MODELO PARA LA TOMA DE DECISIONES

 Teoría de la Decisión Racional y Teoría de la Acción Colectiva

Resumen:

 

En el ámbito sociológico, estas dos teorías  tratan de explicar el comportamiento del individuo ante la toma de decisiones, tanto de manera individual, como en colectivo. Estas (las teorías) son utilizadas del mismo modo, en diferentes ámbitos, tales como el económico y el político.

Para explicar la Teoría de la Decisión Racional se puede tomar el siguiente ejemplo de Ludolfo Paramio, “En el caso del comportamiento político se supone, por ejemplo, que a la hora de votar cada individuo elige entre las diferentes opciones electorales calculando lo que puede obtener del programa de unos u otros candidatos, y votando al que más puede favorecer sus propios intereses.“ . Esta aplicación del análisis político a la acción social es lo que se llama normalmente teoría de la decisión o de la elección racional. Esta teoría admite dos variantes la racionalidad paramétrica y la racionalidad estratégica. La racionalidad paramétrica se caracteriza porque el agente considera que el medio en el que se desenvuelve es una constante. Para un actor con racionalidad paramétrica, los otros actores y el medio en su conjunto son nada más parámetros estables de su propia decisión, en tanto que su propia conducta es la única variable a considerar. La racionalidad estratégica, en cambio, se caracteriza porque el agente integra al ambiente en el que se desenvuelve ,desde el punto de vista económico, a su conjunto de oportunidad, las expectativas cambiantes de los demás. El actor estratégicamente racional se considera -según explica Elster- participante en un juego, que, en el caso ideal, es definido como una información perfecta en el sentido que todos los jugadores tienen un conocimiento cabal de las preferencias y del conocimiento de los demás. En palabras de Elster, quien posee racionalidad estratégica "no sólo toman sus decisiones sobre la base de sus expectativas del futuro, sino también sobre la base de sus expectativas acerca de las expectativas de los demás. En este aspecto la teoría de la decisión racional supone un corte muy importante con otras tradiciones teóricas (de las cuales la más conocida es el marxismo), que parten de entidades supraindividuales, como las clases sociales. La teoría de la elección racional parece compartir la conocida tesis de Margaret Thatcher: "la sociedad no existe, sólo existen individuos". No sólo no existe la sociedad, sino que no existen las clases sociales, no existen los colectivos: a priori no existen agregados sociales. Que varios individuos actúen conjuntamente en función de un mismo objetivo no es un dato, sino un hecho que exige explicación. No se puede decir en el marco de la teoría de la decisión racional que existen n individuos que comparten los mismos intereses y que, por tanto, actuarán conjuntamente para alcanzar la satisfacción de sus intereses. Por el contrario, hay que explicar, partiendo de que los diversos individuos tengan intereses en común, por qué, cuándo, o en qué condiciones pueden llegar a actuar conjuntamente en función de esos intereses. En ambas perspectivas se trata de prever o explicar la conducta de individuos. Pero surge otro problema cuando de lo que se trata es de explicar la existencia y acción de un colectivo, es decir, cuando no se pretende prever lo que hará una persona, sino cuándo y cómo un cierto número de personas actuarán conjuntamente con un mismo propósito. Esto es lo que se denomina teoría dela acción colectiva.

La paradoja del free rider nos indica que en un colectivo que comparte intereses siempre existe una fracción muy considerable de personas para las que el esfuerzo (el coste) de la acción a realizar para proteger esos intereses es superior a la esperanza matemática de obtener resultados significativos de esa acción (el beneficio). Es decir, que para una parte del colectivo el precio de la acción colectiva es superior al beneficio individual que les puede reportar y, consiguientemente, puede suceder que la movilización no se produzca o sea mucho más reducida de lo que cabría esperar en función de las dimensiones del colectivo que posee una comunidad de intereses. La clave del razonamiento es que el beneficio esperado de la acción es público, general (lo reciben también quienes no se movilizan en defensa de sus intereses), mientras que los costes son siempre individuales, por lo que existirá una tentación muy fuerte de esperar que sean otros los que se movilicen y obtengan beneficios, si la acción tiene éxito, para todos (Olson, 1965). Se puede pensar incluso que cuanto mayor sea el colectivo que posee intereses comunes menos previsible será que actúe colectivamente en defensa de tales intereses.

