Felicitas Guerrero “La mujer más hermosa de toda la República”, según la definió Carlos Guido Spano, Felicitas Guerrero se casó muy joven con Martín de Alzaga. El hijo de ambos, Felix, murió a los 6 años, en 1869, y al año siguiente, su marido. Cuando se preparaba para contraer nuevo matrimonio con Samuel Sáenz Valiente, se presentó en la casa de la Calle Larga Enrique Ocampo un anterior pretendiente. Con la excusa de devolverle unas cartas, exigió una entrevista a solas con la joven viuda, de 24 años. Cuando Felicitas rechazó su reclamo y se volvió para salir de la sala, le disparó por la espalda y la joven cayó mortalmente herida. El asesino murió instantes después en un confuso episodio que fue caratulado como suicidio, protagonizado también por el tío y el primo de la joven, el pintor Bernabé Demaría y su hijo Cristian. El expediente judicial desapareció. Felicitas expiró el día siguiente: 30 de enero de 1872. Sus padres, Carlos Guerrero y Felicitas Cueto, hicieron construir la iglesia delante de la antigua capilla familiar, que hoy se utiliza como sacristía. Cuatro arañas con profusión de caireles, frescos en los muros y en la bóveda, ángeles, mármoles y mampostería policromada componen el precioso interior del templo. En el altar lateral izquierdo, una imagen y dos vitrales muestran la figura de Santa Felicitas, martirizada con sus siete hijos. |
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"Asomándose entre la frondosa vegetación del entorno podemos observar el artístico frontispicio de la capilla Santa Felicitas. Construida en el año 1876 en estilo barroco-alemán, único ejemplo en Buenos Aires, vamos descubriendo desde distintos ángulos la belleza de sus líneas. Equilibrio perfecto de las tres torres con la hornacina central; los ángeles custodios; las columnas adosadas; los arquitos ciegos y otros detalles que conforman la fachada. El interior es una prolongación del discreto y armónico exceso ornamental del exterior. Planta de una nave; importante retablo en el altar mayor; columnas en haz que terminan en arcos ojivales; púlpito y bancos de coro en madera tallada; Vía Crucis en metal esmaltado; paredes tapizadas; arañas góticas; esculturas de excelente factura y ventanas con vitrales en paneles de gran calidad artística hacen un conjunto de elevado nivel arquitectónico.
Excluyendo la playa
de estacionamiento de vehículos existente en el mismo predio, la Capilla
Santa Felicitas se puede considerar como una de las más lindas de la
ciudad. |
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