Vales de los Comercios e Industrias Privadas: 1ª Fase

      En la provincia de Córdoba nos encontramos con vales privados de las dos fases, y los que se conocen hasta ahora, se localizan  todos ellos en la comarca de los Pedroches. Sin perjuicio, desde luego, de que por supuesto existiesen también en otras zonas de la provincia.

      Con respecto a los vales de la 1ª fase, partimos de la base de que se emitieron, en casi todos los pueblos de la provincia, independientemente del mayor o menor periodo de tiempo que estuvieron bajo dominio republicano. Los recién creados Comités de Abastos, surtidos con los productos incautados a los “rebeldes” y donaciones particulares, no bastaban para satisfacer las necesidades de la población, del creciente numero de refugiados y de los batallones de milicias que se estaban formando. Fue entonces necesario, abastecerse en los comercios de aquellas personas de los que se sospechaba – por sus antecedentes políticos - que no eran fieles al gobierno republicano y también, de aquellos otros, fieles a la republica que pusieron sus establecimientos y productos al servicio de la misma. Sin embargo, el trato “económico” que recibieron los dos grupos fue muy distinto. Mientras que a unos se les pagó el importe de los vales, a los otros, los “no leales”, o no cobraron nunca o lo hicieron una vez terminada la guerra.

      En la primera fase, todos ellos escritos a mano o a maquina, se pueden encontrar  dos tipos de vales: los primeros, los que tienen valor en productos o en especies, y los segundos en valor dinerario. Afortunadamente, de ambos modelos, se encuentran en el AHL una cantidad apreciable de ellos, que unido a los testimonios de los propietarios de los comercios y de las autoridades políticas que ordenaron su emisión, nos hace mas fácil su estudio. Los dos casos a estudiar, corresponden a dos comercios, uno el de Manuel Manosalvas Pérez, en Pedroche, y el otro el de Justo Riballo de la localidad de Belalcázar. Ambos propietarios, considerados como “no leales” en sus respectivas poblaciones, y que además coinciden con cada uno de los tipos de vales de la 1ª fase.

      El primer tipo de vales, por valor en productos o especies, toma como modelo los emitidos por el comercio Casa Manosalvas de Pedroche. Todos ellos están fabricados en papel folio, o bien de libretas rayado o cuadriculado e incluso de papeles desechables antiguos que a veces llevan estampados sellos en mate. La gran mayoría están cortados con tijeras y son de diversos tamaños según las necesidades del texto. Casi todos están escritos a mano y muy pocos a maquina, estos últimos con muchas faltas de ortografía y con un texto muy desordenado, propio de personas que nunca han manejado una maquina de escribir y son semianalfabetos.

      El texto de los mismos, sigue siempre, unas mismas líneas generales y solamente cambia dependiendo del producto que señale el vale, de la entidad política que lo ordena, de la firma del responsable y a veces - cuando aparece escrito – del nombre o de la profesión del beneficiario del vale. En la parte superior derecha aparece el numero del vale y de los que se conocen en el AHL pasan del nº 350, pero debió de ser mucho mayor la numeración y que suponemos que escribió el propio comerciante, puesto que la letra es distinta y a veces a lápiz. En la parte central superior siempre pone “Vale por” y debajo el nombre del producto con la cantidad y a veces el precio. Los productos son muy variados, y por orden, en cuanto a la cantidad de veces que aparecen en los vales, seria: Gasolina, alpargatas, tela, sogas cabestros, esparto, horcas, varas, y en menor medida café, vino, licores etc. Productos todos ellos muy dispares y propios de un comercio importante en un pueblo pequeño; se podría decir que allí vendían de casi todo y es casi seguro que el repertorio de productos era mucho mas amplio, según la opinión del dueño del comercio. A continuación, viene el nombre y apellidos o la entidad a favor de quien se hace el vale, seguida del nombre del propietario del comercio que tiene que expender el producto, en este caso Casa Manuel Manosalvas, para finalizar con el nombre de la población, Pedroche, y la fecha de emisión, situada entre los meses de agosto y diciembre de 1936. Por ultimo, la entidad que autoriza la emisión del vale, como norma general el Comité y en muy pocos casos los Comités de Guerra o de Agricultura y debajo en muchos casos la firma del miembro del comité que lo autorizó. Al final del vale, escrito a lápiz por el propio comerciante, aparece escrito el precio del producto vendido, tal vez, con la esperanza de que algún día se le pagaría.