 

INFOGRAFÍA

http://www.arquidiocesisgdl.org.mx/publicaciones/NuevaSintesis/2000/NS15/Analisissocioecono.html foro1 La doctora Luz Lomelí Meillón ante la interrogante sobre el sentido del voto ¿Cuál es el factor que (determina o) incide en la orientación del voto?, indica que según la teoría de la decisión racional, al elector se le presentan dos alternativas para efectuar el balance que determinará la orientación de su sufragio: el voto prospectivo o el voto retrospectivo. En el primero, el voto prospectivo, el elector debe valorar no sólo las promesas sino también la probabilidad de que éstas sean cumplidas. En su estimación debe contemplar la situación de la economía y sus perspectivas futuras, las posibilidades del partido, la capacidad de los candidatos y la viabilidad de su triunfo. Los críticos de este enfoque consideran que estas exigencias representan dificultades difíciles de salvar (¿Cómo valorar la sinceridad y los efectos posibles de las promesas electorales? ¿Cómo saber si un programa será llevado a la práctica, si funcionará como se espera o si sus efectos no previstos anularán sus ventajas esperadas?). Para sortear estas dificultades, la teoría del voto económico adoptó la perspectiva del voto retrospectivo, según la cual los electores no basan la decisión de su voto en una estimación del futuro sino en la evaluación del gobierno anterior. Lo juzgan por sus resultados y de acuerdo a éstos, lo castigan votando a la oposición o lo premian revalidando su mandato.

http://www3.unileon.es/dp/dfh/ctx/1997/darias1.doc foro2. en esta página web se utiliza el adjetivo “racional”, y sus derivados, para expresar aprobación, para cualificar positivamente estados, procesos o resultados del más variado tipo. Ciertas estrategias para adquirir conocimiento nos parecen racionales y otras no, ciertos estilos de ordenar los libros de una biblioteca nos parecen racionales y otros no, ciertas maneras de comportarse en una situación de peligro nos parecen racionales y otras no, ciertas formas de organización política nos parecen racionales y otras no, etc.

http://www1.worldbank.org/publicsector/legal/PenaAlternativeSystems.doc foro3 Elster ha sugerido distinguir entre dos tipos de racionalidad, a saber, la racionalidad paramétrica y la racionalidad estratégica. La racionalidad paramétrica se caracteriza porque el agente considera que el medio en el que se desenvuelve es una constante. Para un actor con racionalidad paramétrica, los otros actores y el medio en su conjunto son nada más parámetros estables de su propia decisión, en tanto que su propia conducta es la única variable a considerar. La racionalidad estratégica, en cambio, se caracteriza porque el agente integra al ambiente en el que se desenvuelve -desde el punto de vista económico, a su conjunto de oportunidad- las expectativas cambiantes de los demás. El actor estratégicamente racional se considera -según explica Elster- participante en un juego, que, en el caso ideal, es definido como una información perfecta en el sentido que todos los jugadores tienen un conocimiento cabal de las preferencias y del conocimiento de los demás. En palabras de Elster, quien posee racionalidad estratégica "no sólo toman sus decisiones sobre la base de sus expectativas del futuro, sino también sobre la base de sus expectativas acerca de las expectativas de los demás". La racionalidad estratégica supone lo que ilustres sociólogos -como Luhman o Parsons- denominan el fenómeno de la doble contingencia.

