«Dios va a
castigar al mundo por sus crímenes,
por medio de la
guerra, el hambre,
y persecuciones.»
Profecías
bíblicas privadas
Ríos de tinta corriero por nuestras listas y grupos
respecto al mensaje
de Fátima. Luchas y encuentros, inventando conceptos y acusaciones.
Todos debemos tener muy claro que la publicación oficial vaticana, de
Junio 2000, no es un dogma de Fé Católica, (como
tan abusivamente han
pretendido imponer algunos sacerdotes en varios foros), arrastrando así
a muchos fieles, provocando litigios y contiendas altamente dañinos.
Como bien dijo el
Cardenal Ratzinger en varias ocasiones... «Esa es
su
interpretación pesonal, y puede que otros lleguen a otras conclusiones»,
así como: «no existen
interpretaciones obligatorias del Secreto.»
(Estúdiense bien los textos).
El error, la falta, es tanto más grave cuanto graves sean sus
consecuencias.
El mensaje de Fátima es muy importane, ¡importantísimo!, puesto que
en él encontramos la clave para la salvación del mundo:
«Si atienden mis
deseos Rusia se convertirá y habrá paz. Si no...
Los buenos serán martirizados y el Santo Padre tendrá mucho
que sufrir, varias naciones serán destruidas.»
-Segundo
Secreto.
El secreto de Fátima
Un análisis racional de los hechos.
En junio de 2000 el Vaticano revela el tercer secreto de
Fátima.
Una revelación que parece acabar con decenios de polémicas e
indiscreciones. Parece, porque.. en realidad no ha sido así.
por Davide Malacaria
El día 13 de mayo de 2000 el cardenal Angelo Sodano comunica que
que el Santo Padre ha decidido revelar el tercer secreto de Fátima...
En su declaración el cardenal Sodano alude al contenido del secreto,
pero para conocerlo por entero hay que esperar casi un mes, cuando
la Congregación para la doctrina de la fe lo publica.
El texto lleva como prólogo una breve presentación de monseñor
Tarcisio Bertone, secretario, y un breve comentario teológico del
cardenal Joseph Ratzinger, prefecto. Siguen anexos y notas.
El secreto, resumiendo al máximo, "consiste
en la visión desoladora
de una ciudad en ruinas, llena de cadáveres de mártires, por la que
camina, afligido, «un obispo vestido de blanco» seguido por obispos
y religiosos. El séquito sube hasta la cima de
un monte en el que
hay una cruz, a los pies de ésta el Papa es asesinado".
Desde el anuncio del cardenal Sodano, el Vaticano identificó al
«obispo vestido de blanco» con Juan Pablo II y su asesinato con
el atentando cometido contra él por Alí Agca en 1981. Pero esta
interpretación y el comentario oficial suscitan perplejidad.
En 2006 y 2007 las críticas se condensan en dos libros: "Il quarto
segreto di Fatima", de Antonio Socci, y "La profezia di Fatima",
de
Marco Tosatti. Más adelante hablaremos de estas obras.
¿Había previsto la Virgen el atentado
de Alí Agca?
Una de las controversias concierne a la identificación del obispo
vestido de blanco con Karol Wojtyla. Dicho con otras palabras.
¿Profetizó la Virgen el atentado a Juan Pablo II?
Socci señala en su libro que la interpretación vaticana del secreto
no es tan unívoca. Y esto desde el anuncio del cardenal Sodano,
cuyas palabras están citadas en el documento dedicado al secreto:
el prelado explica que los hechos descritos en la visión «parecen
ya pertenecer al pasado». «La Señora del mensaje
parecía leer con una
perspicacia especial los “signos de los tiempos”».
En fin, según Socci, parece que el prelado tiene cierto temor a usar
usar expresiones demasiado asertivas. No es el único.
En la nota teológica, el
cardenal Ratzinger explica la coincidencia
entre el papa del mensaje y Wojtyla mediante una «elegante»
expresión interrogativa: «¿No podía el Santo Padre, cuando después
del atentado del 13 de mayo de 1981 se hizo llevar el texto de la
tercera parte del “secreto”, reconocer en él su propio destino?».
Pero no estamos ante contenidos de fe. Benedicto XVI puntualiza,
en una entrevista al periódico italiano La Repubblica, 19 de mayo
2000, que «no existen interpretaciones
obligatorias».
En efecto, un capítulo del comentario teológico se titula:
«Un intento de interpretación
del secreto de Fátima».