      Los sellos que llevan estampados, por regla general, son muy heterogéneos.  Predominan los del ayuntamiento de Pedroche, y como caso curioso la mayoría son de la época monárquica – al menos en los dos primeros meses - lo que nos indica, por un lado, el carácter caciquil y casi feudal a la que estaba sometida la población por las clases dominantes, incluso en la época republicana, y por otro, el desconcierto y la falta de medios de aquellos jornaleros, que del día a la mañana , se hicieron con el poder político y económico de la población. Factores ambos, que condujeron a una de las represiones mas duras que se hicieron en la comarca de los Pedroches. El resto de los sellos, llevan estampados los nombres y las siglas de distintas comisiones y partidos políticos, tales como: comisión de guerra, agrupación socialista, izquierda republicana, sociedad obrera etc.

      A mediados de los años ochenta, los hermanos López, en una de sus visitas de investigación a Pedroche, se llegaron al comercio de Manuel Manosalvas, del que se tenían noticias de que tal vez se encontrasen en su establecimiento, algunos vales del Consejo Municipal de Pedroche. Nos recibió atentamente el propietario y nos enseñó una caja de cartón – que con anterioridad había contenido un par de botas -, casi llena de unos vales de papel escritos a mano, los que ya hemos descrito con anterioridad, pero ninguno de ellos del Consejo Municipal. En pocas palabras, nos contó el porque de la existencia de aquellos vales:

      Pocos días antes del comienzo de la guerra, teníamos todas las estanterías del comercio repletas, al igual que los tanques de gasolina. Cuando en el mes de agosto se formó el Comité, nos ordenaron que aceptásemos los vales que fuesen firmados por los miembros de dicho Comité y que días después se nos abonaría el importe en metálico -  de hecho, en uno de los primeros vales pone: Vale por un par de alpargatas a favor de Joaquín Gallardo López, para abonarlo a este Comité cuando se lo reclame. Pedroche 26-08-36. Firma El Comité -. Pasados un tiempo, le pedimos al Comité que nos pagase el importe de los vales y la respuesta que tuvimos fue que se nos pagaría mas adelante. Además, nos amenazaron de distintas formas para que siguiéramos aceptando los vales. ¡No estaban los tiempos, como para poder protestar!. Así es, que, nos hicimos a la idea de que no cobraríamos nunca, seguimos aceptando los vales y a los cuatro o cinco meses se acabaron todas las existencias y tuvimos que cerrar el comercio.

      Cuando en marzo de 1939, las tropas nacionalistas entraron en Pedroche, la guerra ya estaba terminada. Rápidamente, solicitamos del gobierno de Franco que se nos pagase el importe de los vales, pero dicho Gobierno se negó, alegando que debían de hacerlo aquellas personas del Comité que habían firmado los vales. Como todos ellos eran insolventes, no pudimos cobrar ni un solo vale.