http://perso.wanadoo.es/angeljes/42/42.htm foro4  Rawls, por su parte, justifica los dos principios de la justicia partiendo de la teoría de la decisión racional. Considera que los principios de la justicia son los que elegirían agentes perfectamente racionales si tuvieran que decidir entre principios posibles para regir su sociedad desde detrás de un velo de ignorancia, esto es, desconocedores de su identidad, preferencias personales o posición social. En estas condiciones, Rawls cree que esos agentes abstractos decidirían asegurar la mayor cantidad posible de bienes básicos, en previsión de caer en el peor lugar de la sociedad, y admitirían la diferencia social sólo en la medida en que esa diferencia favoreciese la posición de los peros situados. Así se deducen los dos principios de la justicia: Principio de igualdad: cada persona ha de tener un derecho igual al más amplio sistema total de libertades básicas compatible con un sistema similar de libertad para todos. Principio de diferencia: las desigualdades económicas y sociales han de ser estructuradas de manera que sean para: 1.mayor beneficio de los menos aventajados, y 2. unido a que los cargos y funciones sean asequibles a todos bajo condiciones de justa igualdad de oportunidades. Estos principios serían preferidos –según Rawls– a otros principios alternativos, tales como el principio de la utilidad media. Una vez elegidos mediante el procedimiento imparcial, los principios deben presidir el funcionamiento de las instituciones que conforman lo que Rawls denomina “empresa cooperativa para el beneficio mutuo”, es decir, la sociedad.

http://216.239.51.100/search?q=cache:tR3mRsP9Xz8C:historico.notitarde.com/1998/07/29/opinion/emeterio_gomez/+%22teor%C3%ADa+de+la+decisi%C3%B3n+racional%22&hl=es&ie=UTF-8 foro5 Empirismo, racionalismo, pragmatismo, positivismo y, finalmente, la teoría de la decisión racional, se juntaron para ahondar cada vez más la brecha entre la posibilidad humana de conocer "objetivamente" el mundo -que se tornó inmensa- y la capacidad para juzgar moralmente al conocimiento y a la tecnología que se produce.

http://www.ubiobio.cl/cps/ponencia/doc/p12.6.htm foro6  El portal de ubiobio propone los principios para la justicia partiendo de la teoría de la decisión racional. Los principios de la justicia serían los que elegirían agentes perfectamente racionales si tuvieran que decidir entre principios posibles para regir su sociedad desde detrás de un "velo de ignorancia", esto es, desconociendo su identidad, preferencias personales o posición social. Una vez elegidos mediante el procedimiento imparcial, los principios deben presidir el funcionamiento de las instituciones que conforman la sociedad, en términos de Rawls la "empresa cooperativa para el beneficio mutuo".

http://www.bu.edu/wcp/Papers/Acti/ActiHern.htm foro7 Esta página web  concluye, que el modelo explicativo que considera a las razones como causas de la acción presenta serias dificultades a la hora de tratar la intención, sea en relación con las razones, sea en relación con la acción. Este modelo tiene como resultado una síntesis entre sicología de sentido común y formalismo lógico (y tiene su máxima expresión en la teoría de la decisión racional), y olvida lo que la sicología empírica puede aportar a la explicación de la acción intencional. Esto debería conducir a su rechazo y a buscar modelos alternativos.

http://www.sapiens.ya.com/humanidad/l-text9.html foro8 En Sapiens se indica un libro que pasea al lector por ámbitos muy diversos de la ciencia y de la filosofía. Está dividido en tres grandes partes:    La primera trata sobre Ciencia, Filosofía y Sociedad en donde encontramos desde la teoría de la decisión racional o de la racionalidad práctica pasando por los tres principios de termodinámica o los Teoremas de Gödel y de Arrow, por la relación entre los ganadores de los premios Nobel a lo largo de la historia y los aficionados que contribuyen al avance de la ciencia, hasta la biografía y logros de Karl Popper y Thomas Khun.

