, pudiesen tener una relativa
autonomía, con sus propios economatos y pudieran llegar a emitir sus
propios vales con los nombres de sus pueblos. Este podría ser el caso de
los vales de Cabra, población que se unió a los rebeldes el mismo día
19 de julio de 1936, no cave otra explicación, a no ser que lógicamente
sean falsificaciones.
Como caso curioso se conoce el
de la población de Obejo, cuyo Consejo Municipal, asentado en Villanueva
de Córdoba, siguió funcionando como tal y haciendo sus reuniones y
reflejándolas en su libro de Actas, que encabezan con la frase “Consejo
Municipal de Obejo desde Villanueva de Córdoba”. No obstante, hasta
ahora no se conocen vales de esta población. Lo mismo sucedió
en la población jiennense de Alcalá la Real cuyo Consejo
Municipal se trasladó, al ser ocupada la población, a la aldea de Mures,
donde emitió vales el Sub-Comité del Frente Popular con el nombre de
Mures-Alcalá la Real. Naturalmente, si existieron estos vales, serían de
circulación interna entre los refugiados de la localidad de origen,
escritos a mano y aplicables solamente a algún pequeño economato o
comercio de la localidad - en el caso de Obejo por carne, procedente de
sus ganados - y con la consiguiente oposición de las autoridades
municipales donde estaban asentados, que preferirían que se utilizasen
los vales de sus propias instituciones locales o del Comité de Abastos y
que hubiese mas centralización de los recursos. Esto dio lugar a que
hubiese enfrentamientos entre la población autóctona y los refugiados,
Estos últimos, en la mayoría de los casos y con razón, exigían que se
les alojara y alimentara, pues no poseían nada, pero en otros casos si
había Comités Locales de Refugiados que poseían bienes en ganados,
provisiones y dinero, que repatrían o guardaban
para sus “paisanos” y, además exigiendo todo lo que podían
sin aportar ellos nada a la comunidad donde residían.
En
la obra de F. Moreno Gómez,
“Guerra Civil en Córdoba” se recogen diversos testimonios, tanto
personales como de la prensa, referidos al trato que recibieron los miles
de refugiados, durante los primeros meses de la guerra, en poblaciones
como Montoro, Bujalance, Villaviciosa etc., de claro signo anarquista: Se
les proporcionaba alojamiento y se crearon cocinas económicas para
atender a sus necesidades mas urgentes, sin embargo, la mayoría de las
veces, no se les concedía trabajo. Durante el año siguiente y con la
provincia reducida solamente a la comarca de los Pedroches, aumentó el
numero de refugiados y sus problemas. En Villanueva de Córdoba –
capital en aquel entonces de la provincia en su zona republicana – se
crea a partir de 1937 un Comité Provincial de Refugiados y
llegaron a establecerse, nada menos que 18 Comités Locales de
Refugiados pertenecientes a otros tantos pueblos evacuados: Villafranca,
Adamuz, Espiel Pueblonuevo del Terrible, Villaviciosa etc., lo que dio
origen a graves problemas de abastecimiento, alojamiento y de sanidad en
la población. También, el mismo autor – recogido de las actas
municipales – demuestra la existencia de vales para la cocina de
Asistencia Social, instalada por el Ayuntamiento o el Gobierno Civil para
abastecer a gran numero de refugiados. Sin embargo, hasta ahora no ha
aparecido ninguno de estos vales ni se conocen sus características.
También en el Archivo
Municipal de Dos Torres se encuentran vales escritos a mano, concediéndole
a los refugiados – algunas veces se les denomina con la
palabra forasteros, nunca refugiados -
prendas de vestir y alimentos procedentes del Comité de
Incautaciones o bien del mismo Ayuntamiento. A nivel nacional son muy
escasos, entre ellos los de la Junta de Defensa de Vizcaya, donde en la
parte superior lleva estampado “Solo para refugiados”. Como norma
general se puede decir que la mayoría de las veces
los vales de lo que hemos denominado de Comités de Refugiados, están
asociados a los Comités de Abastos de la localidad donde residían y en
sus distintas secciones: Cocinas de asistencia Social, economatos,
comercios etc. y en otros casos como bonos de trabajo, transporte a otras regiones de la
retaguardia por distintas
necesidades o del Comité de Incautaciones. De los pocos que se conocen,
en rarísimos casos se cita en ellos la palabra “Refugiados”,
desde luego debieron de existir muchos mas, pero hasta ahora no han
encontrado mas en la provincia de Córdoba -
lo mismo sucede en el resto de España – lo que nos hace creer
que la mayoría de ellos fueron emitidos por Abastos y una vez utilizados
– por su carácter provisional en valor alimenticio o de compras –
fuesen posteriormente destruidos, como relata Emiliano Mascaraque en sus
memorias, con respecto a los vales del Comité de Abastos de Pozoblanco.
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Vale 50 Cts. Refugiados
Junta de Defensa de Vizcaya
Vale 5 Ptas. Refugiados
Junta de Defensa de Vizcaya
Familia de refugiados acogidos en un comedor republicano
Vale por carne para
Refugiado
Dos Torres
Vale para Refugiados
Dos Torres
Niño acogido en un comedor republicano
Foto Katy Horna
Vale para Refugiados
Dos Torres
Vale 8 Kg. carne para
Hospital
Dos Torres
Mujeres y niños acogidos en un comedor republicano
Foto Katy Horna
Vale Refugiados
Dos Torres
Vale Refugiados
Dos Torres
Esperando turno de comedor
Foto Katy Horna
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