       La gran mayoría de los miembros del Comité que firmaron los vales, fueron condenados - como en otros pueblos -  a muerte y fusilados, y los menos, a la máxima pena de prisión 30 años y un día. Siguiendo con el testimonio de Manuel Manosalvas:

      A la muerte del General Franco y estando ya en el Gobierno el PSOE de Felipe González, en 1983, solicitamos de nuevo que se nos pagara el importe de los vales, ya que, la mayoría de los miembros del Comité que firmaron los vales habían sido socialistas. ¡ No nos hicieron ni caso!  ¡Y, ahí los tenéis muertos de risa! Fue su frase. ¡Ya se que nunca podremos cobrar su importe! ¡podéis llevaros los que queráis, os los regalo!. Y acogiéndonos a su amable invitación, seleccionamos unos 60 de aquellos vales - podía haber muy bien mas de 500 – atendiendo a distintas variables tales como: genero o producto, firmas, entidad política, fechas y sellos, con vistas a realizar un estudio detallado de los mismos. Nuestro agradecimiento al Sr. Manosalvas, si aun vive y llega a ver esta pagina.

      Los vales emitidos por el Comité, contra la casa comercial M. Manosalvas, no fueron los únicos en Pedroche. Se sabe de dos comercios mas, uno de ellos en la misma calle, en este caso un establecimiento de tejidos. Cuando nos entrevistamos con el propietario por mediación del Sr. Manosalvas, nos confirmó que a él le había sucedido lo mismo, pero que hacia cinco o seis años que había destruido los vales. No obstante. nos dijo que volviésemos otro día por si hubiese quedado alguno, cosa que desgraciadamente no sucedió. Con respecto al otro comercio, solamente supimos que hacia muchos años que  había sido cerrado. Estos datos, solamente están referidos a Pedroche, pero nos dan una idea de que este “saqueo solapado” o mas bien una “incautación indirecta”, debió de suceder en casi todas las poblaciones, y así lo afirmamos. En otra zona de investigación de los hermanos López, Álora y su comarca, en la provincia de Málaga, sucedió lo mismo y como muestra presentamos un vale, – bastante deteriorado – en este caso, también, de un comercio de tejidos.

      Del segundo tipo de vales de la 1ª fase, se conoce un buen ejemplo en el caso del comercio de Justo Riballo de Belalcázar. Tienen además, la característica de poder  incluirse dentro de los vales del Comité de Defensa y de los Partidos Políticos. El material en que están fabricados es de papel  de folio fino de baja calidad, de forma rectangular mas o menos homogénea y cortados a mano con tijeras o guillotina. En todos ellos, el texto, muy escueto, esta escrito a mano, con buena letra y por una misma persona. En el verso, esta escrito: Vale por 1, 2 o 5 ptas., sin fecha y con un sello ovalado de color azul de la casa comercial, Justo Riballo (Córdoba).En el reverso solamente aparece un sello circular, también de color azul a y veces negro de la entidad emisora. Sin embargo, hay dos tipos de sellos, uno del Comité de Defensa de la Republica, con un dibujo central que parece un ave o un insecto con las alas abiertas y medio sol radiante, y el otro del Partido Comunista de Belalcázar, este ultimo con su escudo dentro de la clásica estrella de cinco puntas. Lo que da origen a dos entidades emisoras y por tanto a dos clases de vales distintos, por valores de 1, 2 y 5 ptas.

      La historia de estos vales es similar a la que hemos relatado con anterioridad en Pedroche. En 1985, Ángel López, en una de sus visitas, de carácter político, a Belalcázar, se entrevistó con uno de sus camaradas Manuel Pizarro (hijo), le mostró los vales y le relató lo sucedido. Fue su padre Manuel Pizarro Bravo, quien los mando hacer. Fueron un total de 1000 vales, una mitad por el PC y la otra por el Comité, de tal forma que los valores de 1 y 2 Ptas. se encontraban en la misma proporción, mientras que los de 5 Ptas. son muy escasos. Al igual que a Manuel Manosalvas, el Comité de Belalcázar le impuso al comerciante Justo Riballo – de claras simpatías hacia los rebeldes – la aceptación de los vales,  hasta que se agotaron todas las existencias y sin poder cobrar nada. Sin embargo, a diferencia de M. Manosalvas, al terminar la guerra tuvo  mas suerte. Hecho prisionero Pizarro y tener solvencia económica, – era propietario de una casa, una panadería y de algunas tierras – le exigió el pago del importe económico de todos los vales, cosa que consiguió, y a cambio le entregó dichos vales, lo que no impidió que posteriormente fuese fusilado. Por esta circunstancia, y tal vez, por recuperar algún día ese dinero, los conservo la familia.