http://www.nodulo.org/ec/2002/n007p16.htm foro9  Felipe Giménez Pérez en su artículo indicaRawls distingue entre lo racional y lo razonable. Lo racional es el egoísmo individual, lo que nosotros decidimos teniendo en cuenta nuestra conveniencia y queremos maximizar nuestro beneficio propio. Lo razonable es tener en cuenta el interés ajeno en nuestras consideraciones y buscar la cooperación, la mutua reciprocidad aun a expensas de los intereses individuales. La justicia para Rawls no consiste en unos determinados contenidos materiales, sino en un cierto procedimiento equitativo e imparcial. Sólo los individuos cuentan en las instituciones sociales y políticas. Es éste un cierto individualismo moral utilitarista. Los individuos son racionales en su conducta y en sus móviles. Son seres libres e iguales capaces de actuar racional y razonablemente. Para evitar que las condiciones concretas de cada uno distorsionen la elección racional, Rawls busca neutralizarlas y coloca así a los participantes de la situación originaria tras un velo de la ignorancia que les impide el conocimiento de las diversas alternativas que se relacionan con su propia situación, obligándoles a evaluar los principios conforme a consideraciones generales. Para llegar a los principios de justicia se utiliza la teoría de la decisión racional. La racionalidad resulta ser así el cálculo del propio beneficio individual.

http://www.ehu.es/avs-ese/cast/ing/ultimo.htm foro10 La sociología contemporánea puede ser vista como dividida en dos escuelas teóricas dominantes, las cuales emplean el término acción en sus auto-descripciones. Estas son los campos en rápido crecimiento de la teoría de la acción racional y de la teoría de la decisión racional, y de las teorías de la acción social (que incluyen al interaccionismo simbólico, el análisis dramatúrgico al estilo Goffman, y la etnometodología). Sin embargo ninguna de estas dos escuelas tiene parecido alguno con la teoría de la acción original de Weber. Este artículo intenta explicar cómo esto último ha tenido lugar. Parsons y Schutz son identificados como los principales teóricos cuyo trabajo ha llevado a esta división en la disciplina y a la razón de por qué la concepción de la acción original de Weber -con su enfoque preferente en el significado subjetivo- ha sido reemplazada por una concepción que o bien hace hincapié en el estudio de la toma de decisión y de la elección, o bien en el examen del significado y de la comprensión.

http://www.rec.uba.ar/becarios/de/pvenier.htm foro11. Los modelos tradicionales de decisión basados en matrices bayesianas son reformulados en términos de conjuntos de condicionales subjuntivos, pues la toma de decisión parece involucrar proposicio-nes condicionales. Esto es así pues, cuando una persona sopesa las ac-ciones posibles para elegir la mejor, es racional para él pre-guntar cuál sería el resultado para cada acto que tiene bajo consideración, en el caso que fuere ejecutado. Estos condicionales responden a una semántica para lógicas intencionales. Parece plausible observar, entonces, que una teoría de la decisión, como condición necesaria para su solidez, deberá ex-presar cuáles son las características de los enunciados invo-lucrados y cuál es la lógica a la que responden. Esta es la investigación que se propone. Los elementos teóricos son aquellos vinculados con la teoría de la decisión racional en sentido estricto, la lógica para condicionales subjuntivos y la lógica de la preferencia.

http://www.iesam.csic.es/doctrab/decision.pdf foro12 Este artículo nos ofrece la primera explicación de la Teoría de la acción colectiva (la obra en la que se presentaba la paradoja del free rider). Partiendo del supuesto de que lo normal en un colectivo que comparte intereses es que exista entre sus miembros una fuerte tentación a comportarse como polizones, a esperar que sean otros quienes realicen el esfuerzo necesario para alcanzar unos resultados que beneficien a todos, se trata de saber en qué condiciones puede esperarse que exista acción colectiva, que un número importante de las personas que comparten esos intereses actúen en función de ellos. Porque, por otro lado, si se parte de este marco cabría pensar que la acción colectiva no sólo es algo que hay que explicar, sino más bien una anomalía, una excepción. El planteamiento de Mancur Olson está perfectamente inscrito dentro de la teoría de la decisión racional. Lo cual quiere decir que rompe con una tradición anterior, según la cual lo que se llamaba el comportamiento colectivo venía a explicarse en términos no racionales o, por lo menos, ajenos a la racionalidad en términos de fines o utilitaria. Los análisis más clásicos del comportamiento colectivo, y muy en particular del comportamiento colectivo violento, dan por descontado que éste es de alguna forma el fruto de tensiones o presiones sociales no resueltas, que estallan en un momento determinado.