Secretos públicos y
dudas secretas
Sor Lucia redacta en sus memorias lo que ha visto y oído en 1917
en la Cueva de Iria: en 1935, en 1937 y la tercera en agosto de 1941.
En esta tercera memoria, explica Socci, Sor Lucia «revela las dos
primeras partes del secreto […] y da a conocer que existe también
una “tercera parte” que por ahora no revela.
Meses después escribe la cuarta memoria (8 de diciembre de 1941),
una copia de la precedente, pero al llegar al final del segundo secreto
[…] añade una frase nueva, que no estaba en el texto del verano:
“Em Portugal se conservará sempre o dogma da
fé etc.”
(En Portugal se conservará siempre el dogma de la fe etc.)».
En enero de 1944 escribirá el llamado tercer secreto. Los primeros
dos secretos, en los que se predecía la Revolución rusa y la Segunda
Guerra Mundial, fueron publicados en los años cuarenta, mientras que
el tercer secreto, dijo sor
Lucía, debía ser revelado sólo en 1960.
En 1957 la Santa Sede ordena que se envíe el texto del Secreto a
Roma y se le pide el silencio a Sor Lucia.
Una publicación con poca suerte.
Los críticos de la
versión oficial junio 2000, no tardaron en
señalar
una vistosa anomalía. El Vaticano no publica la cuarta memoria, la
del 8 de diciembre de 1941, la última desde el punto de vista
cronológico, sino la tercera, la de agosto de 1941.
La tercera y la cuarta memoria son similares, como veíamos antes,
pero la cuarta tiene esa frase: «En Portugal
se conservará siempre
el dogma de la fe etc.», que no existe en la tercera. Pero
precisamente
este renglón es el punto central de grandes controversias.
«¿Es posible que las palabras dadas en
persona por
la Madre de Dios, puedan terminar con un “etc.”?».
Socci cita esta pregunta, desde luego no banal, de Paul Kramer,
autor
de "La batalla final del diablo".
¿Qué esconde ese etc.?
- José dos Santos Valinho,
Padre salesiano, sobrino de sor Lucía,
tenía una relación preferencial y habló mucho con ella. En una
entrevista concedida poco antes de la revelación del secreto, declaró:
«Creo que esa parte
del secreto concierne a la Iglesia, a su situación
interna. Quizá dificultades doctrinales, crisis de unidad, rebeliones,
divisiones. La última frase del escrito de mi tía, que antecede a la parte
aún desconocida del secreto dice: “En Portugal
se conservará siempre
el dogma de la fe etc.”.
Después comienza el fragmento que no
conocemos. Pero da a entender que el tema de la parte que falta podría
estar relacionado con la última afirmación conocida. Por tanto,
en otras
partes de la Iglesia este dogma podría vacilar».
No es el único que ha planteado este tipo de hipótesis.
La gran apostasía
Sobre el secreto de Fátima han circulado durante años muchas voces
y muy diferentes, una de la más repetidas se refiere a la pérdida de la fe
por una gran multitud de cristianos. Según esto, la Virgen habría
anunciado una gran apostasía. ¿Son sólo leyendas?
Es lo que pretenden hacer creer la información
oficial vaticana.
El problema, sin embargo, es que dichas leyendas han sido corroboradas,
en los años, por declaraciones de personas que, por su función, habían
conocido el Tercer Secreto. Tosatti dedica todo un capítulo se su libro a
“Cincuenta años de indiscreciones excelentes”. Presentamos
algunas:
- Monseñor Alberto do Amaral,
obispo emérito de Fátima, afirmaba
en una conferencia de 1984, en la Universidad Técnica de Viena:
«El secreto de Fátima no habla ni de bombas atómicas ni de cabezas nucleares
[…]. La pérdida de la fe en un continente es un mal peor que la destrucción
de una nación; y es cierto que la fe tiende a disminuir progresivamente en
Europa. La pérdida de la fe católica
en la Iglesia es mucho más
grave que una guerra nuclear». (declaración desmentida en
1986,
aunque luego las reconfirmó en marzo de 1995.)
- Cardenal Alfredo Ottaviani
decía en una conferencia de 1967:
«He tenido la gracia y el don de leer el texto del tercer secreto […].
Puedo
decirles solamente esto: vendrán tiempos difíciles para la Iglesia y hacen
falta muchas
oraciones para que la apostasía no sea demasiado grande».