      De la personalidad de Manuel Pizarro Bravo, se tiene una pequeña semblanza, en la obra de Crispulo Márquez Espada, titulada Desde Sierra Morena a el Maestrazgo con los internacionales, cuando se refiere a los seis componentes del Comité de Belalcázar:

      De los seis componentes iniciales, solo uno me era conocido al estallar la guerra: el vicepresidente Manuel Pizarro, cuyas cualidades personales se ajustaban a su apellido de conquistador extremeño. De altura media-baja, enjuto, fibroso, con mas surcos en la cara de los normales a su edad (rayana en medio siglo), vivo de mente y resuelto en sus ademanes, decidido y valiente..., tenia las características del líder nato. Gozaba de ascendiente sobre todos los demás componentes del Comité, incluso el presidente Mesas, que solía respetar sus opiniones. Había estado siempre bien considerado entre los terratenientes de la zona, sin embargo fue inflexible en la represión de los sublevados, como miembro del Tribunal Popular que decretó su masivo fusilamiento, aunque me consta que después, durante su actuación en el Comité, protegió a varios familiares de los asesinados, tratándoles con afabilidad e incluso proporcionándoles lo necesario para subsistir.

      De Manuel Pizarro Bravo, se sabe también, que condenado a muerte por su actuación en el Comité, murió fusilado a los 55 años el 27 de diciembre de 1940 a las 7 horas, junto con 37 condenados mas, en las tapias del cementerio de San Rafael de Córdoba. Su hijo, del mismo nombre, fue condenado a largos años de prisión.

      De Justo Riballo, se conocen bastantes datos. Al terminar la guerra recuperó - como le sucedió a M. Manosalvas - su comercio y continuó con él hasta su jubilación. En el difícil año de 1940 - en plena represión franquista - fue nombrado Alcalde de Belalcázar por los vencedores. Datos suyos, se pueden  se encuentran en el Archivo Municipal. Se sabe, que tuvo graves conflictos con los mandos de las tropas de la Legión, acuarteladas en la población, y que intentaban acabar con los numerosos huidos a la sierra. No obstante, el dato mas curioso e importante, es que el mismo comerciante, escribió a lápiz,  en gran numero de los vales, el nombre y la población de los clientes que los utilizaron. Una parte de ellos, procede de poblaciones limítrofes de la provincia de Badajoz y la mayoría del Valle del Guadalmellato (Peñarroya, Belmez Fuenteovejuna etc...).  Estos datos, nos llevan a la conclusión de que el Comité de Belalcázar emitió aquellos vales, para ayudar en todo lo posible al gran numero de refugiados que llegó a la población, como consecuencia del avance nacionalista en Badajoz y la ofensiva nacionalista, que ocupó la zona de Peñarroya, en septiembre de 1936.

      Con respecto a los vales emitidos, en esta época, por los comerciantes leales al gobierno republicano, se conocen muy pocos. Debieron de ser destruidos - después de realizada la compra y abonado su importe – por los miembros de los Comités o bien quemados junto con la documentación y actas de los Partidos y de los distintos Comités, días antes de terminar la guerra, con el fin de eliminar pruebas ante los vencedores. Sin embargo, en los archivos municipales de Pozoblanco y Dos Torres, si se conservan gran numero de estos vales por productos o especies de diez o doce comercios. En realidad son recibos-vales firmados por el alcalde o los distintos concejales y con el sello del Ayuntamiento, - igual que se hizo antes y después seguiría una vez terminada la guerra – por tanto no pueden considerarse como vales locales. Entre ellos, no aparece ninguno, con los sellos y las firmas de los miembros de los distintos Comités, como sucede en el caso de Pedroche.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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