http://deceyec.ife.org.mx/la_transicion_espanola.htm foro13  En su artículo La transición española: del autoritarismo a la democracia, el señor Francisco Colom González, explica que La teoría de la acción colectiva ha demostrado que las apreciaciones de contexto mediante las que los actores políticos diseñan sus estrategias acción no siempre coinciden con las percepciones de aquellos con quienes necesariamente tienen que contar para llevarlas a cabo. Esta situación sirve para ilustrar algunos de los errores estratégicos cometidos por quienes, a comienzos de la transición, apostaron de forma más decidida por el inmovilismo político o por la ruptura democrática.

http://www.pa.gob.mx/publica/pa070914.htm foro14 El primer ensayo, "Reflexiones teórico-metodológicas sobre la acción colectiva", corresponde a Carlos Jiménez Solares, quien afirma que ante la inminente transición económica, política y teórico-conceptual que vivimos entre el antiguo y el nuevo orden, conviven procesos de creación y desintegración en los espacios sociales y político-económicos, que no deben pasar desapercibidos a los estudiosos de la sociología rural. Sienta las bases para la fundación de una teoría de la acción colectiva, que —según el autor— "da la cara a los procesos de despolitización estatalmente inducidos gracias a la promoción de esferas públicas y a su preocupación por los ámbitos colectivos antes que los privados". La nueva tendencia, a partir de los noventa, se distingue por el abandono de un solo esquema teórico incorporando conceptos de otros marcos explicativos; mayor acercamiento de las teorías individualistas y colectivistas, a partir del reconocimiento de los sujetos sociales y la acción colectiva; utilización de explicaciones multidimensionales en el análisis de los problemas sociales, y una mayor confianza en la utilización de técnicas cuantitativas, entre otras.

http://www.ub.es/escult/docus2/naishtat.pdf: foro15. En las dos últimas décadas la teoría de la acción colectiva ha oscilado entre la problemática microeconómica de la racionalidad de la acción colectiva, caracterizada por la figura del dilema del prisionero a partir del balance costo-beneficio de la cooperación en la escala de utilidades de los agentes individuales, supuestamente homogéneos según el paradigma generalizado del horno oeconomicus’, Y la problemática macrosociológica de la identidad cultural del actor colectivo, definida por la trama de valores y de normas que condicionan y a su vez potencian la interacción de unos actores pensados según el modelo del horno sociologicus, es decir, a partir de un plexo dinámico de pertenencias y de solidaridades insitas en la estructura social de la situación.

http://www.politica.com.ar/Filosofia_politica/Gramsci_portantiero.htm foro16 El concepto de bloque histórico tiene para Gramsci varios alcances. Metodológicamente, le permite constituir una categoría superadora de la dicotomía “arquitectónica” de estructura y superestructura que, naturalizada, da lugar a una relación de causalidad mecanicista, haciendo caer al marxismo en los criticados vicios del determinismo positivista. Superando esta óptica, esto es, considerando como sólo didascálica la distinción entre fuerzas materiales (“contenido”) e ideología (“forma”) y postulando una unidad compleja y contradictoria entre ambas, Gramsci pone las bases para una teoría de la acción colectiva como proceso de construcción de sentido. Un fragmento verdaderamente ilustrativo de los Cuadernos de la cárcel -subtitulado “El término catarsis”- refleja con enorme claridad la ruptura que Gramsci introduce en el marxismo del 900.
“Se puede emplear el término catarsis -escribe- para indicar el paso del momento meramente económico (o egoístico-pasional) al momento ético-político, esto es, la elaboración superior de la estructura en superestructura en la conciencia de los hombres. Ello -agrega- significa también el paso de lo objetivo a lo subjetivo y de la necesidad a la libertad. La estructura, de fuerza exterior que subyuga al hombre, asimilándolo a sí y haciéndolo pasivo, se transforma en medio de libertad, en instrumento para crear una nueva forma ético-política, en origen de nuevas iniciativas. La fijación del momento catártico deviene así, me parece, el punto de partida de toda la filosofía de la praxis; el proceso catártico coincide con la cadena de síntesis que resulta del desarrollo dialéctico”.