También el libro de Socci documenta algunas indiscreciones excelentes:
- Monseñor Capovilla,secretario
de Juan XXIII, seguramente también él
conocía el secreto, responde por escrito a una entrevista en 1978. A la
pregunta de si el secreto hace referencia expresamente a las jerarquías
eclesiásticas, a Rusia o a «una crisis
religiosa en el mundo», responde
negando las dos primeras hipótesis, pero no dice nada de la tercera.
- Cardenal Luigi Ciappi
durante mucho tiempo teólogo de la Casa
pontificia, en una carta al profesor Baumgartner, carta, escrita en el año
2000, pero publicada en marzo de 2002, el purpurado revela:
«En el tercer secreto se predice, entre
otras cosas, que
la gran apostasía en la Iglesia comenzará por lo alto».
¿Todo mentiras?
Basándose en una serie de indicios y
testimonios concordantes, muchos
críticos de la versión oficial están convencidos de que el secreto consta en
de dos partes distintas. La revelada en
junio 2000, escrita en cuatro hojas,
es sólo una de las dos partes y ha sido conservada siempre en los archivos
del Santo Oficio. La otra parte, la que sigue siendo secreta, escrita en una
única hoja, ha permanecido siempre en el aposento de los papas.
Las actas de sor Lucía
Pero estas “actas”, fruto de horas de conversación con el cardenal
Bertone, según los críticos, son demasiado sintéticas, rayan el laconismo
y son muy genéricas. P. Paul Kramer señala que del segundo coloquio
que duró unas dos horas, «ha logrado sacar sólo cuarenta y dos palabras
importantes (cuarenta y dos) atribuidas entre comillas a la
religiosa».
Igualmente a propósito de la segunda acta, Socci, poniendo como
premisa que la monja habla sólo portugués, se pregunta:
«¿Por qué no existe un texto en portugués?
Y si existe y –como parece obvio– sor Lucía firmó sólo éste,
¿por qué no se ha publicado el texto en portugués? Y ¿por qué
la versión en inglés no lleva la firma de la monja?».
Tampoco ha disipado las dudas el libro de sor Lucia, antes de morir.
Tosatti señala una frase de este libro especialmente significativa:
«Dejo enteramente a la Santa Iglesia la libertad de interpretar el
sentido del mensaje porque le pertenece y le compete; por tanto,
humilde y voluntariamente me someto a todo lo que ella diga o
quiera corregir,
modificar o
declarar».
Llama la atención que la monja usara verbos como
«modificar» y «corregir»
El cardenal Bertone y el papa Luciani
Poco después de la publicación del libro de Tosatti, la editorial
Rizzoli publicó un volumen, libro-entrevista con el cardenal Bertone.
En el libro el purpurado confirma la versión oficial, la enriquece con
detalles inéditos, pero evita responder a las cuestiones planteadas
por los críticos. Aquí algunos detalles:
Se le pregunta al cardenal Bertone sobre la relación entre Fátima y
Albino Luciani. La cuestión es conocida: el entonces patriarca de Venecia,
poco antes de ser elegido Papa, fue a visitar a sor Lucía. Esta, según las
hipótesis de algunos, le predijo su pontificado y su muerte cercana.
- Papa Luciani dice: «[…]
alguien se preguntará: ¿si se interesa un
cardenal de revelaciones privadas?». Sí, responde, explicando que
«el Evangelio lo contiene todo», pero para los cristianos es menester
también "escrutar los signos de los
tiempos"». Y...
«Detrás del signo, es oportuno poner atención en las cosas que
subraya ese signo. ¿Cuáles?», se pregunta con ese estilo suyo simple
y lineal. Y enumera cuatro cosas que, según él, indicó la Virgen en
aquel lejano 1917: arrepentirse,
orar,
rezar el rosario y, por último,
no olvidar que el infierno existe.
Luciani señala la dificultad que encuentra esta práctica en sus
contemporáneos. Y termina diciendo: «No soy yo, sino Karl
Rahner el que ha escrito: “Se está dando dentro de la Iglesia una entrega
exclusiva del hombre a las realidades temporales, que ya
no es una opción legítima, sino apostasía y
caída total de la fe”».
¿Apostasía?
En resumen, a pesar del documento de
junio 2000, el secreto
de Fátima sigue rodeado de un halo de misterio....
(Artículo publicado por la revista de Julio Andreoti,
30GIORNI,
ministro de exteriores y primer ministro italiano, católico por
excelencia pero también muy preocupado por la verdad.
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