Vales de las colectividades

Tampoco aparecen en la provincia de Córdoba vales de este tipo, pese a que de una forma o de otra se hicieron diversas asociaciones colectivas – de agricultores, herreros, carpinteros, talabarteros, panaderos etc. - en casi todos los pueblos de la comarca de los Pedroches. En el caso de las asociaciones agrícolas, se presentan en forma de colectividades propiamente dichas o bien mediante el Consejo de Administración de Fincas Incautadas, - en su sello esta grabado literalmente: Consejo de administración de fincas rusticas entregadas a las sociedades de obreros y campesinos y que existió en casi todos los pueblos de la provincia a partir de octubre de 1936. Otro organismo, que se crea en fechas anteriores, es el Comité Agrícola Local, dirigido desde su inicio por miembros del Consejo Municipal, de los Comités y de agricultores de la zona – a cada le correspondía un tercio de los miembros - y que en primer lugar se encargó de incautar las fincas que eran propiedad de los rebeldes para posteriormente repartir y controlar, a través del Consejo de Administración y con la supervisión del IRA, las tierras cedidas a las asociaciones colectivas, dejando parte de ellas a disposición del Ayuntamiento e incluso del Ejercito.

Las dos colectividades más importantes de la comarca, fueron las de Villanueva de Córdoba y Pozoblanco - ésta última denominada Sociedad Obrera Agrícola, con mas de 1000 socios-, y ambas funcionaron muy bien. No sucede lo mismo con las de Dos Torres y Belalcazar, de la que si se conserva parte de su documentación. En otros casos, se repartieron las tierras individualmente pero con la condición de entregar el 25% de la producción al Gobierno y desde luego la venta de sus productos, a representantes del mismo. En otras poblaciones, como en el caso Villanueva del Duque, solamente se colectivizó el ganado de todo el termino municipal, bajo el control de los comités y del Consejo Municipal, dejando que trabajasen libremente los pequeños agricultores.

Documento, vales del Consejo de Admón. de fincas incautadas de Dos Torres

También el Ejercito, entró en el reparto de las fincas incautadas, aunque en menor proporción. Se conoce que llegó a poseer tierras en Santa Eufemia, Torrecampo, Cardeña y en La Garganta, esta ultima población ya en Ciudad Real. La forma de administrar las fincas incautadas era mediante las llamadas Secciones de Explotación distribuidas a las distintas brigadas, como la que tenia la 25ª Brigada Mixta y dirigida por la Intendencia de cada agrupación militar. Estas Secciones de Explotación, que en su mayor parte eran ganaderas, realizaban intercambios de productos con los Ayuntamientos y colectividades, y en parte trabajaban en ellas personal civil cuando lo necesitaban. A su vez, a veces, ayudaban con sus medios de transporte, a la recogida de las cosechas y, a los Comités de Abastos en el intercambio de sus productos con otras regiones.

Las relaciones de las colectividades con el Jefe del Sector de Córdoba, Joaquín Pérez Salas, fueron siempre buenas según el testimonio de Bartolomé Cabrera Peralbo, directivo de la colectividad de Pozoblanco, y conocido curiosamente con el apodo de “Peresalas”. Según este, dicha colectividad existió gracias a la gestión y permiso especial de don Joaquín, desde abril de 1937, ya que en teoría, por ser Pozoblanco “zona de guerra”, no estaba permitido la constitución de colectividades en la mayor parte de su termino municipal. Las colectividades, siempre fueron protegidas por el Ejercito, porque entre otras cosas abastecían de toda clase de productos al Ejercito Popular – la de Pozoblanco tenia la obligación de venderle el 25% de su producción – e incluso, en las colectividades del sector de Los Blázquez, Valsequillo y La Granjuela en el verano de 1937, el delegado del IRA, dirigió un escrito a don Joaquín Pérez Salas, a fin de que el Ejercito protegiera la recolección de aquellas cosechas, en la misma línea del frente de guerra. También, en las actas municipales de los diversos pueblos de la comarca, se hace mención a las diversas visitas que alcaldes y directivos de los comités hacen al Jefe del Sector, Pérez Salas, en petición de gasolina y camiones para transportar las cosechas.

En el ámbito de España, este tipo de vales son abundantes y emitidos en zonas muy concretas como Aragón, Cataluña y Valencia, la mayoría de las veces por anarquistas y ugetistas y con los nombres de las instituciones: Colectividad de Campesinos, Colectividad Obrera, Cooperativa Agrícola, Comunidad de Agricultores e Industrias, Colectividad Libre, Colectividad Municipal Única etc. – en algunos casos, sobre todo en los anarquistas, sustituyen la peseta por otras unidades monetarias de su invención, tales como: grado, entero, punto, unidad etc. debido a su tradicional animadversión al dinero -.

Cercano a la comarca de los Pedroches – pero ya en otras provincias -, se conocen algunos vales de este tipo, como son: los del Consejo de Administración de Fincas Incautadas, en Garbayuela (Badajoz); los del Comité Agrícola, en Ellar (Jaén); y en Cabeza del Buey (Badajoz) de la Colectividad de Artes Blancas CNT donde pone “vale por una cuartilla de trigo”.

La inexistencia de estos vales en la provincia de Córdoba se debe a que a sus socios o trabajadores se les pagaba con vales del Frente Popular, en los primeros meses de la guerra, y posteriormente con los billetes municipales cuando se emitieron, según los testimonios recogidos en diversos pueblos. De esta forma, podían comprar en sus propios almacenes o economatos, sin necesidad de crear sus propios vales. Además, tampoco era necesario que las colectividades los emitiesen - pese al gran número de trabajadores que algunas tenían - ya que la mayoría de sus dirigentes también ocupaban cargos en los Comités o en el Consejo municipal que emitían sus propios vales. Es más, una de las causas, entre otras, por las que se emitieron los vales municipales fue para poder pagarle a los trabajadores de las colectividades y del Consejo de Administración y, poder sanear de esta forma las finanzas de los ayuntamientos, tan escasas siempre de dinero. Como ejemplo de este dato, está el caso del Ayuntamiento de Dos Torres, que les pagaba a los obreros de la Comisión de Agricultura con los vales que en ese momento se ponen en circulación. En la parte posterior del documento, se anota: Hay vales en la calle por valor de 8.595 ptas. Dos Torres 19 de marzo de 1937. También en el Archivo se encuentran vales de pago a las distintas brigadas o grupos que formaban la colectividad de Dos Torres. De existir algunos vales de las colectividades, sería en los últimos meses de 1936 y primeros de 1937, y sobre todo por productos alimenticios, y rara vez por valor dinerario.