http://www.organizacionpoleas.net/descargas/documentos/Nuevos%20Movimientos%20Sociales.pdf foro17 Se expresa en la instalación de un nuevo paradigma explicativo de los fenómenos sociales, que comporta una nueva teoría de la acción colectiva y de la identidad. Donde el fenómeno a analizar se constituye como un proceso en el cual son los actores quienes llevan adelante su propia construcción..Así las nuevas identidades son el resultado de la interacción reflexiva de los individuos  entre si y con el medio, en el marco de inversiones emocionales. La identidad constituye un fin en si misma, puesto que es en el proceso de construcción donde el individuo se compromete emocionalmente con una comunidad. Forma parte de la misma y adhiere a objetivos y pautas colectivas.

http://www.cidpa.org/txt/2artic08.pdf foro18 En un sentido clásico, Elster define la acción colectiva como «la elección por todos o por la mayoría de los individuos de la línea de acción que, cuando es elegida por todos o por la mayoría de los individuos, conduce al resultado colectivamente mejor».15 Planteándose así, la acción colectiva se nos presenta como una modalidad de acción en donde determinados sujetos se agrupan o deciden participar en colectivo con la perspectiva de un resultado mejor para todos los participantes, dándose para ello la estructuración que más convenga de acuerdo a sus propósitos. Si bien es cierto que esta lógica tiene hasta características de «sentido común», pues cada sujeto se va a involucrar o decidir involucrarse en determinadas acciones colectivas, en la medida que el hecho de agruparse y participar le entregue un saldo favorable o más provechoso que lo que conseguiría actuando de manera individual.16 Así, el resultado colectivo tiene que ser superior al individual, pues de lo contrario, no tendría sentido la acción colectiva, sino que sólo una acción individual.

http://ladb.unm.edu/econ/content/cuadeco/1998/july/economia.html foro19 A partir de la teoría de la acción colectiva expuesta en la Lógica, Olson argumenta que las coaliciones de intereses particulares reducen el crecimiento económico, el empleo y la movilidad social cuando éstas penetran profundamente la política y la economía. Las coaliciones distributivas buscan "que las decisiones sean lentas y que se atiborren las agendas" lo que retarda la "adopción de nuevas tecnologías y otros cambios". Este breve enunciado no hace justicia a la teoría y me disculpo por ello, pero es suficiente para mostrar que Olson explica el lento crecimiento, el cambio tecnológico lento, la mala asignación de los recursos y la tendencia de los sistemas políticos y económicos maduros a contraer lo que él denomina "esclerosis institucional creciente" desde un punto de vista predominantemente institucional y político; aunque quizá añada una pizca de Schumpeter.

http://136.142.158.105/LASA98/TREVINO.PDF foro20 Este portal indica que cualquier teoría de la acción colectiva que incorpora el concepto de expectativa presupone una teoría de identidad. "Yo sostengo que, solamente si los actores individuales reconocen su coherencia y su continuidad como actores, pueden escribir su propio guión sobre la realidad social y comparar expectativas y resultados. Las expectativas están construidas y  comparadas con la realidad solamente por actores que son capaces de definirse a ellos mismos y a su campo de acción. Al resultado de este proceso de construcción de un sistema de acción yo le llamo identidad colectiva”

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